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¿Podría mi hijo de 2 años estar teniendo terrores nocturnos?

Escrito por: Jamie M. Howard, PhD

Experto clínico: Jamie M. Howard, PhD

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P Mi hijo, que va a cumplir dos años en septiembre, nunca ha podido dormir toda la noche, y hasta el día de hoy es poco usual que lo haga. Lo acuesto entre las 8 y las 9 de la noche, y se despierta dos horas después, y a veces no se vuelve a quedar dormido hasta las 2 de la mañana. Algunas noches le dan terrores nocturnos. Leí un artículo sobre los terrores nocturnos y los niños, y describe perfectamente mi experiencia con mi hijo. Sin embargo, cuando les comenté esto a sus pediatras me miraron como si estuviera loca, y me dijeron que está muy pequeño para tener terrores nocturnos. Pero, bueno, nadie conoce a mi hijo más que yo. Dado que sus doctores no me dieron mucha información sobre el tema, me pregunto si ustedes me podrían proporcionar más información al respecto.

Su hijo podría estar teniendo terrores nocturnos, a veces llamados terrores de la noche. Durante un terror nocturno, los niños podrían parecer temerosos, tener dificultad para respirar y un ritmo cardíaco acelerado. Puede que se levanten de manera agitada, digan cosas sin sentido y griten. Los terrores nocturnos pueden parecer pesadillas, pero en realidad son muy diferentes. Son de naturaleza neurológica y, al contrario de las pesadillas, los niños por lo general no recuerdan el terror nocturno cuando se despiertan. Las pesadillas ocurren durante la fase del sueño de movimiento ocular rápido o MOR (REM, por sus siglas en inglés), mientras que los terrores nocturnos ocurren durante una fase del sueño en la que no se sueña. Suelen ocurrir durante el primer tercio de la noche, después de que el niño lleva dos o tres horas durmiendo.

Aunque es cierto que los terrores nocturnos ocurren con más frecuencia en niños de 3 a 7 años, se han observado también en niños de hasta 18 meses. Al parecer, los niños varones los experimentan con mayor frecuencia, y existen algunos factores de riesgo que pueden predecir los terrores nocturnos, como fiebre, tomar un medicamento nuevo, ansiedad, estar en un lugar desconocido y sentirse demasiado cansado.

Puede ser aterrador para los padres observar un terror nocturno, pero es importante tener en cuenta que en realidad su hijo no está sintiendo miedo cuando estos ocurren. No despierte a su hijo si está experimentando uno, en su lugar, espere a que pase y asegúrese de que no se lastime. Debería durar solamente un par de minutos y después él seguirá durmiendo.

Usted podría disminuir el riesgo de que su hijo los tenga, al asegurarse de que descanse lo suficiente y no se quede despierto hasta muy tarde. Si todavía está preocupada, usted puede conocer más sobre los hábitos de sueño de su hijo haciendo un estudio del sueño.

Si por el contrario, usted piensa que su hijo está teniendo pesadillas, podría consultar a un psicólogo especializado en salud mental infantil. Un profesional podría trabajar con usted para desarrollar una rutina de sueño saludable y abordar cualquier problema de ansiedad que pudiera estar interfiriendo con el sueño de su hijo.

Preguntas frecuentes

¿Qué son los terrores nocturnos?

Los terrores nocturnos (o terrores de la noche) se pueden parecer a las pesadillas, pero no son lo mismo. Los terrores nocturnos ocurren durante el primer tercio de la noche, a diferencia de las pesadillas, que se producen durante la fase MOR del sueño. Los niños generalmente no recuerdan sus terrores nocturnos cuando se despiertan. Si bien puede asustar mucho ver a su hijo retorciéndose o gritando, en realidad no corre ningún peligro y el terror nocturno debería terminar en unos pocos minutos. Usted se puede quedar esperando cerca para asegurarse de que su hijo no se haga daño.

La última revisión de este artículo se realizó el 18 de mayo de 2023.