Durante los meses de invierno, cuando los días son más cortos, no es inusual que algunos niños (y adultos) se sientan más tristes de lo habitual. Sin embargo, si la tristeza continúa y a esta se le suman otros síntomas, como no querer salir de casa, evitar las cosas que antes disfrutaban o incluso dormir demasiado, el niño podría estar presentado señales de una condición conocida como trastorno afectivo estacional.

El trastorno afectivo estacional es considerado un trastorno de depresión, pero a diferencia de otros tipos, los síntomas desaparecen con el cambio de estación. Debido a que las señales de este trastorno coinciden con las de un trastorno de depresión más común, conocido como trastorno depresivo mayor, es importante prestar atención no solo a las señales, sino también a la época en la que se manifiestan por primera vez y a su tiempo de duración.

En estos artículos podrá leer más sobre los diferentes tipos de depresión que existen, la señales a las que estar atento y los tratamientos basados en evidencia que se recomiendan en niños.