Información útil si lleva a un niño a urgencias
in EnglishUna emergencia de salud mental suele ser una situación en la que el estado mental de alguien podría estar en peligro, ya sea para sí mismo o para los que le rodean. Es conveniente llevar a un niño, adolescente o joven a urgencias si su comportamiento se vuelve peligrosamente arriesgado o violento, o si amenaza con hacerse daño a sí mismo o a otra persona.
A veces, los padres, oficiales escolares o agentes de policía envían a un joven a urgencias si está fuera de control o parece estar fuera de la realidad.
Si se encuentra en una situación de tener que llevar a un niño a urgencias, es importante que sepa qué esperar. Durante una crisis de salud mental, lo que ocurre en la sala de urgencias es diferente a cuando se acude por una lesión o enfermedad física.
Evaluar la seguridad
En primer lugar, los médicos de urgencias no van a diagnosticar ni a tratar lo que está molestando a su hijo. En el ámbito de la salud mental no existe un equivalente a arreglar una pierna rota.
Lo principal que hacen los médicos en urgencias es evaluar la seguridad de su hijo. La pregunta clave que tratarán de responder es si su hijo es un peligro inminente para sí mismo o para los demás. Y le recomendarán pasos a seguir.
Si, a pesar de la angustia de su hijo, no creen que haya un peligro inminente, pueden enviarlo a casa con una recomendación de seguimiento con un terapeuta. Si creen que su hijo corre un alto riesgo de suicidio o de dañar a otros, el siguiente paso es la hospitalización. Esto se debe a que la principal prioridad de los médicos es mantener a su hijo seguro y vivo.
Los médicos harán esta evaluación de seguridad hablando con usted y con su hijo. En algún momento le pedirán que salga de la habitación para que los médicos puedan hablar en privado con su hijo. Los médicos hacen esto porque a veces un niño les cuenta a los médicos un plan de suicidio del que no ha hablado con sus padres.
Asegúrese de anotar los nombres de todos los médicos que hablen con su hijo. Tome nota de todo lo que le digan. Sus emociones serán demasiado intensas para procesar todo lo que se le viene encima, así que escríbalo todo.
Planes de seguimiento
Si su hijo no cuenta con un equipo de atención ambulatoria (como un terapeuta o un psiquiatra), intente que el hospital programe una cita de seguimiento con un proveedor antes de irse. La lista de espera en la mayoría de las clínicas puede ser de varios meses, y una gran ventaja de la visita a la sala de urgencias es que puede ascender en la lista de prioridades. Una llamada de un hospital a una clínica será devuelta mucho más rápido que cualquier llamada que usted haga personalmente.
Si llega a urgencias por la noche o en fin de semana, pida el nombre del trabajador social del hospital que va a programar la cita de seguimiento y consiga su número de teléfono directo. Llame al trabajador social a primera hora del siguiente día hábil. Si no contesta, vuelva a llamar dos horas más tarde. Siga llamando hasta que consiga la cita. Si no obtiene respuesta del trabajador social, considere la posibilidad de ponerse en contacto con el defensor del paciente del hospital.
También puede recurrir a un terapeuta por su cuenta. Pero los terapeutas privados pueden ser caros y difíciles de encontrar. Es posible que quiera acudir a cualquier cita clínica que ofrezca el hospital, incluso si planea ir con uno privado, para recibir algún tipo de ayuda mientras pone en orden su plan a largo plazo. Para saber cómo buscar una terapia asequible, vea nuestros consejos para encontrar a un profesional de la salud mental infantil.
Si no está de acuerdo con la evaluación de seguridad del médico
Si cree que su hijo corre el riesgo de suicidarse o puede hacer daño a otras personas, exprese su opinión de forma clara y contundente. Sea específico sobre sus preocupaciones: cosas que su hijo le haya dicho y patrones de comportamiento que indiquen que las cosas están empeorando.
Si su hijo ve a un terapeuta con regularidad y el terapeuta puede visitarlo en urgencias, pida a los médicos que hacen la evaluación en el hospital que hablen con ese terapeuta (tendrá que firmar una autorización para que puedan compartir la información). Si aún así no aceptan retener a su hijo, pregunte quién es el responsable si su hijo tiene un intento de suicidio en las próximas 48 horas. También puede considerar la posibilidad de escribir en los papeles del alta, antes de firmarlos, las palabras “Los padres han comunicado al personal médico que consideran que no es seguro que el niño regrese a casa”.
Sobre la observación a corto plazo
Algunos hospitales disponen de una unidad de observación de corto plazo en la que el niño puede permanecer hasta 72 horas. En algunos lugares esto se llama Programa integral de emergencias psiquiátricas (CPEP, por sus siglas en inglés). Cuando un niño está en alto riesgo y todavía no hay claridad en la necesidad de un tratamiento hospitalario, un par de días en un entorno de bajo estrés como éste (casi sin actividades, sin terapia, con observación las 24 horas y mucha televisión) puede ser un paso útil.
Si el tratamiento hospitalario es recomendado
Si su hijo es ingresado para recibir atención hospitalaria, puede tardar uno o dos días, o incluso más, para que una cama esté disponible (sobre todo si ha llegado tarde, un viernes o cerca de un día festivo). Esto significa que su hijo puede estar en urgencias durante mucho tiempo.
En la mayoría de los casos, la cama de hospitalización estará en otro lugar. Antes de que el equipo de trabajo social comience a buscar un lugar, pregunte cuáles son las opciones. En algunos casos, un centro puede estar lejos mientras que otro está más cerca, o uno puede tener 12 camas (y quizás un entorno más tranquilo) en lugar de 24.
Está bien preguntar qué unidades tienen la mejor reputación. Es posible que el médico de urgencias no haya estado nunca en ninguna de las instalaciones y que nunca haya tratado a alguien que haya salido de allí, pero el equipo de trabajo social suele saber más sobre las opciones.
Los adolescentes mayores pueden optar por unidades de adolescentes o de adultos. Cuando sea posible, opte por la de adolescentes. Es probable que en una sala de adultos las enfermedades sean más graves.
Si tiene que esperar mucho tiempo hasta que haya disponibilidad de cama, no sienta que tiene que quedarse en urgencias con su hijo todo el tiempo. De todos modos, es probable que su hijo vea la televisión la mayor parte del tiempo. Vaya a casa y recoja el cepillo de dientes de su hijo, los artículos de aseo (nada en frascos de cristal), el pijama (sin cordones), la ropa interior, los calcetines o los zapatos sin cordones, y la ropa de un par de días. Lleve revistas, libros de adivinanzas o crucigramas, u otras formas de entretenimiento, los aparatos electrónicos no estarán permitidos en la unidad. También puede llevar algo de comida para su hijo, ya que la comida del hospital no es la mejor.
Y no olvide ser amable con usted mismo. Recuerde que está haciendo lo correcto para su hijo.
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