Para muchos padres, el entrenamiento del control de esfínteres de sus hijos transcurre sin problema alguno, a pesar de un par de accidentes ocasionales. Sin embargo, cuando los niños siguen mojando la cama después de los cinco años, podrían tener un trastorno llamado enuresis.

Hay tres tipos de enuresis: nocturna, diurna y combinada. Para que un niño sea diagnosticado con este trastorno, los accidentes deben ocurrir por lo menos dos veces por semana, ya sea mientras duerme o durante el día. Los niños no se orinan a propósito, de hecho, sienten mucha vergüenza cuando les ocurre y a veces tratan de ocultarlo de sus padres.

Este trastorno podría ser hereditario, sobre todo de parte del padre, y se supera cuando los niños llegan a la adolescencia. Aunque también existe tratamiento con terapia y medicamentos para ayudar al niño, y a la familia, a sobrellevar la incomodidad de este trastorno.

– Gabriela Bobadilla, editora de español y directora de difusión | ✉