¿Qué son las dificultades de procesamiento sensorial?
Los niños con dificultades de procesamiento sensorial tienen problemas para manejar la información que reciben a través de sus sentidos, como lo que ven y lo que escuchan. Ellos sienten demasiados o muy pocos estímulos. Esto puede hacer que les resulte difícil sentirse cómodos y controlar su comportamiento. Por ejemplo, podrían salir corriendo de una habitación que consideran demasiado ruidosa o luminosa. También puede provocar problemas de aprendizaje e interacción con otros niños.
Algunos niños con dificultades de procesamiento sensorial batallan con la información de sus cinco sentidos básicos: la audición, el tacto, el gusto, la vista y el olfato. Algunos tienen problemas con la propiocepción, es decir, con la ubicación de su cuerpo en relación con otras personas y cosas. Otros tienen problemas con su sentido vestibular, cuyo funcionamiento tiene que ver con el movimiento, el equilibrio y el empleo de la parte correcta del cuerpo en el momento necesario.
Los niños con autismo suelen tener dificultades de procesamiento sensorial. Algunos niños con TDAH o TOC también los tienen. Las dificultades de procesamiento sensorial también pueden presentarse en niños sin ningún otro diagnóstico.
¿Cuáles son los síntomas de las dificultades de procesamiento sensorial?
Hay dos tipos de problemas de procesamiento sensorial:
- Algunos niños son hipersensibles. Para ellos, las cosas se perciben de manera más intensa: más ruidoso, más brillantes, etc. comparado con otras personas. Pueden sentirse abrumados con facilidad.
- Algunos niños son hiposensibles (poco sensibles). La estimulación normal no les parece gran cosa. Buscan experiencias sensoriales fuertes, como abrazos fuertes y movimientos rápidos.
Algunos niños son hipersensibles e hiposensibles al mismo tiempo con respecto a diferentes sensaciones. Otros son sólo hipersensibles o sólo hiposensibles.
Los niños hipersensibles pueden tener dificultades con:
- Las luces brillantes y los ruidos fuertes
- La ropa que se siente rasposa o incómoda
- Los zapatos que se sienten demasiado apretados
- Los ruidos de fondo que los demás no perciben
- Que los toquen, incluso las personas que conocen y quieren
- Tenerles miedo a los columpios y otros juguetes del parque infantil
- Chocar con las cosas y parecer torpes
- No saber cuánta fuerza están utilizando, de modo que pueden romper el papel al intentar borrar un error, o golpear objetos accidentalmente
Los niños hiposensibles pueden:
- Siempre querer tocar a las personas o las texturas
- Acercarse demasiado a la gente, incluso cuando otros niños de su edad respetan el espacio personal
- No molestarse por las lesiones que a otros niños les podrían doler
- No estar conscientes de su propia fuerza
- Tener problemas para quedarse sentados
- Les gusta saltar y chocar contra las cosas
- Les gusta mucho la presión física, como los abrazos fuertes
- Les gusta el movimiento intenso, como ir deprisa, girar en círculos o ser lanzados por el aire
¿Cómo se diagnostican las dificultades de procesamiento sensorial?
Las dificultades de procesamiento sensorial no son un trastorno de salud mental oficial. Sin embargo, el tratamiento puede ser útil. Para averiguar si un niño está teniendo problemas de procesamiento sensorial, un profesional puede hacerle pruebas sensoriales. Las observaciones de los padres y otros adultos en la vida del niño también son una parte importante del diagnóstico.
¿Cómo se tratan las dificultades de procesamiento sensorial?
Las dificultades de procesamiento sensorial suelen ser tratados con terapia ocupacional. Los terapeutas ocupacionales (OT, por sus siglas en inglés) emplean un tratamiento llamado terapia de integración sensorial. Los terapeutas ocupacionales trabajan con los niños en un gimnasio especial en el que pueden moverse mucho y recibir los estímulos sensoriales que necesitan.
Todavía no hay pruebas científicas de que esta terapia funcione. Sin embargo, muchos padres dicen que ha ayudado a sus hijos a sentirse mejor y a controlar su comportamiento.
Los padres y los maestros también pueden ayudar a los niños que tienen dificultades de procesamiento sensorial. Algunas ideas son:
- Ayudarlos a evitar las luces brillantes o los ruidos fuertes
- Utilizar texturas y pesos que los hagan sentir cómodos
- Concederles tiempo para poder moverse (como saltar, pisar o rebotar en una pelota)