Cuáles son las consecuencias adecuadas para el mal comportamiento? Queremos ayudar y no obstaculizar el desarrollo del comportamiento y la madurez de un niño con un IED.
Es bueno pensar en consecuencias apropiadas, pero puede ser igual de importante enseñarle a un niño con un trastorno explosivo intermitente (IED, por sus siglas en inglés) cómo poder afrontar un conflicto con anticipación, para ayudarlo a actuar en la mejor manera posible.
Para ayudarlo a madurar, dele más oportunidades para ser exitoso estableciendo expectativas con anticipación usando el “opuesto positivo”. Utilizamos el opuesto positivo para enseñarles a los niños y adolescentes qué hacer en lugar de centrarnos en lo que no deben hacer. Centrarse en lo que un niño debe hacer es una gran oportunidad de enseñanza que resulta en el desarrollo de habilidades que le ayudarán en su vida cotidiana. Por ejemplo, si un niño tiene reacciones explosivas con frecuencia porque sus compañeros no están de acuerdo con él, antes de que empiece a jugar, un maestro le pediría que juegue con calma y que busque un adulto que lo ayude a resolver el problema durante el juego si él está sintiendo un desencadenamiento. En lugar de decirle que no explote cuando haya un cambio de planes, un maestro tendría una conversación con él con antelación sobre el hecho de que los planes pueden cambiar y él podría molestarse por esto. Dígale que puede discutir sus sentimientos con un adulto, y que puede beneficiarse de un privilegio si logra seguir la corriente.
Junto con esto, puede establecer sistemas de comportamiento que proporcionen un refuerzo positivo inmediato como reacción hacia los comportamientos positivos. Algunos ejemplos de conductas a las que dirigirse incluyen: “Lidiar con los cambios con calma” o “Seguir la corriente cuando haya un cambio”. Al participar en esas conductas, obtendría recompensas de los maestros. Estas recompensas podrían incluir elogios específicos, puntos hacia ciertos privilegios o un privilegio real en el momento (como tiempo extra en la computadora, visitar a un amigo en otra clase o ayudar al maestro).
Debemos recordar que la atención, ya sea positiva o negativa, es lo que más refuerza todos los tipos de comportamiento. Como adultos, podemos reforzar sin querer los comportamientos que queremos castigar, simplemente prestándoles atención. Es por eso que recomendamos ignorar activamente la mala conducta de los menores. Ignorar activamente es una técnica en la que se ignora un comportamiento negativo hasta que se observe al niño actuando positivamente, aunque sea por accidente.
Para comportamientos que resulten en agresión o destrucción de la propiedad, debería haber una pérdida de algún privilegio o una consecuencia de tiempo limitado (por ejemplo, hacer que un niño no pueda participar en un juego por cinco minutos, perder un número específico de minutos de recreo o tiempo de elección, tiempo de espera en el aula de clases o un traslado a una sala especial de respaldo por cinco minutos).