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Cómo tratar la ansiedad en niños al trabajar únicamente con los padres

En SPACE, los niños tienen avances a medida que el terapeuta trabaja con sus padres.

Escrito por: Caroline Miller

Experto clínico: Qiuyuan Liu, LCSW, DSW

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El tratamiento para niños con ansiedad siempre implica cierta participación de los padres. Pero ahora existe una forma efectiva de terapia para niños con ansiedad en la que el terapeuta trabaja únicamente con los padres.

Se llama SPACE, por sus siglas en inglés (Supportive Parenting for Anxious Childhood Emotions) y fue desarrollada por un psicólogo de Yale Child Study Center llamado Eli Lebowitz, PhD.

En SPACE, el terapeuta trabaja con los padres para ayudarlos a cambiar la forma en que responden al comportamiento de ansiedad de su hijo. Eso, a su vez, ayuda a reducir la ansiedad del niño. Los estudios han demostrado (en inglés) que SPACE es tan eficaz en el tratamiento de la ansiedad infantil como los tratamientos en los que el terapeuta trabaja directamente con el niño. Se puede utilizar para todos los trastornos de ansiedad, así como para el TOC.

¿Cómo funciona SPACE?

Como explica el Dr. Lebowitz, SPACE se basa en el reconocimiento de que los niños están programados para acudir a sus padres cuando se sienten angustiados, y los padres están programados para responder y aliviar su angustia. En el caso de la ansiedad, los niños recurren a los padres para que los protejan de aquello que temen: “¿Puedo dormir en tu cama? ¿Puedo quedarme en casa sin ir a la escuela? ¿Estás seguro de que esto no me enfermará?”.

La respuesta instintiva de un padre o una madre es proteger al niño de un sentimiento angustiante: “Me sentaré contigo hasta que te duermas. Podemos cruzar la calle para evitar a ese perro. No tenemos que ir a esa fiesta donde habrá un payaso”. Esas respuestas, que aíslan al niño de lo que teme, se llaman adaptaciones. El niño se siente aliviado a corto plazo. Pero los padres que salen al rescate le confirman al niño que necesitan a alguien fuerte para protegerlos, y de esta manera les quitan la oportunidad de desarrollar resiliencia.

Los niños observan a sus padres para saber quiénes son ellos, señala el Dr. Leibowitz. Entonces, cuando los padres les devuelven el reflejo de que están indefensos frente a la ansiedad y necesitan protección, eso es lo que los niños aprenden a sentir sobre sí mismos.

Por otro lado, si los padres responden comunicando su confianza en que el niño puede lidiar con la ansiedad, aunque sea incómodo, el niño aprende con el tiempo cómo superar las situaciones que le causan ansiedad. La práctica de lidiar con los sentimientos de ansiedad hace que la ansiedad se desvanezca poco a poco. Y los niños que obtienen un reflejo de sí mismos como fuertes y capaces de manejar su ansiedad, sin la adaptación de los padres, se ven a sí mismos de esa manera.

“Es un instinto de querer salvar a tu hijo de una situación estresante”, señala Qiuyuan Liu, LCSW, DSW, trabajadora social clínica del Child Mind Institute que usa SPACE con familias. “Pero tal vez te preguntes si con la adaptación que le estás brindando a tu hijo, ¿lo estás ayudando a enfrentar su miedo o lo estás ayudando a huir de él?”.

En un estudio (en inglés) con padres de niños ansiosos, el 97 por ciento informó que recurrió a adaptaciones. Reducir estas adaptaciones siempre ha sido parte de los tratamientos más comunes para niños con ansiedad, es decir, la TCC (terapia cognitivo-conductual) o la ERP, por sus siglas en inglés (terapia de exposición y prevención de respuesta). Lo innovador de SPACE es que puede funcionar sin que los niños participen de manera directa.

¿Para quién es adecuado SPACE?

La Dra. Liu dice que SPACE es especialmente útil cuando un niño ansioso no está dispuesto a participar en la terapia. “Por ejemplo —señala— un niño que tiene ansiedad por separación, que quiere estar con su mamá todos los días y no quiere irse a la cama solo, puede no tener la motivación para cambiar su comportamiento mientras su madre esté dispuesta a estar con él”.

SPACE es más apropiado para los niños más pequeños y aquellos cuyos padres son más complacientes, dice la Dra. Liu. “Con los niños de menor edad, los padres suelen ser más protectores y más complacientes. Y es bueno para los padres que son más ansiosos y que además ceden a la ansiedad de sus hijos”.

Cómo está estructurado SPACE

La terapia SPACE está estructurada en 12 sesiones semanales. El primer paso es establecer una relación con los padres y explicarles cómo funciona SPACE. Los padres deben entender cómo las adaptaciones evitan que los niños puedan dominar sus temores. El médico ayuda a los padres preocupados a sentirse cómodos con la idea de utilizar menos adaptaciones y desarrollar su confianza en que pueden cambiar la forma de reaccionar ante la incomodidad del niño.

Se guía a los padres para que hagan una lista de sus adaptaciones, tanto las cosas que están haciendo, como aquellas cosas que no están haciendo debido a la ansiedad de sus hijos. Tal vez se queden en casa y no vayan al trabajo o lleguen temprano a casa para hacerle compañía al niño, o eviten viajar en avión o ir a lugares en los que se pueden presentar potenciales factores que desencadenen la ansiedad, como zoológicos, restaurantes o cines. Algunas de estas acciones pueden haberse convertido en hábitos tan integrados que los padres puede que no se den cuenta de que son adaptaciones, señala la Dra. Liu.

Reducir las adaptaciones

En SPACE, el profesional clínico guía a los padres para que reduzcan esas adaptaciones paso a paso, a medida que pasan de ser el salvador de su hijo a desempeñar un papel de mayor apoyo.

Se les pide a los padres que elijan una adaptación con la cual empezar a trabajar. “Por lo general, los padres quieren enfocarse en la principal, pero eso puede ser demasiado difícil”, dice la Dra. Liu. “Entonces, siempre sugiero elegir una fácil, una que piensen que será más fácil de aceptar para ellos y los niños”.

Las adaptaciones se pueden reducir de manera gradual. Por ejemplo, si tu hijo te llama todos los días después de la escuela, podrías esperar cinco minutos antes de devolverle la llamada. “Y le puedes decir al niño: ´A partir de ahora, te devolveré la llamada un poco después. Esto no es porque no te quiera, no es porque te quiera castigar, es porque quiero que practiques tu capacidad de tolerar que no responda tu llamada, ¡y creo que puedes tolerar estos cinco minutos!´”, dice la Dra. Liu.

Una razón para comenzar con algo fácil es que puede haber resistencia. Los niños pueden expresar más ansiedad al principio, y puede que algunos arremetan y acusen a sus padres de abandonarlos.

“A veces puede que se enojen, y digan cosas como: ‘¿Por qué me haces esto? No entiendo’. O ‘solamente estás haciendo esto por ti, porque no me quieres’, o ‘lo estás haciendo porque no quieres llevarme a la escuela todos los días’”.

En SPACE, los padres aprenden y ensayan formas de reaccionar para que se puedan sentir cómodos con el cambio. Una estrategia que aprenden los padres es a ignorar de manera activa. El objetivo es ignorar activamente las reacciones ansiosas del niño, siempre que no sean peligrosas o destructivas. En su lugar, se enseña a los padres a prestar más atención al progreso del niño. “Y cuando logramos modificar con éxito un comportamiento —agrega la Dra. Liu— entonces los padres pueden discutir con los niños qué comportamientos quieren cambiar a continuación”.

Un plan de comportamiento puede ayudar, al explicar las conductas específicas que se practican cada semana y las recompensas que se obtienen por el éxito en el cumplimiento de esos objetivos. “Te estás esforzando mucho  —dice la Dra. Liu— queremos recompensarte por eso”.

Los padres necesitan actuar en un frente unido

La Dra. Liu enfatiza que para que SPACE funcione, es importante que los padres trabajen juntos. Es común que uno de los padres sea más complaciente. “Puede haber muchos conflictos entre los padres porque uno quiere impulsar a los niños ‘tú puedes hacerlo solo’, cuando el otro piensa ‘no sé si pueda’”, dice.

Los padres que pasan más tiempo con los niños son a menudo los que brindan más adaptaciones, agrega. Eso los convierte en la persona a la que acudir cuando los niños se sienten ansiosos. “Por eso es muy importante para nosotros hacer esto con ambos padres, porque queremos un frente unido. Queremos que los padres hagan un anuncio de que a partir de ahora, no importa si vas con mamá o papá, ambos responderemos de la misma manera”.

¿SPACE funciona para la ansiedad severa?

Para casos de ansiedad más grave, se suele combinar alguna forma de terapia (SPACE, TCC o ERP) con medicamentos, generalmente un antidepresivo llamado ISRS.

La Dra. Liu compara la medicación con un chaleco salvavidas para un niño que está en problemas en el agua. “Si estás en el agua y estás luchando para no ahogarte, no tienes la energía para nadar hacia la orilla. El medicamento es en realidad algo a lo que agarrarse para mantener la cabeza a flote. Y la terapia es algo que te enseña cómo nadar hacia la orilla”.

SPACE puede ser especialmente difícil de usar cuando un niño con ansiedad también está deprimido, se autolesiona o tiene ideas suicidas. “Aunque queremos alentar a los padres a que reduzcan sus adaptaciones para animar a los niños a enfrentar sus miedos, la seguridad es siempre la máxima prioridad”, dice. “Entonces, a veces seguimos haciendo SPACE con los padres, pero en el entendido de que no harán ningún cambio en este momento. Sólo queremos darles la idea de cómo funciona esto, pero primero queremos tratar la depresión. Queremos que nuestros hijos estén estables y seguros incluso antes de hacer cualquier movimiento”.

La última revisión de este artículo se realizó el 13 de junio de 2024.