¿Qué es la ansiedad por separación?
Preocupaciones extremas de que algo les suceda a sus padres cuando están separados.
Expertos clínicos: Ron J. Steingard, MD , Clark Goldstein, PhD , Jerry Bubrick, PhD , Amanda Greenspan, LCSW
in EnglishLo que aprenderá
- ¿Qué es el trastorno de ansiedad por separación?
- ¿Cómo afecta la ansiedad por separación a los niños?
- ¿Cómo se trata la ansiedad por separación?
Lectura rápida
Es común que los niños pequeños tengan problemas para separarse de sus padres. Pero los niños con trastorno de ansiedad por separación sienten un temor tan extremo de estar alejados que se interpone en la vida diaria. Y estos temores no mejoran a medida que el niño crece. Por ejemplo, un niño con ansiedad por separación puede tener problemas para concentrarse en clase porque le preocupa que sus padres tengan un accidente automovilístico.
Los niños con ansiedad por separación suelen ausentarse de actividades como las fiestas de cumpleaños y eventos deportivos. Puede que se nieguen a ir a la escuela o, si van, llaman a casa repetidamente para que les aseguren que sus padres están bien. También es posible que se aferren a sus padres en casa, o que estén demasiado preocupados como para dormir en sus propias camas. A veces, los niños se sienten ansiosos incluso antes de que se produzca la separación, como experimentar un dolor de estómago antes que uno de sus padres se vaya de viaje.
Si esto le resulta familiar, puede ayudar obtener tratamiento. El tratamiento del trastorno de ansiedad por separación implica que tanto el padre como el niño asistan a terapia. Los padres pueden aprender a establecer límites con sus hijos y apoyarlos para que exploren el mundo por su cuenta. Los niños pueden aprender habilidades para enfrentarse a los pensamientos y sentimientos de miedo y practicar la separación poco a poco. La mayoría de los niños con ansiedad por separación mejoran mucho con el tratamiento, especialmente si su ansiedad se detecta a tiempo.
Los niños pequeños que se aferran a su mamá cuando ella se va al trabajo, o que lloran cuando los dejan con la niñera, son bastante comunes. Aunque nos preocupa su angustia, sabemos que la mayoría de ellos superarán el miedo y la ansiedad de separarse de sus padres a medida que crezcan y adquieran más confianza en sus propias capacidades.
Pero para algunos niños la ansiedad persiste hasta los años escolares, y se torna más generalizada en lugar de menos. Estos niños han desarrollado el trastorno de ansiedad por separación, y sus preocupaciones acerca de estar lejos de sus padres tienden a multiplicarse mucho más allá del momento de la separación. Cuando los niños con ansiedad por separación están lejos de sus cuidadores, pueden desarrollar miedos extremos que parecen melodramáticos para el resto de nosotros, pero que para ellos son muy reales.
Por ejemplo, una niña con ansiedad por separación podría tener dificultad para concentrarse en clase porque podría temer que su padre tenga un accidente automovilístico. Podría estar preocupada de que su familia salga lesionada, o de que ella se lastime, o incluso de que la abandonen. Si su padre llega cinco minutos tarde a recogerla de su práctica de básquetbol, podría asumir que la familia se ha ido de la ciudad sin ella.
Llamadas y mensajes por preocupación
La tecnología de los teléfonos móviles puede exacerbar la ansiedad en lugar de reducirla. Esto se debe a que ahora se tiene la expectativa de que siempre podemos estar en contacto el uno con el otro. Muchos padres de niños con ansiedad por separación están acostumbrados a recibir docenas de mensajes de texto y llamadas telefónicas por preocupación durante todo el día, mientras están en el trabajo o sus hijos en la escuela, y algunos niños comienzan a entrar en pánico cuando mamá o papá no responden o tienen el celular fuera del área de recepción.
La ansiedad por separación en sí misma, cuando es apropiada al nivel de desarrollo, no es necesariamente algo malo. Aunque se siente incómodo, la ansiedad puede ser útil porque nos anima a ser más reflexivos y cautelosos al enfrentarnos a una nueva situación.
Como explica el Dr. Ron Steingard, psiquiatra del Child Mind Institute: “Es normal tener problemas relacionados con la separación a lo largo de las diferentes etapas del desarrollo, porque el mundo no es seguro y [los niños] todavía no han aprendido a dominar el hecho de estar lejos de las personas que los cuidan. A medida que se desarrollan, y comienzan a dominar situaciones y desarrollar habilidades, debería ser más fácil”.
Perderse actividades
No se vuelve más fácil para los niños que tienen ansiedad por separación severa y persistente. Estos niños tienen una dificultad inusual para decir adiós (una madre que conocemos ha considerado renunciar a su trabajo debido a los ataques de pánico que experimenta su hija cada vez que ella se va al trabajo), y además la ansiedad no se detiene ahí.
La angustia que experimentan estos niños por la separación les impide participar en actividades apropiadas a su edad y los aleja de oportunidades de aprendizaje, como unirse a equipos deportivos, o incluso —en algunos casos— ir a la escuela. La ansiedad también tiene un costo social (niños de nueve años que todavía necesitan a su mamá para que se quede junto a ellos durante una fiesta de cumpleaños o que no irían a una pijamada, a menos que sea en su propia casa.
El apego excesivo también persiste en el hogar, donde los niños suelen ser “la sombra” de uno de sus padres de una habitación a otra. Algunos niños con ansiedad por separación tienen miedo de quedarse solos en un segundo piso o dormir solos en sus camas. Algunos padres nos cuentan sobre niños que insisten en compartir la cama de papá y mamá por las noches, o describen que se despiertan como “un reloj de alarma” a las 5 o 6 de la mañana cuando su hijo se sube a la cama con ellos.
Ansiedad al solo pensar en la separación
Mientras que los niños más pequeños por lo general se sienten ansiosos en el momento de la separación, los niños mayores pueden experimentar ansiedad anticipada. El doctor Clark Goldstein, psicólogo clínico, dice que algunos de los niños que trata por ansiedad por separación, en realidad se ponen más nerviosos al anticipar una separación que durante la separación en sí. Estos niños puede que también tengan pesadillas acerca de la separación. Ya sea que su ansiedad sea anticipada o inmediata, muchos niños también experimentan los síntomas físicos de la ansiedad, que incluyen dolores de cabeza o dolores de estómago.
Si usted piensa en la ansiedad como un sistema de alarma que funciona cuando percibimos una amenaza, los niños con ansiedad por separación tienen sistemas de alarma que funcionan mal, señala el Dr. Steingard. “O tienen un sistema de alarma que siempre está encendido, de manera que nunca se sienten cómodos en realidad al asumir riesgos y avanzar, o tienen uno de esos sistemas de alarma defectuosos que se activan de vez en cuando y que simplemente los desestabilizan. De cualquier manera, se pueden quedar atascados en una estrategia de tener a alguien que pueda protegerlos: usualmente los padres. Esta persona puede brindarme seguridad, así que voy a quedarme con ella. O piensan: “Este es un lugar seguro para mí, me voy a quedar aquí”.
Buscar ayuda efectiva
Si estos síntomas le suenan familiares, y usted ha notado que persisten en el tiempo, es una buena idea hablar con el pediatra de su hijo o consultar con un especialista. La ansiedad es más difícil de tratar mientras más tiempo ha vivido el niño con ella. Pero la buena noticia es que la mayoría de los niños responden muy bien al tratamiento, en especial si se detecta a tiempo.
El tratamiento para el trastorno de ansiedad por separación involucra generalmente terapia cognitivo-conductual, un enfoque de tratamiento que ayuda a los niños a aprender a manejar sus miedos. Esto podría incluir terapia de exposición, una forma de tratamiento que expone a los niños a la separación de manera cuidadosa, en dosis pequeñas y controladas, lo cual ayuda a reducir la ansiedad con el tiempo. Para ayudar a disminuir la ansiedad, los doctores podrían utilizar también ejercicios de relajación y afirmaciones de afrontamiento que fomentan pensamientos positivos y racionales. En algunos casos más difíciles se podrían prescribir medicamentos para ayudar a reducir la ansiedad y ayudar a que la terapia sea más efectiva.
La capacitación para padres es parte del tratamiento
Otro componente importante para tratar la ansiedad por separación es la capacitación para padres. Los padres comprensivos, que quieren ahorrarle preocupaciones a los niños, podrían estar fortaleciéndolas de manera involuntaria.
“Los padres suelen ser reacios a la separción porque saben que su hijo está preocupado”, explica el Dr. Jerry Bubrick, psicólogo clínico del Child Mind Institute que trabaja con niños con ansiedad por separación. “Pero al mostrarse reacios, en realidad están reforzando el miedo en lugar de reforzar el esfuerzo por separarse”. Los padres pueden ayudar al ofrecer refuerzos positivos cada vez que un niño completa con éxito una de sus metas. Algunos médicos enseñan a los padres a otorgar puntos a los niños como recompensa por cada meta que completen.
Tratar la ansiedad por separación les permite a los niños volver a la tarea de ser niños, la cual consiste en aprender. Cuanto más tiempo sigan viviendo con su ansiedad, se perderán de más oportunidades de aprendizaje importantes. Y cuanto más tiempo pasen tomando decisiones basadas en evitar una separación dolorosa, mayor será la probabilidad de que desarrollen personalidades evasivas y otros trastornos de ansiedad o del estado de ánimo.
La ansiedad interfiere con el aprendizaje
“Si no son tratados, estos niños se pueden convertir en personas muy inhibidas que evitan los riesgos —dice Steingard— lo cual es algo malo en la niñez, porque la niñez está llena de oportunidades para asumir riesgos y aprender. Los niños están en el momento en el que se están expandiendo. Por necesidad, su universo se tiene que expandir. Todo a lo que están expuestos es novedoso, y la exposición a eventos novedosos causa ansiedad por sí sola.
La mayoría de nosotros aprendemos a dominar esa ansiedad, a desarrollar habilidades que nos permitan movernos hacia nuevas situaciones y conocer personas nuevas. Necesitamos ayudar a estos niños a ponerse al día en el desarrollo de sus habilidades hasta que están al punto en donde sean lo suficientemente fuertes para valerse por sí mismos”.