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¿Qué es la tricotilomanía?

La tricotilomanía, también conocida como arrancarse el cabello, es un trastorno mental que hace que los niños tengan un impulso incontrolable de arrancarse el pelo. Lo más habitual es arrancarse el pelo de la cabeza. Algunos niños también se arrancan el pelo de otras partes del cuerpo, como las pestañas, las cejas, los genitales, los brazos y las piernas. Muchos niños se arrancan el pelo sin darse cuenta. Algunos niños con tricotilomanía también juegan con su cabello o se lo comen después de arrancarlo.

A veces, los niños con tricotilomanía no se dan cuenta de que lo hacen hasta después de mucho tiempo de haber estado arrancándose el cabello. Por ejemplo, el niño puede estar distraído viendo la televisión, luego mira hacia abajo y se da cuenta de que el sofá está cubierto de los cabellos que se ha arrancado. Esto se llama tricotilomanía automática.

Otros niños con tricotilomanía están conscientes de lo que están haciendo. Se arrancan el pelo porque eso los hace sentir mejor o incluso les gusta. A menudo, esperan a estar solos antes de ponerse a arrancarse el pelo. Esto se llama tricotilomanía focalizada.

¿Cuáles son los síntomas de la tricotilomanía?

Las señales de que un niño podría tener tricotilomanía incluyen:

  • Pérdida de cabello desigual o de un solo lado.
  • Perder repentinamente mucho cabello.
  • Muchos pelos en el suelo o en las almohadas de la habitación del niño.
  • Llevar constantemente las manos cerca de la cabeza.
  • Usar sombreros u otros artículos para cubrirse la cabeza porque no quieren que los demás vean sus calvas.
  • Mirarse constantemente en el espejo.
  • Baja autoestima.
  • Sentirse avergonzados por su aspecto o porque no pueden dejar de arrancarse el pelo.

La tricotilomanía suele comenzar alrededor de los 12 años, pero también puede presentarse en niños más pequeños.

¿Cómo se diagnostica la tricotilomanía?

La tricotilomanía se diagnostica cuando un niño lleva mucho tiempo arrancándose el pelo y está muy molesto por ello. Para ser diagnosticado, el niño debe haber intentado, sin éxito, dejar de arrancarse el pelo por su cuenta.

Antes de recibir un diagnóstico, los niños suelen someterse a pruebas para detectar infecciones en el cuero cabelludo u otras razones médicas que expliquen su pérdida de cabello.

¿Cómo se trata la tricotilomanía?

La tricotilomanía suele tratarse con una forma de terapia cognitivo-conductual o TCC (CBT, por sus siglas en inglés) llamada terapia de reversión de hábitos. Este tratamiento ayuda a los niños a comprender las emociones y situaciones que los llevan a tener la necesidad de arrancarse el pelo. Aprenden habilidades y herramientas para sustituir los tirones, o para detenerse cuando están a punto de empezar.

A veces, algo tan sencillo como peinarse el cabello hacia atrás o llevar pulseras llamativas y colgantes puede hacer que los niños sean más conscientes y ayudarlos a detenerse. Algunos médicos sugieren trucos que les dificulten los tirones de pelo, como usar curitas en los dedos. Los niños que juegan con el cabello después de habérselo arrancado pueden intentar también llevar consigo otros objetos pequeños para distraerse, como clips o gomas de borrar.

La medicación no es el tratamiento principal para la tricotilomanía, pero algunos niños podrían beneficiarse de tomar medicamentos antidepresivos mientras aprenden nuevas habilidades en terapia.

La última revisión de este guía se realizó el 19 de septiembre de 2024.