Trastornos de tics: Tratamiento
Terapia conductual: El tratamiento conductual más conocido para los trastornos de tics es una forma de terapia cognitivo-conductual o TCC (CBT, por sus siglas en inglés) llamada entrenamiento de reversión de hábitos. Se le enseña a un niño a reconocer el impulso premonitorio que precede a un tic inminente y a identificar las situaciones que pueden desencadenar los tics. El niño y el terapeuta desarrollan una respuesta “competitiva”, una acción que el niño realiza cuando siente el impulso, que es incompatible con el tic y menos perceptible para los demás. Por ejemplo, un niño cuyo tic consiste en sorber su nariz puede hacer un ejercicio de respiración. A los niños también se les puede enseñar técnicas de relajación para disminuir la frecuencia de los tics.
Farmacológico: Hay una variedad de medicamentos comúnmente recetados para ayudar a controlar los síntomas del trastorno de tics, y un profesional experimentado debe controlar cuidadosamente cualquier regimen de medicamentos. El médico de su hijo puede recetar medicamentos neurolépticos, que parecen ayudar a controlar los tics al bloquear los neurotransmisores de dopamina del cerebro.