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¿Qué debe buscar en un diagnóstico?

Las señales de que un médico está evaluando a su hijo con cuidado

Escrito por: Caroline Miller

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Cuando un niño está experimentando problemas emocionales o de comportamiento, no hay exámenes de sangre o radiografías que le digan lo que está mal. Añada a eso el hecho de que los niños a menudo no son capaces de decirle claramente lo que les molesta. Hemos escuchado a muchos padres decir que están frustrados porque no pueden entender por qué su hijo está comportándose mal, es infeliz, o por qué tiene dificultades en la escuela.

La clave para obtener una ayuda de calidad es obtener una idea clara de lo que está sucediendo. Y eso no siempre es tan simple como nos gustaría. Puede ser difícil elegir entre los muchos tipos de profesionales que diagnostican problemas de salud mental y del desarrollo. Y si el médico que usted visita está apurado o no está familiarizado con el tipo de problemas que su hijo está teniendo, usted puede obtener una idea confusa o incompleta.

Por eso es importante saber cómo determinar si el médico que está viendo para un diagnóstico, ya sea su pediatra o un profesional de salud mental, está siguiendo las mejores prácticas para determinar qué es lo que preocupa a su hijo.

Una evaluación amplia

Para un diagnóstico eficaz, el médico necesita reunir información sobre todos los aspectos del desempeño emocional y del comportamiento de su hijo, no sólo la corta lista de cosas que usted encuentra problemáticas. Una de las causas más comunes de diagnóstico erróneo es centrarse sólo en las ideas preconcebidas de los padres sobre lo que está mal con el niño.

El panorama más amplio del estado de ánimo y comportamiento del niño es esencial porque la raíz de los síntomas que le preocupan puede no ser obvia. Por ejemplo, un niño que parece enojado o agresivo, en realidad podría estar intensamente ansioso. Un niño que tiene problemas para prestar atención en la escuela podría no tener, como se supone comúnmente, TDAH, en cambio, podría estar deprimido o, de nuevo, ansioso. (La ansiedad, de hecho, a menudo pasa desapercibida en los niños porque se disfraza de una amplia gama de comportamientos.)

“A menudo, los síntomas que se presentan pueden tener muchas causas diferentes”, explica Ron Steingard, un psiquiatra de niños y adolescentes en el Child Mind Institute. “Una entrevista completa y rigurosa debe cubrir a todos los colaboradores potenciales”.

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Un historial completo

Su médico debe hacer preguntas no sólo sobre el estado de ánimo y desempeño actual de su hijo, sino también sobre el historial de su hijo. Saber cómo los comportamientos de su hijo han evolucionado y cambiado a medida que ha avanzado en su desarrollo, puede hacer una gran diferencia para entender lo que le está molestando ahora, y cómo tratarlo.

“Tenemos que pensar en el diagnóstico como una narrativa, no sólo para marcar una serie de casillas”, dice el Dr. Steingard, un experto en el diagnóstico de niños con problemas complejos. “Tenemos que indagar sobre todas las cosas que han traído al niño a este momento”.

Por ejemplo, tome nota de un niño de 10 años que está gravemente ansioso acerca de la escuela. Si ya estaba inusualmente ansioso acerca de, por ejemplo, separarse de sus padres, a los 3 o 4, usted sospecharía que tiene un problema fundamental que regula su sistema de alarma interno. Usted podría tratarlo de manera diferente a un niño que se convirtió en temeroso sólo después de que comenzó la escuela, quien es más probable que haya aprendido la ansiedad en respuesta a los problemas de la escuela.

Considere más de un problema

Otro de los objetivos de la entrevista detallada es evitar el error de asumir que todos los comportamientos del niño tienen una sola fuente. Esto es particularmente importante porque es muy común que los niños tengan varios desafíos superpuestos. Los niños que tienen autismo también pueden tener TDAH. Los niños que tienen discapacidades de aprendizaje también pueden haber desarrollado depresión o ansiedad, que no desaparecerán automáticamente si sólo reciben ayuda con el problema de aprendizaje.

El Dr. Steingard da el ejemplo de un niño que fue descrito por sus padres como hiperactivo e impulsivo, y fue tratado con medicamentos para el TDAH. Sus padres notaron una respuesta contundente a los medicamentos en su comportamiento en casa. Sin embargo, sorprendentemente, sus maestros informaron que su desempeño era menos confiable y por lo tanto con menos mejoría en la escuela. Lo que había pasado desapercibido es que, además del TDAH, también estaba experimentando una severa ansiedad. Los medicamentos estimulantes no funcionaban en la escuela porque la escuela era el foco de su ansiedad, y eso hacía que le fuera muy difícil concentrarse y tranquilizarse.

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Múltiples fuentes

El médico tampoco debe depender únicamente de los padres para obtener información sobre el desempeño del niño. Algunos niños se comportan de manera muy diferente en diferentes contextos, como en la casa y en la escuela. Si los síntomas del niño aparecen sólo cuando está en casa, o sólo en la escuela, o sólo con un grupo de personas, pueden ser interpretados de manera muy diferente que si están ocurriendo en varios entornos.

Por eso es importante que el médico recopile información del propio niño, de sus padres, maestros y otros adultos que tienen conocimiento de él. Las herramientas de prueba, en forma de cuestionarios y escalas de calificación, a menudo se utilizan para recopilar información de otras fuentes.

Herramientas diagnosticas

Existen muchas herramientas de diagnóstico especializadas que los médicos utilizan como ayuda para obtener una muestra objetiva de los comportamientos y síntomas del  niño.

Algunas de estas herramientas toman la forma de entrevistas estructuradas, en las que un médico hace un conjunto de preguntas específicas sobre el comportamiento del niño. Las preguntas se basan en los criterios para los trastornos psiquiátricos como aparecen en los niños. Las respuestas se usan para guiar el pensamiento del médico en el diagnóstico.

Las herramientas comunes que son entrevistas estructuradas incluyen algo denominado Programación de Entrevista de Trastornos de Ansiedad (ADIS, por sus siglas en inglés) y la Programación para Niños de Trastornos Afectivos y de Esquizofrenia (K-SADS, por sus siglas en inglés).

Algunas de las herramientas utilizadas para ayudar en la recopilación de información son las escalas de calificación, en las cuales el niño es calificado numéricamente en una lista de síntomas. Por ejemplo, Sistema de Evaluación del Comportamiento para Niños (BASC, por sus siglas en inglés) es un conjunto de preguntas personalizadas para padres, maestros y el paciente, que utilizan múltiples perspectivas para ayudar al médico a comprender los comportamientos y emociones del paciente e indican dónde es necesaria una exploración adicional.

Para los niños que pueden tener TDAH, las herramientas de uso común incluyen la escala de puntuación SNAP (Swanson, Nolan y Pelham) para maestros y padres, que les otorga puntuación a los niños sobre la frecuencia en que ocurre cada uno de los 18 síntomas en la lista.

Por otro lado, la Prueba de Rendimiento Continuo (CPT, por sus siglas en inglés) que califica la capacidad de un niño para completar una tarea aburrida y repetitiva durante un período de tiempo, es el estándar para diferenciar a los niños cuya inatención es un síntoma de ADHD en lugar de alguna otra causa, como la ansiedad.

El Programa de Observación de Diagnóstico de Autismo (A-DOS, por sus siglas en inglés) es un conjunto de tareas que implican la interacción entre el evaluador y el niño, que están diseñadas para diagnosticar el autismo.

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Cómo encontrar un profesional calificado

Al buscar un especialista en salud mental para evaluar a su hijo, usted querrá estar preparado con preguntas que le ayudarán a decidir si un médico en particular es una buena opción para sus necesidades:

  • ¿Qué clase de entrenamiento tiene?
  • ¿Está usted certificado y/o tiene licencia?
  • ¿Cuánta experiencia tiene para diagnosticar a niños cuyos comportamientos son similares a los del mío?
  • ¿Cómo usted llega a un diagnóstico?
  • ¿Recomendaría diferentes opciones de tratamiento y podría remitrlo a otros profesionales si es necesario?

Evite el enfoque de prueba y error

Una última cosa con la que debe tener cuidado es aceptar el tratamiento de un médico que ofrece escribir una receta sin antes dar un diagnóstico o explicación para el comportamiento de su hijo.

Así como un dolor de cabeza puede ser causado por muchas cosas diferentes, el comportamiento preocupante o los cambio de humor pueden ser síntomas de una serie de trastornos psiquiátricos y del desarrollo. Es un error probar medicamentos para ver si trabajan en los síntomas, sin un esfuerzo genuino para entender las causas.

Esto sucede, en particular, cuando el niño es difícil de manejar. Puede ser necesario poner al niño que está fuera de control bajo medicamentos, pero no debe hacerse en lugar de un diagnóstico cuidadoso, especialmente porque la terapia conductual es sorprendentemente efectiva para muchos niños con conducta disruptiva.

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Disruptive Behavior: Why It’s Often Misdiagnosed

Challenges in Diagnosing Psychiatric Problems in Very Young Children

La última revisión de este artículo se realizó el 7 de marzo de 2022.