Los padres de familias mezcladas deberían recordarle a sus hijos que el hecho de no ser familia biológica no significa que no lo sean. Si tuviste un comienzo difícil con tu hijastro o hijastra, sigue demostrándole que eres una persona adulta emocionalmente estable que piensa estar en su vida a largo plazo. Si tuviste un comienzo pacífico, sigue construyendo y alimentando esa relación y pregúntale qué piensa, qué sueña y qué desea.
Consejos para las familias mezcladas
Cómo ayudar a hijastros e hijastras a sentirse felices y apoyados en ambos hogares.
Experto clínico: Ann-Louise Lockhart, PsyD, ABPP
in EnglishEste artículo apareció originalmente en el blog del Instituto Gottman.
Por la Dra. Ann-Louise Lockhart
Ser padre o madre conlleva muchas alegrías y muchos retos. La crianza de los hijos es diferente para cada persona y cada familia dependiendo de su origen étnico, su región geográfica y su tamaño. Ser padrastro o madrastra en una familia mezclada puede ser aún más difícil, puesto que los niños pasan de un entorno familiar a otro. Es importante que todos los niños se sientan incluidos en todos los entornos familiares.
Hemos preparado algunos de los mensajes más significativos que deben ser compartidos y sentidos por los niños que viven en hogares con padrastros o madrastras:
Estamos unidos por elección
Has decidido formar una pareja con otra persona que casualmente tiene hijos de otra relación o matrimonio. Heredas estos hijos por elección propia. Cuando decides unirte a una persona que también tiene hijos, esto conlleva una responsabilidad única y se debe tomar en serio. Lo ideal es que hayas conocido, interactuado y pasado tiempo con los niños previamente. Pero si eso por alguna circunstancia no ha ocurrido, da un paso atrás y ponte como meta desarrollar esa relación con los hijos de tu pareja. Dar prioridad a tu relación con sus hijos envía un claro mensaje de aceptación.
Eres mi hijo a pesar de que naciste antes de que nos conociéramos
Ya es bastante difícil para los niños cuando no pueden convivir con ambos padres/cuidadores bajo el mismo techo. Para muchos niños, puede ser una adaptación traumática y desgarradora el hecho de tener una familia diferente. Algunos niños podrían no estar a gusto con la nueva pareja o cónyuge de sus padres y pueden desquitarse directamente con el padrastro o la madrastra. Es importante no tomar esto como algo personal, ya que no se trata de ti. Se trata de ellos. Permíteles que lo procesen. Dales espacio. Comunica aceptación, empatía y validación. No hay necesidad de apresurar el proceso. Proporciona estabilidad y consistencia para ayudarlos a reconstruir el sistema familiar que han perdido.
No hay que renunciar a ningún niño
Si tuviste un comienzo difícil con tu hijastro o hijastra, continúa comportándote como una persona adulta estable emocional y físicamente que planea estar en la vida del niño y en la de su padre/madre a largo plazo. Si tuviste un comienzo pacífico, continúa construyendo y alimentando esa relación manteniendo la conexión con el niño, preguntándole acerca de lo que piensa, sueña y desea. Lo ideal es que la cooperación de los padres facilite este proceso si es posible. Cuando los niños ven que todos los padres/cuidadores trabajan juntos en su beneficio, se sienten seguros y protegidos.
Seguimos dando pasos juntos
Esto ocurre a través de una comunicación sana y consistente con los dos padres, así como con los maestros y los propios niños. Lo más importante es comunicarse directamente con el otro padre/madre y no a través del niño. Si no estás de acuerdo con algo que el padre biológico hizo, expresa tus preocupaciones en privado con tu pareja y no enfrente del niño. Además, exprésate con sinceridad acerca del comportamiento del niño cuando está contigo y resiste a la tentación de intentar que parezca que no hay problemas en tu casa. Intenta no compensar en exceso ni poner excusas en el otro hogar. Si una de las casas es estricta, puedes sentir la tentación de ser más flexible. Esta es una respuesta esperada, pero no es útil. La comunicación es la clave y es importante que ambos hogares se pongan de acuerdo.
El hecho de no estar relacionados biológicamente no lo hace menos importante
Reúnanse a menudo en familia y hablen abiertamente acerca de cómo le gustaría ser llamado a cada quien (el padrastro/madrastra, hijastro/hijastra o hijo/hija). Hagan una lluvia de ideas sobre nombres hasta que encuentren uno que les parezca adecuado. No hay necesidad de apresurarse.
Es importante encontrar un título y un nombre con el que todos se sientan a gusto. Crea un sentido de identidad, pertenencia e incluso seguridad para todos los miembros de la familia. No se trata de sustituir a los padres biológicos, sino de ser una figura importante en la vida de los niños.
Apoyar a los hijastros o hijastras sin sobrepasar los límites
Mantén un horario semanal, mensual y de vacaciones consistente. Por supuesto, los planes cambian, pero desarrollar un horario creado en colaboración ayuda a inculcar una sensación de seguridad y previsibilidad para los niños.
Cuando los niños pasen la semana o el fin de semana contigo, trata de no ser la “casa de la diversión” en un intento por ganarte a los niños. Esto puede crear tensiones entre tú y el padre/madre biológico, ya que a los niños les puede resultar difícil la transición de regreso.
Habla sobre la disciplina, los privilegios y las recompensas en todos los hogares para mantener la consistencia, reducir la confusión y comunicar un frente unificado. Esto ayuda a reducir la probabilidad de que los niños se enfrenten a sus padres y cuidadores. Sabrán que todos los adultos responsables de su cuidado hablan abiertamente y recibirán el mismo mensaje independientemente de la casa en la que se encuentren.
Preguntas frecuentes
Comunícate directamente con el otro padre o madre y no a través del niño. Si no estás de acuerdo con algo hecho por el padre o madre biológicos, expresa tu preocupación a tu pareja en privado. Exprésate de manera sincera acerca del comportamiento de los niños cuando están contigo, en lugar de intentar fingir que no hay problemas.
Las familias mezcladas deberían mantener un horario consistente que incluya vacaciones y fines de semana. Desarrollar un horario como unidad familiar ayuda a inculcar a los niños una sensación de seguridad y previsibilidad. Hablen de disciplina, privilegios y recompensas en todos los hogares para mantener la consistencia y enviar el mensaje como frente unificado.