Preguntas a expertos
La autoestima de mi hijo, que tiene ansiedad y TDAH, es muy baja y le cuesta mucho encajar socialmente. He visto a niños tratarlo muy mal.
Clinical Expert: Rachel Busman, PsyD, ABPP
in EnglishMi hijo de 10 años lucha contra la ansiedad y tiene dificultades para encajar en los entornos sociales. Es muy inteligente y sensible, pero tiene baja autoestima. Por esto, se esfuerza mucho por encajar con sus compañeros. Pero logra el efecto opuesto. Se inscribió a un equipo de fútbol para llevarse mejor con sus compañeros, pero su plan no está funcionando porque las habilidades deportivas de mi hijo son mucho peores que las de ellos, y se lo dicen. He visto a los niños ser muy crueles con él, y me pregunto si él está haciendo algo para causar esto. Está tomando medicamentos para la ansiedad y el TDAH y ve a un terapeuta. Se pellizca la piel constantemente y desde hace poco empezó a arrancarse los pelos de las piernas, los brazos y las cejas. Su padre y yo estamos divorciados y yo me he vuelto a casar, pero al parecer esto no le molesta a mi hijo. Mi ex y yo tenemos una buena relación, y a mi hijo le encanta estar cerca de su nuevos medios hermanos.
Muchas gracias por habernos contactado. Me parece que tienes muchas preguntas distintas, y haré todo lo posible por responderlas todas.
En primer lugar, aunque el divorcio puede estresar a los niños, en mi experiencia clínica lo que causa más daño que el divorcio propiamente es el conflicto (por ejemplo, las discusiones, las peleas que podrían acompañar a un divorcio). Está bien que tu ex pareja y tú tengan una buena relación, porque tener las líneas de comunicación abiertas es verdaderamente importante, en especial en el caso de familias con un niño que está enfrentando desafíos de algún tipo.
Para cualquier niño, pero en particular para los hijos únicos, integrarse en una nueva familia siempre será un desafío. Lo mejor que puedes hacer para ayudar a tu hijo es tratar de ofrecerle la mayor consistencia posible. Esto incluye comunicarse con tu ex para que haya reglas y expectativas consistentes en ambos hogares, y continuar diciéndole a tu hijo que él es una parte importante de la familia.
En cuanto a los problemas sociales de tu hijo, le podría ayudar mucho si tú pudieras obtener información objetiva de parte de los maestros, de un psicólogo escolar o de otras personas que tengan la oportunidad de observarlo en los contextos donde él esté interactuando con los otros niños. Si está ocurriendo una situación de bullying, se tiene que abordar de inmediato. Si se trata más de una cuestión de que él no percibe bien algunos escenarios sociales o de que necesita desarrollar sus habilidades sociales, esas son cosas que él podría trabajar en una terapia.
Dices que tu hijo se ha estado pellizcando la piel (lo que podría indicar que tiene un trastorno de excoriación) y que recientemente se ha estado arrancando el pelo (lo que podría ser tricotilomanía). Es importante informarle al terapeuta acerca del tiempo que han estado sucediendo estas cosas y qué tan graves son.
Existen tratamientos excelentes para estos trastornos, incluida la terapia de reversión de hábitos. Sin embargo, no todos los terapeutas tienen experiencia con este tipo de tratamiento y, por lo tanto, es completamente razonable preguntarle al terapeuta si esto es algo con lo que tenga experiencia y, en caso de ser necesario, considerar buscar a otra persona. Para la ansiedad en general, la terapia cognitivo-conductual es el tratamiento más efectivo, incluso para niños de tan solo 10 años.
Finalmente, cuando los niños luchan contra la ansiedad y/o el TDAH, esto puede afectar su autoestima y confianza, aunque sean inteligentes. Trata de mantener el contacto directo con su terapeuta y mantén la atención a su estado de ánimo, sueño y apetito en general, ya que está el riesgo de que desarrolle depresión. Y dado que él toma medicamentos, te recomendaría que continúes consultando continuamente con el psiquiatra que los prescribe para hacer los cambios que pudieran ser necesarios.
Asegúrate de comunicar lo que has estado notando, y de destacar cualquier cambio en su estado de ánimo o comportamiento, para que el psiquiatra sepa exactamente qué es lo que tú observas. Finalmente, si la próxima cita con el psiquiatra no será muy pronto, considera programar una cita antes para que puedas compartir tus preocupaciones actuales.