Cuando un niño vive una situación perturbadora, como la pérdida de uno de sus padres, un accidente o, en algunas circunstancias, un cambio de país, es posible que manifieste señales de sufrimiento o angustia. Sin embargo, cuando esta angustia se prolonga durante semanas o meses, podría tratarse de trauma.

Algunos niños son más propensos que otros niños a desarrollar trauma, y los expertos coinciden que esto se debe a diversos factores. Por ejemplo, la manera en la que las personas alrededor del niño manejan la situación perturbadora, o los mensajes a los que están expuestos a través de los medios de comunicación. Así que una buena forma de evitar que una situación angustiante se convierta en trauma para un niño, es que como madre o padre la abordes de la manera más calmada posible y con conversaciones abiertas según la edad de desarrollo de tus hijos.

En estos artículos que hemos preparado, encontrarás información sobre el trauma, desde señales hasta diferentes tipos de tratamiento.

– Gabriela Bobadilla, editora de español y directora de difusión | ✉