Usted puede ayudar a su hija a tener una imagen corporal saludable al hablar con ella sobre cualquier inseguridad que exprese acerca de su cuerpo. Usted también puede ser un modelo de imagen corporal saludable evitando criticar su propio cuerpo en presencia de su hija. Animar a su hija a hacer deporte y ejercicio físico porque la hace sentir bien (no porque la haga verse bien) también la puede ayudar a construir una relación positiva con su cuerpo.
Cómo ayudar a su hija a tener una imagen corporal saludable
No es fácil, dada la presión de ser súper delgada y además sexy.
Experto clínico: Dra. Gail Saltz
in EnglishLas niñas que alcanzan la mayoría de edad en el siglo XXI tienen más oportunidades que cualquiera de las generaciones anteriores. Pero también enfrentan una serie de presiones sin precedentes. Se espera que las niñas se conviertan en ejecutivas corporativas, neurocirujanas y magistradas de la Corte Suprema, y que a la vez sean bellas y sexys, más que nunca antes.
Por esto, criar hijas saludables y felices se ha vuelto más desafiante, no menos.
Como padres, sabemos que fomentar una imagen corporal positiva es crucial para ayudar a nuestras hijas a convertirse en adultas saludables y completas. Pero nuestra sociedad parece estar más obsesionada que nunca con la juventud y la belleza. Y la belleza es, más que nunca, definida como talla pequeña. O, para ser más precisos: delgada y sexy, ya que incluso alguien increíblemente delgada se siente insegura si no está bien dotada donde importa.
No estoy hablando solamente de las niñas que desarrollan trastornos alimentarios, lo que implica una imagen corporal seriamente distorsionada. Estoy hablando de un grupo de niñas mucho más amplio que sienten que no pueden ser felices y aceptadas porque, aunque obtengan únicamente A en la escuela o tengan talentos fabulosos, no creen tener los cuerpos que “se supone deberían tener”. Desafortunadamente, lo que sienten que se ‘supone’ que deben tener es un ideal que ven en la televisión y las redes sociales (¡retocado y filtrado!), que no es alcanzable para el 90% de las mujeres.
Por supuesto, hay algunas niñas que, debido a que están genéticamente dotadas o porque se están matando de hambre, logran ese cuerpo súper delgado y sexy. Pero para la mayoría de nuestras hijas, ese no es un objetivo realista ni deseable.
Las niñas pueden llegar a verse a sí mismas como una colección de partes del cuerpo: senos, labios, piernas, muslos, nalgas, que juzgan con dureza. Y, por supuesto, nada de eso se relaciona con quiénes son en su interior ni con qué hacen.
Entonces, ¿qué es una imagen corporal saludable, y cómo podemos cultivarla en nuestras hijas?
Lo que queremos para ellas es en parte puro realismo: una visión razonable de lo que es un cuerpo atractivo y saludable. Y en parte es un punto de vista: la sensación de que su apariencia es sólo un aspecto, y no uno demasiado importante, de quiénes son y lo que tienen para ofrecer como personas.
Para decirlo de manera sencilla: necesitan sentirse bien acerca de cómo se ven y no dejar que su apariencia domine su sentido de autoestima.
¿Cómo llegamos allí? No funciona tratar de fingir que no existen ni la presión de ser delgada como una modelo ni la belleza despampanante. Tampoco funciona darles un sermón sobre cómo la apariencia no tiene nada que ver con quiénes son. Concluirán que usted está completamente fuera de la realidad. ¿Entonces, qué hacer?
1. Simpatice
Lo que es efectivo es escuchar las preocupaciones de su hija, reconocer la realidad de sus sentimientos y hacerle saber que usted también ha enfrentado sentimientos de imperfección sobre su cuerpo: “Sí, mira, nunca he estado enamorada de mis muslos”. Usted le quiere transmitir, implícita o explícitamente, que aunque también se ha sentido mal, eso no se apoderó de su vida, ni se interpuso en su camino para convertirse en quién quería ser ni para hacer lo que quería hacer.
2. Sea un modelo de comodidad con su cuerpo
Esto significa, por supuesto, que si la ansiedad por su propio cuerpo se ha apoderado de usted, es probable que contagie a su hija. Las niñas adquieren de sus madres gran parte de lo que sienten en relación con este tipo de cosas: si cada vez que mamá se pone una prenda se queja de que se ve gorda, o se pregunta en voz alta qué atuendo se ve más sexy, eso es lo que la hija absorberá. En cierta medida, las madres necesitan modelar la comodidad corporal, la aceptación y el aprecio por lo que les permiten hacer sus cuerpos.
Esto se extiende a la comida: los momentos para comer deben ser momentos para disfrutar, estar en familia y nutrirse. Usted puede alentar a su hija a comer de manera saludable y ser positiva acerca de estar saludable, pero no ayudará si usted habla de lo “mal que se ha portado” si se come un pastelito, o si dice: “¡Esto irá directamente a mi trasero!”, y yo escucho a las mujeres decir eso todo el tiempo.
3. Involucre al papá
Los comentarios de los papás pueden ser útiles, siempre que no se refieran solamente a lo hermosas que lucen, sino a otros atributos que ellos aprecian en sus hijas. Y para las niñas es bueno también escuchar a sus padres apoyar a sus esposas, por lo que son en su conjunto.
Por supuesto, los padres tienen un camino muy difícil que recorrer a esta edad, cuando las hijas se están desarrollando, y tienen que dar un paso atrás al mismo tiempo que las apoyan. Por lo tanto, no quiero decir que nada de esto sea fácil. Es difícil, pero sin lugar a dudas, se puede hacer.
4. Evite la sexualización
Otra parte de trabajar por una imagen corporal positiva (y una imagen general positiva, francamente) es proteger a las niñas durante el mayor tiempo posible de las partes de la cultura pop más sexualizadas y obsesionadas con el cuerpo. Eso incluye, desde niñas pequeñas a las que se les vende ropa interior que dice “jugosa” en la parte inferior, hasta ver a las Kardashians en televisión, así como programas que se enfocan en el trasero, o de lo que se inyectó en los labios, o qué hombre te conseguiste debido a lo sexy que te ves.
No digo “que nunca permita que enciendan el Canal de Disney”, pero si van a ver esto que sus amigos están viendo, usted debería verlo con ellas, y hacerles saber lo tonto y hasta triste que es. “Esta mujer está realmente obsesionada con su trasero, o su cabello, o lo que sea. ¿No es triste? ¿Qué hay de su cerebro?”.
5. Construya resiliencia
La vida nos pone a prueba a todos y algunas veces la prueba es en el campo de la apariencia. La mayoría de nosotros no adoramos cada cosa que tenemos, pero lo manejamos (y en la mayoría de los casos, no lo hacemos con cirugía plástica, al menos hasta que su hija llegue a la edad adulta y pueda decidir por sí misma). Usted puede ayudar al mostrar su comprensión, pero también la confianza de que lo que no le gusta de usted no es insuperable. Lo que usted quiere es que ella incorpore ambas cosas en su pensamiento: “Oh, esto es difícil. Esto no es divertido”. Pero también: “Soy fuerte y encontraré la manera de lidiar con esto”.
6. Mueva ese cuerpo
Como no desea que su hija piense en su cuerpo principalmente como una forma de atraer a los niños, la actividad física placentera es la clave. Ayúdela a experimentar y probar diferentes tipos de deportes, diferentes tipos de actividades, para que pueda encontrar algo que le guste, pero también para que pueda reconocer que tener algo de resistencia y algo de músculo hace que su cuerpo sea mucho más agradable, no sólo por cómo se ve sino por cómo se siente.
El ejercicio también es excelente para el estado de ánimo, excelente para eliminar el estrés y la ansiedad. Por lo tanto, tener el hábito de hacer algún tipo de ejercicio es una gran cosa para preparar a su hija de por vida, de verdad. Es una habilidad para la vida.
Para algunas niñas será más difícil porque no son naturalmente atléticas, o porque no les gusta tanto la actividad. Pero esto no tiene que encantarles. Se espera que las niñas hagan otras cosas que no les gustan, desde sacar la basura hasta la tarea de cálculo. Una cierta cantidad de actividad debe ser algo por salud: no es opcional. Pero usted también debe dar el ejemplo. Entonces, si grita órdenes desde el sofá con su bolsa de papas fritas, probablemente eso no vaya a funcionar. Pero si incluye a su hija en sus actividades, o si al menos da el ejemplo, al decir “voy a ir al gimnasio” o “voy a correr”, le está mostrando una parte esencial de la vida.
7. Establezca límites en la ropa (o la falta de ella)
Por supuesto, usted quiere alentar la autoexpresión de su hija, pero creo que muchos padres se están equivocando demasiado en el sentido de dejar que las niñas se vistan de forma provocativa. El problema es que envía un mensaje que las niñas tal vez ni siquiera pretenden enviar, y las lleva a situaciones sexuales mucho antes de que estén preparadas. No digo que tenga que hacer que su hija se vista como una monja, pero definitivamente no debería vestirse sexy para ir a la escuela.
Cuando las niñas reciben mucha atención por ser sexy, lo que están procesando es que están siendo valoradas por cuán grandes son sus senos, o cuán largas son sus piernas. Entonces, ¿a quién le importa si se esforzaron y realmente aprendieron mucho en matemáticas?
Yo creo en las mujeres que disfrutan su sexualidad. Pero hasta por lo menos la segunda mitad de la high school, las niñas no están preparadas y necesitan enfocarse en otras cosas. Por lo tanto, usted querrá moderar el mensaje sexualizado que reciben de sus compañeros y de la cultura pop.
Promover una imagen corporal saludable significa ayudar a su hija a sentirse bella en general, por la persona completa que es, y al mismo tiempo quitarle importancia a la belleza y la sexualidad como el centro de su identidad. Las niñas que sienten confianza en sí mismas, que se sienten seguras como personas, no como objetos sexuales, no sólo esperan más tiempo para tener relaciones sexuales, sino que también son más capaces de defenderse en el ambiente de niñas crueles en el que, desafortunadamente, necesitan sobrevivir y desarrollarse.