¿Qué es el TDAH?
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad o TDAH (ADHD, por sus siglas en inglés) es una condición mental que, por lo general, se diagnostica a los niños. El TDAH puede hacer que les resulte muy difícil a los niños concentrarse en sus tareas escolares o de otro tipo, prestar atención y permanecer sentados. A los niños con TDAH les cuesta más trabajo poder controlarse que a otros niños de su edad, lo que puede provocar problemas en la escuela y en casa.
El TDAH incluye dos tipos distintos de comportamientos:
- Comportamientos inatentos, cuando el niño tiene problemas para prestar atención.
- Comportamientos impulsivos, cuando el niño tiene demasiada energía y le cuesta controlar sus impulsos.
Algunos niños con TDAH sólo tienen comportamientos de falta de atención y otros sólo tienen comportamientos impulsivos, pero la mayoría tienen una combinación de ambos.
¿Cuáles son las señales del TDAH?
Las señales tempranas del TDAH suelen ser comportamientos hiperactivos o impulsivos. Normalmente se manifiestan en niños de entre tres y seis años. Los comportamientos hiperactivos o impulsivos incluyen:
- Tener mucha energía y tener dificultades para quedarse quieto
- Estar inquieto y moverse todo el tiempo
- Correr y subirse a las cosas todo el tiempo
- Hablar constantemente o interrumpir a los demás
- Ser muy impaciente
Los otros síntomas del TDAH son los comportamientos desatentos. Suelen aparecer cuando el niño comienza la escuela. Los comportamientos de desatención incluyen:
- Distraerse fácilmente
- Cometer errores por descuido
- Tener dificultades para seguir las instrucciones
- Olvidar o perder cosas con frecuencia
- Tener problemas para organizarse
- Parece no escuchar cuando alguien le habla
- Evitar las cosas que implican mucho esfuerzo mental
- Parecer no estar consciente de lo que ocurre a su alrededor
A los niños se les diagnostica el TDAH aproximadamente con el doble de frecuencia que a las niñas. Las niñas pueden presentar síntomas diferentes.
¿Cómo se diagnostica el TDAH?
A un niño se le puede diagnosticar TDAH si:
- Muestra varios comportamientos de desatención o impulsivos antes de los 12 años
- Sus problemas de comportamiento van más allá de lo típico para su edad
- Muestran síntomas durante un largo periodo de tiempo
- Tienen dificultades con su comportamiento en diferentes entornos, ya sea en casa o en la escuela.
- Su comportamiento se interpone en su trabajo escolar o en su vida social.
Para llegar a un diagnóstico, un profesional de la salud mental hablará con los padres, los profesores y otros adultos de la vida del niño. También se reunirá con el niño. El niño se someterá a varias pruebas. Esto ayudará al profesional de la salud mental a decidir si el niño tiene TDAH u otro trastorno con síntomas similares.
¿Cómo se trata el TDAH?
El TDAH suele tratarse con una combinación de terapia conductual y medicación.
Terapia
Hay varios tipos de terapia que pueden ayudar a los niños con TDAH:
- Terapia de interacción padres-hijos: Terapia conjunta para los padres y el niño. Los padres aprenden a fomentar el buen comportamiento.
- Capacitación de los padres: Los padres aprenden habilidades para abordar los síntomas del niño.
- Terapia cognitivo-conductual o TCC (CBT, por sus siglas en inglés): El terapeuta enseña al niño a controlar sus comportamientos. Hablan de cómo los pensamientos y sentimientos del niño están relacionados con su comportamiento y practican formas de mejorar el autocontrol. Esto funciona mejor con los niños mayores.
- Entrenamiento en habilidades sociales: El terapeuta ayuda al niño a aprender a comportarse frente a otros niños.
- Terapia familiar: Los padres y hermanos aprenden a manejar el estrés que proviene de vivir con un niño con TDAH.
Los terapeutas también pueden colaborar estrechamente con los profesores del niño.
Medicación
A los niños con TDAH se les suele recetar lo que se llama un estimulante. Esta medicación los ayudará a estar tranquilos, concentrarse y controlar sus impulsos. Los dos medicamentos más comunes son el metilfenidato y la dextroanfetamina, que tienen nombres comerciales como Ritalin y Adderall.
Estos medicamentos pueden tener efectos secundarios graves, como dolores de cabeza, falta de hambre o problemas para dormir. Si los niños tienen estos efectos secundarios, se les puede recetar una medicación no estimulante como alternativa.
Para muchos niños, los síntomas del TDAH disminuirán o desaparecerán una vez que sean jóvenes adultos. Algunos adultos siguen batallando con los síntomas del TDAH, especialmente la falta de atención y el control de los impulsos.
Riesgo de otros trastornos
Los niños con TDAH suelen ser diagnosticados con un trastorno negativista desafiante, así como con ansiedad o depresión. A algunos niños también se les puede diagnosticar el síndrome de Tourette. Los tratamientos del TDAH son más eficaces cuando también los otros trastornos psicológicos se tratan al mismo tiempo.