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Cómo lograr que los niños lean durante el verano

Consejos para evitar el `summer slide´ o retroceso académico durante el verano.

Escrito por: Rachel Ehmke

Experto clínico: Matthew M. Cruger, PhD

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El verano es un descanso muy necesario para los niños, pero también puede significar una pausa en el aprendizaje y, en muchos casos, una lamentable pérdida de las habilidades de lectura recién adquiridas.

Lo que se conoce como “summer slide” (retroceso académico durante el verano) es particularmente problemático para los niños que ya tienen dificultades con la lectura. Si no te quieres arriesgar a que tus hijos se atrasen durante las vacaciones, es importante asegurarse de que tengan oportunidades para practicar sus habilidades de lectura. El verano no tiene por qué detener su progreso, e incluso puede ser una buena oportunidad para adquirir mayor fluidez y entusiasmo por la lectura.

Busca lecturas atractivas

Lo primero que los niños necesitan para seguir leyendo durante el verano es poder acceder a los libros con facilidad. Durante el año escolar, la mayoría de los libros que leen suelen ser asignados para todos en la clase. El verano te brinda la oportunidad de hacer las cosas más atractivas para tus hijos, al presentarles lecturas más divertidas y dirigidas a sus intereses. La biblioteca siempre es un buen lugar para comenzar a buscar libros para niños. Muchas bibliotecas tienen listas de libros ordenados ​​por nivel de lectura para guiarte. Los expertos en lectura también sugieren seguir la “regla de los cinco dedos” al elegir libros. Haz que tus hijos abran un libro y lean la primera página. Por cada palabra que no sepan, pídeles que levanten un dedo. Si tienen más de cinco dedos levantados cuando hayan terminado de leer la página, lo más probable es que el libro sea demasiado difícil.

Elegir libros se vuelve más complicado cuando los niños son mayores y ya han desarrollado gustos más definidos (lo que en algunos puede incluir una aversión establecida hacia la lectura). Las recomendaciones de los bibliotecarios pueden seguir siendo útiles en estos casos, ya que ven a una gran variedad de niños y conocen todos los recursos que ofrece la biblioteca. Además, sus sugerencias te podrían sorprender. A los niños a los que les gusta practicar deportes podrían interesarse por los libros, si son biografías de atletas famosos. Recuerda, las narraciones tradicionales basadas en historias no son atractivas para todos los niños. Los libros sobre computadoras, animales o ciencia a veces pueden captar la atención cuando una novela no lo logra.

No te limites únicamente a los libros. A los niños les gusta recibir algo en el correo. Una suscripción a su nombre de una revista infantil como National Geographic Kids o American Girl ofrece una variedad de cosas nuevas para leer cada mes. Muchos niños que evitan los libros tradicionales podrían preferir leer cómics, que pueden ser un poco más accesibles y aún así ofrecer una experiencia de lectura sólida. Las novelas gráficas para niños, como la muy popular serie El diario de Greg, han atraído la atención de muchos lectores poco entusiastas.

Lectura al nivel adecuado

Las lecturas de verano no deberían ser tan fáciles que resulten aburridas, pero tampoco deberían ser tan desafiantes como para frustrar a los niños. Es importante que experimenten la confianza que se obtiene al completar un libro con éxito. La mejor parte de la lectura de verano es que brinda a los niños la oportunidad de desarrollar experiencias positivas: leer no se tiene que sentir siempre como un trabajo.

Los maestros y tutores que han estado trabajando con tus hijos durante el año escolar son otro gran recurso para recomendar libros. Ellos están más en sintonía con los libros que están a su nivel de lectura “independiente” (libros que pueden leer cómodamente por su cuenta), así como los libros a su nivel de “enseñanza”, que son un poco más difíciles. En realidad, los niños necesitan experimentar ambos.

Sigue leyendo en voz alta

Una excelente manera de exponer a los niños a libros que están ligeramente fuera de su alcance es leyendo para ellos en voz alta libros más difíciles. Como regla general, es bueno que los niños lean por sí solos en su nivel independiente, y que les lean en un nivel superior porque eso ayuda a desarrollar el vocabulario y realmente hace que el oyente se convierta en un mejor lector. La especialista en aprendizaje y educación Susan Schwartz dice que leer en voz alta es en realidad una de las mejores formas en que los padres pueden ayudar a mejorar las habilidades de lectura de sus hijos. “No dejes nunca de leerles a tus hijos”, dice Schwartz. “Deberías leerles todos los días, especialmente durante el verano. No sólo es una experiencia divertida y envolvente para ellos, también es una experiencia de aprendizaje”.

Schwartz recomienda The Read-Aloud Handbook de Jim Trelease como un gran recurso para los padres que buscan buenas historias para leer en voz alta. Los audiolibros también son buenos para atraer a los niños a libros más difíciles, y son ideales durante los viajes en automóvil o mientras se prepara la cena. Incluso podrían apagar la televisión y escuchar un audiolibro para entretenerse en familia. Schwartz también sugiere usar audiolibros para escuchar series populares como los libros de Harry Potter, que puede ser una lectura difícil para algunos niños.

Siempre que sea posible, trata de que la lectura sea más interactiva. La lectura es generalmente un esfuerzo solitario, y lo es más si se han tenido dificultades en la escuela. Pero no comenzó de esa manera. “Para la mayoría de los niños, su primera experiencia con la lectura es sentarse con su mamá o su papá mientras les leen, rodeados de mucho amor”, señala Matthew Cruger, PhD, director del Centro para el aprendizaje y el desarrollo del Child Mind Institute. “Lo que quieres hacer es continuar esa primera experiencia positiva”. Esto es parte de la importancia de leerles en voz alta a los niños todos los días. Pero tus hijos también deberían estar leyendo en voz alta. Si hay niños más pequeños en casa, es una buena idea que los niños mayores practiquen por su cuenta la lectura de un libro de cuentos. También te podrías turnas con ellos en la lectura de las páginas.

Cuando los niños leen de forma independiente, es bueno hablar sobre lo que están leyendo. Ellos apreciarán tu interés, y también funciona como una forma de revisar la comprensión. Hablen sobre los personajes y los problemas que enfrentan, y anima a tus hijos a hacer preguntas y volver a leer las partes difíciles contigo. Considera leer el libro al mismo tiempo que ellos, para tener una mejor conversación.

La mayoría de las bibliotecas públicas también tienen un programa de lectura de verano, que es otra excelente manera de hacer que la lectura sea más interactiva. Los programas generalmente ofrecen incentivos integrados como premios y fiestas de pizza como recompensa para los niños que participan.

Una oportunidad para desarrollar habilidades

Algunos niños necesitan refuerzo adicional para mantener sus habilidades de lectura. Pregunta al maestro o al especialista en lectura de tu hijo o hija si recomendarían desarrollar habilidades específicas durante el verano. Podrían sugerir que hagan ciertas páginas del libro de ejercicios o recomendar una tutoría. Schwartz dice que le encanta dar clases particulares a los niños en verano porque “es el momento perfecto para desarrollar dominio”. El verano brinda mayores oportunidades a los niños para concentrarse“. Pero recuerda, sigue siendo verano, por lo que debes tratar de tomar las cosas con calma. Schwartz considera que la tutoría con un niño dos veces por semana durante veinte minutos es mucho más efectiva que la tutoría una vez por semana durante una hora. Los niños pueden concentrarse mejor y es menos probable que se sientan frustrados durante sesiones más cortas.

Si tu hijo o hija está leyendo un libro difícil en casa, hay algunas cosas que puedes hacer para desarrollar habilidades que aumenten la comprensión. Especialmente para los niños más pequeños, el Dr. Cruger sugiere que los padres revisen primero un libro de cuentos para hacer tarjetas con la definición de palabras que aparecen en la historia. De esa manera, los niños pueden aprender las palabras con anticipación. Luego, los padres pueden agrupar las tarjetas en diferentes órdenes, haciendo frases y oraciones simples. Este ejercicio familiariza a los niños con las palabras que aparecen en el libro, porque básicamente están practicando leer el libro con anticipación. Luego, cuando sea hora de sentarse y leer, ellos ya tendrán el vocabulario necesario y la lectura debería ser mucho más fácil.

Para los niños mayores y menores, también es una buena idea discutir un libro difícil antes de leerlo. El Dr. Cruger señala: “Los niños pueden quedar atrapados tratando de descifrar un libro difícil, y se perderán de la historia. Es más fácil seguir la historia cuando ya sabes qué esperar y es mucho más probable que obtengas algo”.

Ya sea que decidas hacer simulacros de práctica, probar tutoría o simplemente unirte al desafío de lectura de la biblioteca, la regla más importante para la lectura de verano es darles apoyo y estimular a los niños. Ayuda a tus hijos a tener experiencias de lectura divertidas y positivas, y así verá crecer su confianza y el dominio de sus habilidades.

La última revisión de este artículo se realizó el 10 de julio de 2024.