Preguntas a expertos
Desde el nacimiento de nuestro tercer hijo, mi hija mayor no se quiere ir a la cama. ¡Por favor, ayúdeme!
in EnglishP Desde el nacimiento de nuestro tercer hijo, mi hija mayor se niega a irse a la cama. A menudo hace berrinches y no se queda en su cama, a pesar de mis esfuerzos y los de mi marido. ¡Por favor, ayúdeme!
En primer lugar, ¡felicidades por su la llegada de su hijo! Espero que pueda saborear este tiempo con su recientemente ampliada familia. También quiero elogiarla por haberse acercado y haber formulado estas importantes preguntas.
En lo que respecta a su hija y a su mal comportamiento, es importante reconocer que recientemente ha pasado por una gran transición. Aunque ya tenía otro hermano menor antes del nacimiento de su hijo, un nuevo bebé es, desde la perspectiva de su hija, algo intermedio entre un nuevo compañero de juegos y una gran catástrofe. Ahora, de repente, tiene que compartir el amor de sus padres no con uno, sino con dos hermanos. Por no mencionar que el nuevo bebé está recibiendo mucha atención y cuidados adicionales, y su hija puede sentir que quiere un pedazo de ese pastel. Cuando se porta mal a la hora de dormir, probablemente atraerá más atención de usted. Recuerde: la atención negativa siempre es mejor que la falta de atención.
Entonces, ¿qué pueden hacer usted y su marido? El primer paso es asegurarse de que ella se sienta querida y tenga un papel en su recientemente transformada familia. Piense en diferentes formas en las que ella pueda ayudarlo en el cuidado de su hermanito, lo cual la ayudará a sentirse útil, necesaria y querida. Algunas de esas tareas (como el cambio de pañales, la alimentación y el baño) pueden llevar un poco más de tiempo cuando ella ayuda, pero considérelo un depósito en la cuenta bancaria del bienestar de su familia.
También debería tener una conversación con su marido acerca de encontrar un poco de tiempo cada día (de cinco a diez minutos) para que cada uno pase tiempo especial a solas con ella. Asegúrese de que este tiempo se centre en ustedes y en ella, con un enfoque especial en el juego y la diversión. Anímela a elegir los juguetes y siga su ejemplo. Fíjese en las cosas positivas que hace (por ejemplo, sacar los juguetes con delicadeza, turnarse durante un juego) y dele una buena dosis de elogios positivos (por ejemplo, “¡Muchas gracias por compartir tan bien!”). Esto proporciona una atención positiva importante y necesaria. A menudo me gusta recordarles a los padres que nunca se le puede elogiar demasiado a un niño, así que asegúrese de hacerlo todo lo que pueda. Por último, utilice el tiempo de juego como una oportunidad para asegurarle que la quiere tanto como siempre y que le encanta pasar tiempo con ella.
La mejor consecuencia que puede dar a sus berrinches es ignorarlos. Queremos reforzar sus comportamientos positivos y eliminar los negativos. Si les damos cualquier tipo de atención (positiva o negativa) a los comportamientos negativos, garantizamos que persistirán. Cuando sea la hora de acostarse, diga a su hija con calma que es hora de irse a la cama (es más fácil decirlo que hacerlo). Diga la orden un máximo de dos veces (más de dos órdenes se convierten en un regaño). Ignórela cuando le grite y siga acompañándola a su habitación. Pase lo que pase, cumpla con lo que le está diciendo usted que haga. Cuando obedezca su orden y/o le hable con respeto, asegúrese de responder con una buena dosis de elogios positivos y etiquetados. “Etiquetado” significa que ella sabe exactamente lo que está haciendo bien (es decir, “Gracias por entrar tranquilamente en tu habitación. Estoy muy orgullosa de ti por meterte tranquilamente en la cama”). Con el tiempo, a medida que se dé cuenta de que recibe más atención cuando actúa adecuadamente, se sentirá motivada para seguir haciéndolo.
También puede considerar un tablero de recompensas como un incentivo adicional para su hija. Para probarlo, cada vez que cumpla con las instrucciones de la hora de acostarse, obtendrá una estrella/puntos que contarán para conseguir algo que realmente desee. Ella puede canjear sus ganancias al final de la semana o en un momento determinado cada semana. Asegúrese de que las estrellas o los puntos le parezcan realmente valiosos.
Si siente que estas intervenciones son difíciles de aplicar, puede solicitar la ayuda de un profesional de la salud mental para que lo ayude a afrontar estos retos.
Buena suerte en la aplicación de estas técnicas con su hija y ¡felicidades de nuevo por su nuevo pequeño tesoro!