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¿En qué es diferente un cerebro con TDAH?

Una mirada profunda a las causas subyacentes de los síntomas del TDAH en niños.

Escrito por: Faith Wilkins

Experto clínico: Aki Nikolaidis, PhD

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Desde que se diagnosticó por primera vez en la década de los sesenta, el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) ha sido un tema controvertido. Hasta los expertos debaten a menudo sobre cómo se debería definir el trastorno y qué lo causa.

Aunque no entendemos completamente qué causa los síntomas del TDAH (dificultad para regular la atención y las emociones, hiperactividad e impulsividad) sí sabemos que se trata de un trastorno del neurodesarrollo. Eso significa que los cerebros de los niños con TDAH se desarrollan de manera diferente a los de otros niños. Los investigadores han empezado a identificar las diferencias estructurales y químicas en el cerebro que pueden causar los síntomas asociados al TDAH.

Diferencias en la estructura del cerebro

Muchas de las características del TDAH están relacionadas con el funcionamiento ejecutivo. Esto se refiere a un conjunto de habilidades mentales que incluyen la memoria funcional, el control emocional y la resolución de problemas complejos. Básicamente, las funciones ejecutivas son las habilidades que todos utilizamos para manejar tareas cotidianas, como administrar el tiempo, mantenerse organizado y planificar. Aunque hay varias partes diferentes del cerebro que contribuyen al funcionamiento ejecutivo, el córtex prefrontal es de particular importancia en la regulación de estas habilidades.

Las investigaciones han demostrado que en los niños con TDAH, el córtex prefrontal madura más lentamente que en los niños con un desarrollo típico. También presenta un tamaño significativamente menor. Del mismo modo, se cree que el cerebelo, el hipocampo y la amígdala también tienen un volumen menor en los niños con TDAH.

Como todas las partes del cerebro, el cerebelo interviene en muchas funciones diferentes, pero su función en la regulación del movimiento puede ser especialmente relevante para los síntomas del TDAH. Un cerebelo más pequeño podría contribuir a la dificultad con lo que se conoce como “inhibición de la respuesta motora”, que se refiere a la capacidad de suprimir acciones que interfieren con una tarea en curso, como permanecer sentado durante una clase. Un hipocampo y una amígdala de menor tamaño pueden causar deficiencias en la regulación de la memoria, las emociones y el comportamiento, que son un síntoma común en niños con TDAH.

Si bien estas regiones del cerebro pueden seguir siendo más pequeñas en las personas con TDAH, los estudios han demostrado que continúan creciendo y madurando a medida que los niños crecen. En la edad adulta, la diferencia de tamaño en comparación con las personas sin el trastorno parece ser menos significativa.

Diferencias en la conectividad cerebral

Otra forma de medir la funcionalidad del cerebro es a través de la actividad y la conectividad. Los científicos utilizan la resonancia magnética funcional (fMRI, por sus siglas en inglés) para medir los cambios en la actividad cerebral a través del flujo sanguíneo. Cuando un área del cerebro está activa, aumenta el nivel de flujo sanguíneo hacia esa región. En las personas con TDAH, los estudios que utilizan la tecnología fMRI han mostrado una actividad irregular en varias regiones del cerebro implicadas en la regulación motora, cognitiva y emocional.

Existe una red colectiva de estructuras en el cerebro que está inusualmente activa en los niños con TDAH. Se llama a esto default mode network o DMN (red neuronal por defecto, RND) y se descubrió por primera vez de forma accidental cuando los investigadores observaron altos niveles de actividad cerebral mientras sus participantes en el estudio simplemente descansaban.

La DMN es un concepto relativamente nuevo y aún existe cierto debate sobre qué partes del cerebro pueden estar involucradas. Se cree que es la parte más activa cuando dejamos que nuestra mente divague. En niños neurotípicos, esta red presenta niveles más bajos de actividad cuando están realizando una tarea que requiere prestar atención, y niveles más altos de actividad cuando están despiertos, pero están simplemente soñando despiertos o rememorando un recuerdo. En niños con TDAH, la red continúa mostrando una elevada cantidad de actividad durante tareas activas que requieren una atención enfocada. Esta diferencia puede explicar por qué los niños con TDAH tienen dificultad para enfocarse o concentrarse en el aula.

La inusual actividad de la DMN que se observa en las personas con TDAH también se puede explicar por lo que se denomina su “conectividad funcional” con otras redes en el cerebro. El concepto de conectividad funcional se refiere a la idea de que ciertas áreas del cerebro se vinculan si sus comportamientos funcionales se correlacionan frecuentemente entre sí. Puede tratarse de una correlación positiva o negativa. Por ejemplo, existe otra red en el cerebro denominada “task-performing network” (red de realización de tareas) que nos permite realizar tareas que exigen atención. En términos de conectividad funcional, la DMN normalmente tiene una correlación negativa con esta red. Esto significa que la DMN está menos activa cuando la red de realización de tareas está más activa. En los niños con TDAH, se cree que la DMN tiene una correlación negativa menor con esta red debido a una conectividad débil. Esto significa que está más activa de lo que debería, lo cual puede conducir a faltas de atención durante las tareas orientadas a objetivos. Por lo tanto, la mente de los niños con TDAH puede divagar durante una tarea que exija atención, como los deberes.

Los estudios también han descubierto que en las personas con TDAH existe un nivel inusualmente alto de conectividad funcional entre las regiones cerebrales que forman parte de un mecanismo llamado “sistema de atención visual selectiva”. Este sistema nos permite determinar qué es importante notar o a qué prestar atención en el momento. Una conectividad irregular dentro de este sistema puede hacer que los niños con TDAH noten cosas irrelevantes en su campo de visión, lo que les dificulta saber en qué enfocarse.

Diferencias en la neuroquímica

Además de las diferencias en la estructura y la conectividad, los desequilibrios químicos en el cerebro también pueden desempeñar un papel en cuanto a ocasionar los síntomas del TDAH.

Al funcionar como nuestro centro de control, el cerebro necesita enviar y recibir señales eléctricas o “mensajes” por todo el cuerpo. El cerebro es capaz de hacer esto a través de las células nerviosas (neuronas). Sin embargo, existen espacios entre las neuronas. Los neurotransmisores son los mensajeros químicos que llenan el vacío y permiten que los mensajes se transmitan.  

Un neurotransmisor muy importante es la dopamina, que tiene varias funciones. Existen vías en el cerebro que permiten el transporte de dopamina de una región a otra para transmitir información importante. Hay cuatro vías principales de dopamina, y se cree que dos de ellas contribuyen al deterioro del funcionamiento cognitivo que vemos a menudo en los niños con TDAH.

La primera vía se denomina “vía de recompensa dopaminérgica”. Cuando experimentamos algo que es placentero, como comer alimentos sabrosos, se libera una mayor cantidad de dopamina a lo largo de esta vía y se activan sensaciones de placer y euforia. Se especula que estas sensaciones de placer se ven potenciadas por la conexión entre una parte del cerebro que procesa el placer y el hipocampo, que desempeña un papel importante en la memoria. Es decir, recordamos qué alimento está asociado a esta sensación de placer y eso nos motiva a volver a comerlo.

La segunda vía, conocida como “vía mesocortical”, conecta una zona del cerebro rica en dopamina con el córtex prefrontal. A través de la transmisión de dopamina, esta vía ayuda al córtex prefrontal a facilitar funciones ejecutivas como la cognición, la memoria funcional y la toma de decisiones.

Se cree que en los niños con TDAH estas dos vías están interrumpidas, lo que puede provocar un deterioro del funcionamiento cognitivo y motivacional. Los científicos creen que estas alteraciones podrían deberse a un número inusual de transportadores de dopamina en el cerebro de las personas con TDAH. Un transportador de dopamina es una proteína que se ocupa de eliminar la dopamina del espacio entre neuronas y de terminar la transmisión de dopamina. Un número elevado de estos transportadores puede dar lugar a cantidades inusualmente bajas de dopamina en el cerebro. Una prueba de esta teoría es que los medicamentos estimulantes como el Adderall suelen tener éxito en la reducción de los síntomas del TDAH, y estos medicamentos suprimen la recaptación o eliminación de dopamina.

Aunque no conozcamos las causas exactas de los síntomas del TDAH, los avances en la investigación nos han permitido comprender mejor el trastorno. Identificar las diferencias estructurales y químicas en los cerebros de los niños con TDAH no solo validará sus luchas, sino que también puede conducir a mejoras significativas en el tratamiento.

La última revisión de este artículo se realizó el 6 de febrero de 2024.