Es muy común que se confundan los berrinches, con las conductas explosivas y las crisis emocionales, o incluso que se piense que son la misma cosa. Pero no es así. Lo que determina la diferencia entre cada una de ellas es, por un lado, qué tanto control tiene el niño sobre la conducta, y por otro, si la causa es (o no) una condición de salud mental subyacente.

Un berrinche suele suceder cuando un niño sabe que al comportarse de cierta manera obtendrá lo que quiere. Pero el niño mantiene cierto control sobre su comportamiento. En una crisis emocional, en cambio, el niño NO tiene el control sobre su comportamiento y sólo se tranquiliza después de quedar exhausto o cuando sus padres logran calmarlo. En el caso del mal comportamiento o de las conductas explosivas, por su parte, lo que sucede es que los niños no han aprendido a regular sus emociones. Y esto los lleva a perder el control, generalmente con ira, cuando las cosas no salen como ellos quieren.

Si te cuesta identificar si tu hijo está haciendo un berrinche, tiene una crisis o solamente se está portando mal, estos artículos te podrían ser útiles.

– Gabriela Bobadilla, editora de español y directora de difusión | ✉