Para los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH es inusualmente difícil concentrarse en las tareas, prestar atención, quedarse sentados tranquilos y controlar el comportamiento impulsivo. Esta guía brinda a padres y madres la información que necesitan para entender los comportamientos asociados con el trastorno y tomar decisiones efectivas para su hijo en cuanto a los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento.
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH es una condición que dificulta considerablemente que los niños se puedan concentrar, quedarse quietos, seguir instrucciones y controlar el comportamiento impulsivo. Aunque de vez en cuando todos los niños pequeños son inquietos y se muestran indiferentes a las instrucciones de padres y maestros, los niños con TDAH se comportan de esta manera con mucha más frecuencia que otros niños de su edad. Y su dificultad para enfocarse o tranquilizarse de manera apropiada para su edad, hace que les sea muy difícil hacer lo que se espera de ellos en la escuela. Esto puede ocasionar conflictos en el hogar y dificultar que se lleven bien con niños de su edad.
Los síntomas del TDAH están divididos en dos grupos: comportamientos de falta de atención y comportamientos hiperactivos e impulsivos.
Síntomas de falta de atención del TDAH:
Síntomas de hiperactividad o síntomas impulsivos del TDAH:
Algunos niños muestran síntomas únicamente del primer grupo y otros únicamente del segundo. Pero la mayoría de los niños que tienen un diagnóstico de TDAH presentan una combinación de ambos, lo que puede dificultar en gran medida su funcionamiento en la escuela y en otras actividades y ocasionar muchos conflictos en el hogar.
El trastorno por déficit de atención o TDA es un término más antiguo para referirse al trastorno que ahora llamamos TDAH, o trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Se llamó TDA hasta 1987, cuando se añadió la palabra “hiperactividad”. Algunas personas todavía utilizan el término antiguo (TDA) por costumbre o porque es un término más familiar que el TDAH. Algunos lo usan para referirse a niños con TDAH que no son hiperactivos.
Sí. Los niños que tienen problemas para concentrarse pero que no son inusualmente inquietos o impulsivos tienen un tipo de TDAH más inatento. Tienden a ser diagnosticados más tarde porque son menos propensos a tener comportamientos disruptivos o problemáticos que llamen la atención de los maestros y los padres. Sin embargo, los niños que tienen síntomas de falta de atención pueden comenzar a tener dificultades hacia la mitad de la primaria, cuando se vuelve cada vez más difícil para ellos mantenerse al día.
A pesar de que el TDAH es llamado un trastorno por déficit de atención, los expertos dicen que lo que está alterado en realidad es la capacidad del niño para controlar y dirigirse a aquello a lo que le está prestando atención. Muchos niños con TDAH se pueden enfocar intensamente en cosas que son muy emocionantes para ellos, como los videojuegos, pero no pueden mantener ese tipo de concentración en las cosas que no les dan una gratificación de manera inmediata, como el trabajo escolar, ponerse los zapatos o irse a la cama.
Esa concentración intensa, algunas veces llamada hiperconcentración, es también la razón por la cual los niños con TDAH a menudo se molestan cuando les piden que dejen de hacer algo en lo que están plenamente involucrados, como su actividad favorita en la escuela o un videojuego. Tienen lo que los expertos llaman una incapacidad de “cambiar la atención”, lo cual puede causar muchos conflictos con los adultos.
Y hablando de videojuegos: debido a que brindan constantemente estímulos y gratificaciones, los expertos dicen que pueden inducir un tipo de estado de trance en el niño que tiene problemas para regular su atención. En este caso, es menos un asunto de hiperconcentración y más aquello que solemos llamar “succión de pantalla”.
Las funciones ejecutivas son las habilidades de autorregulación que todos usamos para realizar tareas, desde vestirnos hasta hacer las tareas. Estas incluyen:
La mayoría de los niños con TDAH tienen déficits en algunas funciones ejecutivas, aunque no todos los niños que tienen dificultad con la función ejecutiva tienen TDAH.
Sí. Su falta de atención e impulsividad también afecta sus relaciones con amigos, sus actividades extracurriculares y la vida familiar. Puede que tengan problemas para hacer y mantener amigos porque interrumpen constantemente y tienden a estallar si no consiguen lo que quieren. No es inusual que los niños con un TDAH severo sean excluidos de las citas para jugar porque no se puede contar con que se vayan a portar bien. Los niños con TDAH pueden tener problemas para jugar en equipo porque se les dificulta enfocarse y seguir las reglas.
En la casa pueden estar en modo de enfrentamiento con los padres y hermanos porque no siguen las instrucciones, son impulsivos y tienen crisis cuando se les pide que cambien de una actividad que ellos disfrutan a otra, como la hora de la comida, las tareas de la escuela o la hora de ir a dormir.
Cuando los niños con TDAH llegan a la adolescencia, su impulsividad puede ser peligrosa, ya que los hace propensos a los accidentes automovilísticos, las relaciones sexuales sin protección, así como a involucrarse en conductas de riesgo.
Los arrebatos desafiantes y emocionales son muy comunes en los niños con TDAH, a pesar de que estos no son en sí mismos síntomas del TDAH.
Los niños que tienen TDAH tienden a tener un comportamiento desafiante cuando se espera que hagan cosas que son difíciles para ellos, especialmente cuando eso significa dejar de hacer algo placentero, como jugar un videojuego. Por lo tanto, las cosas como los deberes escolares, irse a dormir, vestirse e ir a cenar se pueden convertir en campos de batalla. Es difícil para ellos tolerar estas situaciones debido a los déficits inherentes al trastorno en cuanto a prestar atención, tolerar situaciones aburridas, controlar sus impulsos, dejar de hacer una actividad divertida y controlar su nivel de actividad. Debido a que estas situaciones son en realidad muy difíciles para ellos, los niños podrían tratar de evitarlas. Lamentablemente, cuando se trata de la crianza de niños con TDAH, las estrategias de evitación a las que a menudo recurren estos niños son comportarse de manera disruptiva, desafiante, hacer berrinches, discutir, así como involucrarse en luchas de poder.
Los síntomas del TDAH cambian conforme los niños van creciendo, y se estima que aproximadamente un tercio de los niños que son diagnosticados con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad dejan de cumplir con el criterio para cuando llegan a la adultez temprana.
En general, la hiperactividad disminuye cuando los niños avanzan en la primaria, y la falta de atención se convierte en el principal problema para ellos, puesto que el trabajo escolar que se espera que realicen se vuelve más demandante, y sus padres y maestros no supervisan sus actividades tan de cerca. En la adolescencia, la impulsividad también se vuelve una gran preocupación, debido a que a menudo conduce a accidentes automovilísticos, relaciones sexuales sin protección y otras conductas de riesgo.
Los niños que tienen más probabilidad de tener un TDAH que continúa hasta la adultez son aquellos cuyos síntomas son muy severos en la infancia, y que además presentan algún otro trastorno psiquiátrico, como depresión o ansiedad.
Debido a que los síntomas del TDAH también pueden ser el resultado de otros problemas, como ansiedad, depresión o trauma, el profesional que esté diagnosticando a su hijo debe descartar de manera cuidadosa otras posibles razones de su comportamiento.
Un niño debe recibir un diagnóstico de TDAH solamente si exhibe una variedad de comportamientos de falta de atención o impulsividad:
Estos comportamientos también deben estar interfiriendo de manera significativa en el área académica o la interacción social.
Para realizar un diagnóstico acertado, el médico debe recopilar información de varias personas que hayan observado a tu hijo, incluyendo a los padres, otros cuidadores y maestros.
Se les pide a padres y maestros que completen una escala de calificación, como SNAP, Child Behavior Checklist, o Connor’s Checklist, con el fin de contar con una evaluación precisa de la frecuencia de los síntomas durante un período de tiempo. Un niño podría tener que realizar un test llamado Continuous Performance Test (Test de rendimiento continuo), que califica su capacidad para completar una tarea repetitiva durante un período de tiempo y puede proporcionar un panorama más completo acerca de sus síntomas del TDAH.
Un niño no debe ser diagnosticado con TDAH basado solamente en el reporte de sus padres o maestros de que el niño es demasiado activo o distraído.
El TDAH puede ser diagnosticado por cualquier médico o profesional de la salud mental, incluyendo:
Muchos psicólogos escolares también están calificados para diagnosticar el TDAH, pero en la mayoría de los casos no están autorizados por sus distritos escolares para hacerlo. Sin embargo, a menudo los psicólogos escolares contribuirán a identificar si un niño muestra síntomas del TDAH (si estos síntomas obstaculizan su funcionamiento escolar) y harán recomendaciones sobre el apoyo académico necesario. También suelen referir a las familias a un profesional de la salud mental externo para que realice el diagnóstico.
En la mayoría de los casos, únicamente los médicos clínicos, como los psiquiatras, pueden prescribir medicamentos para su tratamiento. (Algunos estados permiten que los psicólogos prescriban, y las enfermeras certificadas y los asistentes médicos a menudo también pueden hacerlo).
La gran mayoría de los diagnósticos de TDAH son realizados por los pediatras, sin embargo, los padres deben estar conscientes de que muchos pediatras no tienen capacitación especializada en trastornos psiquiátricos, y un diagnóstico de TDAH no debe ser realizado en una visita rápida al consultorio ni basarse únicamente en un reporte de que el niño está teniendo problemas para concentrarse en la escuela. La falta de atención puede tener otras causas, y darle medicamentos para el TDAH no resolverá sus problemas si el niño no tiene TDAH.
¿Cuál es el tratamiento más efectivo para el TDAH?
Las investigaciones muestran que un enfoque combinado de medicamento y terapia conductual es el tratamiento más efectivo.
Para casos de TDAH desde moderados a severos, la primera línea de tratamiento es usualmente el medicamento. Los medicamentos para el TDAH llamados psicoestimulantes, los cuales aumentan la cantidad de ciertos químicos en el cerebro, ayudan a los niños a enfocarse y controlar la impulsividad e hiperactividad.
Las terapias conductuales ayudan a los niños a manejar sus comportamientos impulsivos y ser más organizados.
¿Cuáles son los tipos de medicamentos estimulantes para TDAH?
Si un niño tiene TDAH, los estudios muestran que hay más de un 80% de probabilidad de que responda a medicamentos estimulantes con una reducción significativa de los síntomas.
Hay dos tipos principales de medicamentos estimulantes:
De los niños que responden a los estimulantes, la mitad responderá de la misma manera positiva a ambos grupos de medicamentos, y la otra mitad responderá mejor a uno u otro. Existen muchas fórmulas de liberación diferentes para los medicamentos estimulantes, lo que las hace efectivas durante distintos períodos de tiempo.
Dentro del grupo de liberación prolongada, los medicamentos varían en cuanto a la liberación de la dosis en la mañana y en la tarde. Algunas liberan 50% en la primera mitad del día y 50% en la segunda; otras liberan sólo 30% en la primera mitad y 70% en la segunda.
Encontrar la dosis correcta
Debido a que diferentes niños metabolizan los medicamentos de maneras diferentes, el objetivo es encontrar la fórmula que libere una dosis efectiva durante un período de tiempo deseable para su hijo. Obtener la dosis correcta para un niño en particular requiere varias semanas de prueba. El médico normalmente aumenta la dosis de forma gradual hasta que se vuelve efectiva. Si tu hijo experimenta efectos secundarios no deseados, puede significar que la dosis es demasiado alta o que el medicamento no es el correcto.
Es importante notar que algunos niños responden de manera diferente a los dos tipos diferentes de estimulantes usados en estos medicamentos: el metilfenidato y la dextroanfetamina. Cambiar de uno al otro, o incluso a una fórmula de liberación distinta dentro de la misma medicina básica, puede ayudar a reducir o eliminar los efectos secundarios.
Una vez que una dosis efectiva es establecida, tu hijo debe ser supervisado de manera periódica para asegurar que el medicamento siga satisfaciendo sus necesidades a medida que crece.
Efectos secundarios de los medicamentos estimulantes
Los medicamentos estimulantes pueden ser muy efectivos para reducir los síntomas del TDAH, pero algunos niños experimentan efectos secundarios adversos. Estos incluyen:
¿Existen medicamentos no estimulantes para el TDAH?
Hay dos tipos de medicamentos que no son estimulantes que pueden ayudar a aliviar los síntomas del TDAH. Son útiles para niños que no responden a medicamentos estimulantes o que experimentan efectos secundarios adversos.
Finalmente, los ácidos grasos omega también pueden ser útiles para el TDAH, a pesar de que no son tan útiles como los estimulantes o estos otros medicamentos.
¿Los niños deberían dejar de tomar los medicamentos para el TDAH durante los días festivos y las vacaciones de verano?
Debido a que los niños con TDAH no necesitan desempeñarse académicamente durante el verano o en periodos festivos largos, los padres algunas veces aprovechan la oportunidad para que sus hijos dejen de tomar los medicamentos dentro de su régimen, especialmente si están experimentando efectos secundarios. Otros padres evitan una interrupción por miedo a que los problemas de comportamiento de su hijo reboten.
Una razón para permanecer con el tratamiento durante todo el año es que el TDAH no sólo afecta el desempeño de un niño en la escuela. Durante el verano, los niños tienen que llevarse bien con familiares y amigos, y funcionar bien en actividades de grupo como deportes y campamentos.
Sin embargo, si te preocupa que tomar medicamentos estimulantes pueda estar retrasando el crecimiento de tu hijo, una pausa en el verano le puede permitir ponerse al día. Y si te preocupa que esté por debajo de su peso debido a que se la ido el apetito, un verano sin medicamentos puede ayudarlo a aumentar algunas libras.
Para conocer más sobre las ventajas y desventajas de un descanso de los medicamentos durante las vacaciones, haz clic aquí.
¿Cuáles son los tratamientos conductuales para el TDAH?
Las terapias conductuales o del comportamiento no eliminan los síntomas centrales del TDAH, pero pueden ser muy útiles para enseñarles a los niños a manejarlos mejor. Por ejemplo, los niños que tienen problemas para terminar las cosas y mantenerse organizados pueden aprender técnicas para completar y hacer un seguimiento de sus tareas y trabajos escolares.
También existe un tipo de terapia conductual para el TDAH llamada capacitación para padres que puede ayudar a reducir los problemas de comportamiento que se derivan del TDAH de los niños. La terapia de interacción padres-hijos y otras formas de capacitación para padres enseñan a los padres cómo trabajar con sus hijos para desarrollar buenos comportamientos, al mismo tiempo que minimizan los comportamientos impulsivos y de falta de atención. Motivados por un refuerzo positivo, los niños que han estado fuera de control pueden aprender a controlar su comportamiento y disfrutar relaciones más gratificantes con padres y maestros.
Conforme los niños crecen, con frecuencia comienzan a trabajar de manera más individual con los médicos para fortalecer sus habilidades organizacionales y desarrollar planes de comportamiento efectivo.
Cuando un niño tiene la edad suficiente, la terapia cognitivo-conductual o TCC lo puede ayudar a aprender a controlar sus comportamientos, al comprender la influencia que tienen sus pensamientos y sentimientos sobre sus comportamientos.
Para conocer más sobre la terapia cognitivo-conductual para niños con TDAH, haz clic aquí.
¿Qué podemos hacer para ayudar a los niños a fortalecer las funciones ejecutivas?
Para reforzar las habilidades de los niños en estas áreas, los especialistas de aprendizaje enseñan una combinación de estrategias específicas y estilos de aprendizaje alternativos que complementan o mejoran las habilidades particulares de un niño.
Con los niños de primaria, los especialistas educacionales usualmente trabajan con los padres y los niños juntos para establecer rutinas y herramientas que permitan realizar el trabajo con éxito y con un mínimo de conflicto. Por ejemplo:
Para obtener más información sobre los adolescentes con TDAH, haz clic aquí.
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