Guía rápida sobre el trastorno del lenguaje

El trastorno del lenguaje es un trastorno de la comunicación que puede afectar a niños. Los niños con trastorno del lenguaje podrían tener problemas para entender el lenguaje y para hablarlo. Podrían tener dificultad con el lenguaje escrito, el lenguaje hablado o ambos. Los niños con trastorno del lenguaje suelen utilizar frases cortas o simples, confundir el orden de las palabras o tener dificultad para encontrar las palabras que quieren decir. Estos desafíos pueden causar problemas en casa, en la escuela y con otros niños.

El trastorno del lenguaje es diferente del trastorno fonológico. En el caso del trastorno fonológico, los niños tienen dificultad para emitir sonidos. En el caso del trastorno del lenguaje, pueden emitir sonidos con precisión pero podrían enfrentar desafíos con otros aspectos del lenguaje como la gramática, la comprensión, la semántica y la pragmática.

Las señales de que un niño pudiera tener un trastorno del lenguaje incluyen:

• Problemas para aprender y utilizar el lenguaje hablado y escrito
• Dificultad para aprender y utilizar signos gestuales
• Dificultad con el vocabulario, la estructura de las frases o para mantener una conversación
• Dificultad para seguir instrucciones u organizar sus pensamientos
• Utilizar frases cortas y sencillas
• Poner las palabras en el orden incorrecto
• Utilizar el tiempo verbal equivocado (como decir “yo voy a la escuela” cuando quieren decir “fui a la escuela”)
• Omitir palabras en las frases
• Recurrir mucho a muletillas como “um” mientras intenta recordar la palabra correcta
• Repetir partes de preguntas o preguntas enteras antes de responderlas
• Evitar hablar con personas que no conocen bien
• Desconocer muchas palabras

El trastorno del lenguaje suele ser diagnosticado por patólogos del habla y del lenguaje (logopedas), aunque también podría ser diagnosticado por psicólogos, psiquiatras o pediatras. La evaluación incluye varias pruebas para valorar el vocabulario, la gramática y sintaxis de los niños, así como su capacidad para utilizar el lenguaje como medio para el aprendizaje y la comunicación. Un niño puede recibir este diagnóstico si presenta deficiencias significativas en sus habilidades lingüísticas.

El trastorno del lenguaje suele ser hereditario. Un niño tiene más probabilidades de tener un trastorno del lenguaje si uno de sus progenitores o hermanos también lo tienen.

El mejor tratamiento para el trastorno del lenguaje es la terapia del habla y del lenguaje, en la que un especialista trabaja con los niños para mejorar su capacidad de escuchar, comprender y expresarse. Este tipo de terapia les puede ayudar a desarrollar su vocabulario, utilizar elementos gramaticales, construir frases precisas y con sentido, así como utilizar el lenguaje para el aprendizaje y la comunicación. Los niños con el trastorno del lenguaje pueden enfrentar desafíos secundarios que afectan su aprendizaje e interacciones sociales, así como su autoconcepto y autoestima.

Los niños con trastorno del lenguaje pueden tener dificultades para hacer amistades, debido a que a sus pares les podría costar entender lo que tratan de decir, o podría ser lo contrario: que a ellos les cueste entender lo que dicen sus pares. Esto puede hacer que experimenten depresión o ansiedad social.

• Avisa al estudiante con antelación antes de pedirle que participe.
• Hazle saber al estudiante que está bien que te pida repetir o reformular lo que dijiste.
• Anímale a tomar apuntes.
• Explícale las instrucciones para las tareas de forma individual.
• Durante la clase, haz una pausa de un par de minutos antes de pasar al siguiente tema, para que el estudiante pueda procesar la información.
• Elige material de lectura que utilice estructuras sintácticas y un lenguaje sencillos.

• Simplifica tu lenguaje al hablar.
• Usa un lenguaje directo.
• Pide a tu hijo que repita lo que dijiste, para asegurarte de que lo entendió.
• Solicita su colocación en un aula que tenga dos maestros o que cuente con un maestro de educación especial.
• Asegúrate de que sus maestros conocen su discapacidad y saben cómo brindarle apoyo.
• Lleva a tu hijo con un especialista del habla.