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Cómo ayudar a niños pequeños con sus habilidades lingüísticas

Consejos para animar a niños de 0 a 5 años a hablar.

Escrito por: Rachel Cortese, MS, CCC-SLP

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Cuando ayudamos a los niños a que aprendan a usar el lenguaje, es importante comenzar por promover que hagan más de lo que ya están haciendo, al elogiarlos y hacer que sientan orgullo por sus intentos de comunicarse. La adquisición temprana del lenguaje es instintiva y para la mayoría de los niños tiende a suceder de forma bastante natural. Pero la forma en que las personas adultas respondemos a sus intentos de comunicación puede tener un gran impacto, acelerando o desacelerando su desarrollo del lenguaje.

Como patólogo del habla y el lenguaje que trabaja con niños pequeños que están en proceso de adquirir y desarrollar el lenguaje, he recopilado muchas estrategias y técnicas útiles en su aprendizaje. Estos son algunos de los conceptos básicos que puedes comenzar a usar en casa en las interacciones cotidianas con cualquier niño, ya sea que esté adquiriendo el lenguaje de forma típica o que le esté costando un poco más.

El habla viene después

Como todos los padres saben, las palabras no son la única forma de comunicarse. Los niños pequeños señalan, hacen contacto visual y usan el lenguaje corporal para enviarnos mensajes. Reconocer, alentar y reforzar positivamente estos precursores del lenguaje prepara el escenario para la producción del habla y el lenguaje por venir. Pero incluso antes de que los niños descubran cómo señalar algo que quieren, se comunican con nosotros de otras maneras.

Al principio, cuando los bebés lloran porque tienen hambre o se sienten incómodos, pueden simplemente estar reaccionando a cómo se sienten, pero cuando los padres interpretan y responden a sus gritos y sonidos, los bebés comienzan a notar la relación recíproca entre la vocalización y la satisfacción de sus necesidades. Esto los anima a comenzar a comunicar de forma intencional sus necesidades, a través de cosas como señalar, el uso del lenguaje corporal o emitir más sonidos.

Eventualmente, las palabras se convertirán en la forma más eficiente de comunicarse con nosotros, pero hasta entonces los padres no deben pasar por alto la importancia de dar forma a la comunicación no verbal, que instala en la mente de los niños la utilidad de la comunicación y los impulsa a aprender a comunicarse de maneras más sofisticadas.

Una de las cosas más interesantes sobre el desarrollo del lenguaje en niños es que está estrechamente relacionado con el juego. El período de tiempo en el que los niños comienzan a producir sus primeras palabras (generalmente alrededor de los 12 a 13 meses) es también el mismo período en el que evoluciona el juego simbólico. Por juego simbólico me refiero a algo así como un niño que se lleva un plátano a la oreja y finge que es un teléfono.

Desde el punto de vista del desarrollo tiene sentido que estas dos cosas ocurran al mismo tiempo porque los niños primero deben aprender a pensar simbólicamente para usar el lenguaje, debido a que el lenguaje es simbólico (una palabra representa un objeto, por ejemplo). Entonces, cuando te unes a tu hijo en un juego imaginativo, en realidad estás alentando y ayudando a expandir su nueva capacidad para representar las cosas de forma mental y simbólica.

Observar y comprender las habilidades de juego de tu hijo puede ayudarte como padre o madre a saber qué esperar a continuación. Por ejemplo, si tu hijo no ha pasado de golpear una cuchara en la mesa, no deberías esperar que hable para comunicarse porque, en el desarrollo, la intención de comunicarse aún está emergiendo.

Crear oportunidades

Hay muchas maneras en que los padres pueden crear oportunidades que alienten a los niños a practicar sus habilidades de comunicación. Una de las favoritas es poner las cosas fuera de su alcance. Por ejemplo, en lugar de entregarle a tu hijo una barra de granola que sabes que quiere, deja que la vea un poco fuera de su alcance y espera a que te la pida de alguna manera.

La forma de organizar las cosas en tu hogar puede crear muchas oportunidades para hablar. Recorre tu casa y observa dónde están los libros y los juguetes. Tal vez coloques los juguetes más deseables un poco más arriba (pero aún a la altura de su vista). Del mismo modo, puedes intentar darles a los niños sólo una parte de un rompecabezas o de un juguete como el señor cabeza de papa. Deja que te pidan las otras piezas que necesitan. El objetivo aquí no es frustrar a tu hijo, sino manipular el entorno, de una manera que lo aliente a pedir y percibir cosas, así como usar la comunicación intencional.

Otra forma divertida de hacer que los niños se comuniquen es pretender que se te olvidan algunas cosas. Durante una rutina que tú y tu hijo hayan establecido, por ejemplo vestirse, te podrías olvidar de ponerte los calcetines antes que los zapatos. Si tu hijo sabe que los calcetines se ponen antes que los zapatos, notará el cambio en la rutina y te “atrapará” siendo olvidadizo.

También puedes hacer una pausa durante alguna actividad predecible, como cantar una de sus canciones favoritas. Si a tu hijo le gusta “Incy wincy araña”, un día podrías cantar, “Incy wincy araña tejió su telaraña, vino la lluvia y…” y luego detenerte, esto lo animará a completar la frase. Esto no solamente estimula a tu hijo a recuperar y usar nuevas palabras del vocabulario, sino que también le enseña a tomar turnos, así como que es divertido usar el lenguaje en un intercambio de ida y vuelta.

Estrategias para ampliar las habilidades lingüísticas

Al trabajar con niños en sus habilidades lingüísticas, tu objetivo siempre debe ser ayudarlos a alcanzar el siguiente nivel de complejidad, nada más y nada menos. Por ejemplo, si tu hijo se comunica en ráfagas de una o dos palabras, tu objetivo debe ser modelar y usar oraciones de tres y cuatro palabras. Pero asegúrate de seguir el ejemplo de tu hijo para mantener su interés por probar palabras nuevas y comunicarse de nuevas maneras.

¡Hablar y comunicarse con otros deber ser divertido! Recuerda que el lenguaje es algo que los niños adquieren de forma natural, por lo que queremos ver lo que les interesa, observar y escuchar cómo se comunican y ayudarlos a avanzar al siguiente nivel de habilidad lingüística.

Estas son algunas estrategias que se pueden usar con niños desde el nacimiento hasta los cinco años, dependiendo de su nivel de lenguaje. La forma en que haces estas cosas a lo largo de la infancia puede verse diferente cuando los niños comienzan a usar palabras, pero la idea básica seguirá siendo la misma.

  • Imita: Si tu hijo hace ruidos (balbucea), hace otro sonido en el juego o incluso golpea con una cuchara, tú también puedes hacerlo. Imitar los sonidos, las palabras y las acciones de los niños les muestra que están siendo escuchados y que tú apruebas lo que están haciendo o diciendo. También promueve la toma de turnos y, lo mejor de todo, los alienta a imitarte a ti y tus expresiones de lenguaje más complejas.
  • Interpreta: Si tu hijo señala el jugo de manzana que quiere beber, se está comunicando contigo. Lleva esto al siguiente nivel al interpretar lo que está tratando de decir. Responde con “jugo de manzana, ¿quieres jugo de manzana?”.
  • Expande y reestructura: Cuando tu hijo dice “camión rojo”, tú puedes ampliar eso diciendo: “Sí, un camión rojo grande”. Si tu hijo dice: “El dragón saltando sobre la cama”, puedes modificar su gramática diciendo: “El dragón está saltando en la cama”. Usa el énfasis y la entonación para resaltar las palabras en las que deseas que tu hijo se concentre.
  • Comenta y describe: En lugar de decirle al niño qué hacer durante el tiempo de juego, conviértete en un comentarista deportivo y haz una descripción jugada por jugada de lo que está haciendo. Di: “Estás conduciendo el auto rojo en círculos”, o “estás ubicando a la vaca en el establo, la vaca se va a dormir”. Esto modela un buen vocabulario y gramática y ayuda a los niños a organizar sus pensamientos. Tal vez en realidad no estaban poniendo la vaca a dormir, tal vez sólo la estaban poniendo dentro del granero, pero al sugerir le estás dando un nuevo concepto para considerar.
  • Elimina las conversaciones negativas: Trata de no decir cosas como “no es ahí donde debe ir la vaca” o, cuando están coloreando: “El cielo no es rosado”. Recuerda que queremos estimular todos los intentos de comunicarse y validar esos intentos para que los niños hagan más de eso. Todos respondemos mejor a frases más positivas.
  • Da respuestas contingentes: Responde de inmediato a todos los intentos de comunicación, incluidas las palabras y los gestos. Esto es muy importante. Les muestra a los niños lo importante que es la comunicación y te brinda a ti la oportunidad de modelar habilidades lingüísticas más sofisticadas.
  • Plantea un equilibrio al tomar turnos: Brinda a los niños el espacio para ejercer sus habilidades de comunicación al asegurarte de que tengan un turno. Los turnos no tienen que ser para hablar. Un turno podría ser tu hijo entregándote un juguete o haciendo contacto visual. Tal vez tu hijo te mirará porque necesita ayuda para abrir una caja. Tú podrías decir: “¿Necesitas ayuda para abrir la caja?”. Luego, puedes esperar a que tu hijo te entregue la caja. Es decir: está tomando otro turno. Tomar turnos puede ser difícil para los padres porque estamos acostumbrados a hacernos cargo de las situaciones, pero es importante darles a los niños la oportunidad de usar las habilidades que están desarrollando.
  • Nombra las cosas: Incluso cuando los niños aún no están listos para usar palabras, puedes prepararlas nombrando las cosas en su entorno. Durante los baños de burbujas, sigue refiriéndote a las burbujas, durante la cena puedes nombrar el jugo de manzana.
  • Pon límite a las “pruebas”: Si sabes que tu hijo conoce el sonido que hace un cerdo, no sigas preguntándole. Interrogarlo durante el tiempo de juego en lugar de sólo jugar, puede ser estresante para tu hijo. En cambio, podrías decir: “Me pregunto a dónde va el cerdo”. Eso invita a una respuesta, pero no pone a tu hijo en aprietos.
  • Proporciona elogios etiquetados: En lugar de simplemente decir “bien hecho”, ponle una etiqueta a ese elogio. Si tu hijo todavía no está usando palabras (o incluso si lo está), podrías decir: “Muy bien hecho al colocar todos los bloques en su lugar”, porque esto refuerza aún más su buen comportamiento. Para un niño que usa algunas palabras para comunicarse, podrías decir: “Bien hecho al decirme que quieres jugo de manzana”, o “qué bien que me pediste más jugo, diciendo por favor”. Esto ayudará a crear sentimientos positivos en torno a la comunicación y motivará a tu hijo a continuar tratando de agregar nuevas palabras.

Preguntas frecuentes

¿Cómo pueden ayudar los padres a su hijo a pasar de frases simples a otras más complejas?

No intentes presionar a tu hijo para que empiece a utilizar frases más complejas. En su lugar, utiliza frases cortas pero que sean un poco más complejas de lo que ya puede hacer. Síguele la corriente y habla de lo que le interese.

¿Cómo pueden los padres fomentar el desarrollo del lenguaje en su hijo pequeño?

Puedes animar a tu hijo pequeño a desarrollar el lenguaje al mostrarle lo divertido y útil que puede ser hablar. Puedes imitar las palabras que dice, con lo que le demuestras tu entusiasmo. También puedes describir lo que está haciendo. Cuando tu hijo intente hablar, respóndele enseguida con elogios específicos.

¿Qué se aconseja para fomentar las habilidades lingüísticas de niños pequeños?

Para fomentar las habilidades lingüísticas de niños pequeños, puedes organizar las cosas de tu casa de forma que promuevan oportunidades para hablar. Pon los juguetes más interesantes un poco más arriba de donde los niños los puedan alcanzar. El objetivo es manipular el entorno de forma que sientan la motivación de pedir las cosas.

La última revisión de este artículo se realizó el 10 de diciembre de 2024.