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Estrategias para que sea más fácil hacer las tareas de la escuela

Conoce rutinas y sistemas de incentivos para ayudar a los niños a lograrlo.

Writer: Peg Dawson, EdD, NCSP

Clinical Experts: Dr. Ramón Burgos , Karol Espejo, LCSW

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Esta es la mejor guía que hemos visto para ayudar a los niños a hacer las tareas escolares con éxito, publicada en el sitio web de la National Association of School Psychologists, NASPonline.org (en inglés). Nuestro agradecimiento a NASP por compartirla con nosotros.

Hay dos estrategias clave que los padres pueden utilizar para disminuir los problemas a la hora de hacer las tareas. Lo primero es establecer rutinas claras, lo que incluye definir cuándo y dónde hacer los deberes escolares y establecer horarios diarios. Lo segundo es crear recompensas o incentivos para utilizar cuando las “buenas calificaciones” no son una recompensa suficiente.

Rutinas para la tarea

Las tareas son más fáciles de realizar cuando están vinculadas a rutinas específicas. Al establecer rutinas diarias para los deberes escolares, no solo harás que la tarea sea más fácil, sino que también fomentarás un sentido de orden que tus hijos pueden aplicar posteriormente en la vida, incluyendo la universidad y el trabajo.

Paso 1. Encuentra un lugar en la casa donde se harán las tareas. El espacio adecuado depende de tu hijo o hija y de la cultura familiar. Hay niños a quienes les funciona bien un escritorio en su habitación. Es un lugar tranquilo, lejos del bullicio familiar. Pero hay niños que se distraen demasiado con las cosas que tienen en su habitación, por lo que les funciona mejor un lugar alejado de esas distracciones, como la mesa del comedor. Algunos niños necesitan trabajar a solas. Otros necesitan que alguno de sus padres esté cerca para ayudarlos a mantener el enfoque en la tarea y para responder preguntas cuando surgen problemas. Pregúntale a tu hijo o hija cuál qué lugar prefiere. Tanto tú como tus hijos deben analizar las ventajas y desventajas de los diferentes entornos para llegar a un lugar que sea de mutuo acuerdo.

Paso 2. Prepara un centro para tareas. Una vez que hayan identificado conjuntamente un lugar, equípalo como oficina en casa/centro para tareas. Asegúrate de que haya un espacio de trabajo despejado, que sea lo suficientemente grande como para colocar todos los materiales necesarios para completar las tareas. Equipa el centro para tareas con el tipo de suministros que tus hijos probablemente necesiten, como lápices, bolígrafos, marcadores de colores, reglas, tijeras, un diccionario general y otro de sinónimos y antónimos, papel cuadriculado, papel de construcción, pegamento y cinta adhesiva, papel con rayas, una calculadora, corrector ortográfico y, dependiendo de la edad y las necesidades de tus hijos, una computadora de escritorio o portátil. Si el centro para tareas es un lugar que se utilizará para otras cosas (como la mesa del comedor), entonces después pueden guardar los suministros en una caja o contenedor portátil. De ser posible, el centro para tareas debe tener un planificador o un pizarrón de corcho donde se pueda colgar un calendario mensual para que tus hijos le puedan dar seguimiento a las tareas a largo plazo. Darles a los niños cierta libertad para decorar el centro para tareas puede ayudar a que se apropien de ese espacio, pero debes tener cuidado de que no se llene demasiado de materiales que puedan ser factores de distracción.

Paso 3. Establece una hora para la tarea. Tus hijos deberían adquirir el hábito de hacer la tarea a la misma hora todos los días. El tiempo puede variar según cada niño en particular. Hay quienes necesitan un descanso justo después de la escuela para hacer algo de ejercicio y comer algo. Otros necesitan empezar la tarea mientras todavía están en el modo escolar (es decir, justo después de la escuela cuando aún cuentan con algo de energía para terminar el día). En general, puede ser mejor hacer la tarea antes de la cena o lo más temprano en la noche que aguanten. Cuanto más tarde se hace, se cansan más y hacen la tarea más lentamente.

Paso 4. Establece un horario diario de tareas. En general, al menos en la middle school, la sesión de las tareas debería comenzar contigo y tu hijo o hija creando un horario para las tareas. Revisen todas las tareas, atiende cualquier duda y revisa que estén todos los materiales necesarios. Pídele a tu hijo o hija que calcule cuánto tiempo necesitará para completar cada tarea. Luego pregúntale cuándo comenzará a hacer cada tarea. En caso de que necesite ayuda con alguna tarea, es importante separar un espacio desde el principio para asegurarte de que tendrás la disponibilidad para ayudar. Al final de esta guía se incluye un planificador diario de tareas que contiene un lugar para identificar cuándo se pueden tomar descansos y qué recompensas se pueden obtener.

Sistema de incentivos

Hay niños a quienes no les motiva el placer de hacer la tarea, pero lo que sí les motiva es la alta calificación que esperan obtener como resultado de haber hecho un trabajo de calidad. Por lo tanto, la calificación es un incentivo que motiva al niño a cumplir con los deberes escolares en tiempo y forma. En el caso de niños a quienes las calificaciones no les motivan, los padres deberán buscar otras recompensas que los ayuden a completar sus deberes. Los sistemas de incentivos se dividen en dos categorías: simples y elaborados.

Sistema de incentivos simples. El sistema de incentivos más simple es recordarle al niño una actividad divertida que puede hacer cuando la tarea esté hecha. Puede ser ver un programa de televisión favorito, la posibilidad de dedicar tiempo a un videojuego o juego de computadora, hablar por teléfono o enviar mensajes instantáneos, o jugar un juego con uno de sus padres. Este sistema de retención de cosas divertidas hasta que terminen el trabajo pesado se conoce a veces como la ley de la abuela, porque las abuelas a menudo lo usan con bastante eficacia. (“Primero saca la basura, luego puedes comer galletas con chispas de chocolate”). Tener algo que esperar puede ser un incentivo poderoso para completar el trabajo pesado. Cuando los padres les recuerdan esto a los niños al momento de sentarse en sus escritorios, es posible que puedan encender el motor que impulsa al niño a seguir con el trabajo hasta completarlo.

Sistema de incentivos elaborados. Estos implican más planificación y más trabajo por parte de los padres, pero en algunos casos son necesarios para atender problemas más significativos relacionados con las tareas. Los sistemas de incentivos más complejos pueden incluir una estructura para obtener puntos que podrían usarse para “comprar” privilegios o recompensas, o un sistema que proporcione recompensas mayores por realizar tareas más difíciles. Estos sistemas funcionan mejor cuando padres e hijos los desarrollan en conjunto. Dar a los niños la oportunidad de opinar les da un sentido de control y propiedad, lo que hace más probable que el sistema tenga éxito. Hemos descubierto que los niños suelen ser realistas al establecer objetivos y decidir sobre recompensas y sanciones cuando se les involucra en el proceso de toma de decisiones.

Ofrecer descansos. Estos son buenos para quienes no pueden llegar al final sin una pequeña recompensa en el camino. Al crear el horario diario de tareas, puede ser útil con estos niños identificar cuándo tomarán sus descansos. Algunos niños prefieren tomar descansos a intervalos de tiempo específicos (cada 15 minutos), mientras que a otros les va mejor cuando los descansos ocurren después de haber terminado una actividad. Si usas este enfoque, debes discutir con tu hijo o hija cuánto durarán los descansos y qué se hará durante ellos (comer algo, llamar a un amigo, jugar un nivel en un videojuego). El planificador diario de tareas incluye secciones donde se pueden identificar los descansos y las recompensas al final de cada tarea.

Ofrecer opciones. Esta puede ser una estrategia efectiva para utilizar con niños que se resisten a las tareas. La opción se puede incorporar tanto en el orden en que el niño acepta completar las tareas como en el cronograma que seguirá para realizar el trabajo. Incluir múltiples opciones no solo ayuda a motivar a los niños sino que también puede reducir las luchas de poder entre padres e hijos.

Desarrollar un sistema de incentivos

Paso 1. Describe los comportamientos problemáticos. Padres y niños deciden qué comportamientos están causando problemas a la hora de las tareas. Para algunos niños, el problema es que postergan la tarea hasta el último minuto. Para otros, se trata de olvidar materiales o de no anotar las tareas. Hay otros que se apresuran en su trabajo y cometen errores por descuido, mientras que otros pierden el tiempo con las tareas y tardan horas en completar lo que debería tardar solo unos minutos. Es importante ser lo más específicos posible al describir los comportamientos problemáticos. El comportamiento problemático se debe describir como una conducta que se puede ver o escuchar. Por ejemplo, decir que el niño se queja de la tarea, que se apresura a hacerla o que comete muchos errores, son mejores formas de describirlos que decir simplemente que tienen una mala actitud o están flojeando.

Paso 2. Establece una meta. Por lo general, el objetivo se relaciona directamente con el comportamiento problemático. Por ejemplo, si el problema es que no anota las tareas, el objetivo podría ser: “MAría escribirá sus tareas en su agenda o cuaderno para cada clase”.

Paso 3. Decide las posibles recompensas y sanciones. Los sistemas de incentivos funcionan mejor cuando los niños tienen un menú de recompensas para elegir, ya que ninguna recompensa mantiene su atractivos durante mucho tiempo. Recomendamos un sistema de puntos en el que los niños obtienen puntos por cumplir las metas de comportamiento y luego las pueden canjear por la recompensa que elijan. Cuanto mayor sea la recompensa, más puntos necesitarán los niños para obtenerla. El menú debe incluir recompensas más grandes y más costosas que tl vez requieran una semana o un mes para obtenerlas, y recompensas más pequeñas y económicas que se pueden obtener todos los días. También puede ser necesario incorporar sanciones en el sistema. Esto por lo general incluye cosas como perder un privilegio (la posibilidad de ver un programa de televisión favorito o la posibilidad de hablar por teléfono con un amigo).

Una vez que el sistema esté en funcionamiento, y si notas que tus hijos están obteniendo más sanciones que recompensas, entonces el programa debe ser revisado para que puedan tener más logros. Por lo general, cuando este tipo de sistema falla, lo consideramos un error de diseño, en vez de indicar una falta de respuesta del niño a las recompensas. Puede ser una buena idea consultar con un especialista como un consejero o psicólogo escolar, si tienes dificultades para diseñar un sistema que funcione.

Paso 4. Haz un contrato para las tareas. El contrato debe decir exactamente lo que los niños aceptan hacer y cuáles serán exactamente los roles y responsabilidades de los padres. Cuando el contrato es puesto en marcha debería reducir algo de la tensión que suelen experimentar padres e hijos en torno a la tarea. Por ejemplo, si el contrato incluye que tus hijos obtendrán un punto por no quejarse de la tarea, pero se quejan, no debería ser motivo de una batalla entre padres e hijos: simplemente no obtiene ese punto. Los padres también se deben asegurar de elogiar a sus hijos por seguir el contrato. Será importante que los padres acuerden un contrato con el que se sientan a gusto. Es decir, uno en el que se eviten las sanciones que no pueden o no quieren imponer (por ejemplo, si ambos padres trabajan y no están en casa, no pueden controlar cuándo comienza sus hijos a hacer la tarea, por lo que puede ser necesario escribir un contrato alternativo).

Hemos descubierto que es poco común que un sistema de incentivos funcione la primera vez. Los padres deben esperar probarlo y rediseñarlo para resolver los problemas. Eventualmente, una vez que los niños se acostumbran a realizar los comportamientos especificados en el contrato, lo pueden modificar para trabajar en otro comportamiento problemático. Con el tiempo, puede que tus hijos quieran dejar de usar el sistema de incentivos. Sin embargo, a menudo se trata de un objetivo a largo plazo, y deberías prepararte para escribir un nuevo contrato si tus hijos vuelven a tener malos hábitos una vez que abandonan un sistema.

Haz clic aquí para descargar el planificador de tareas y la hoja de incentivos en inglés.

Preguntas frecuentes

¿Qué se aconseja hacer para que los niños hagan la tarea sin problemas?

Para lograr que la tarea se haga sin problemas, establece una rutina que incluya un momento y lugar para hacerla, un planificador en el que se enliste cada actividad, descansos programados cuando se haya realizado parte del trabajo y un sistema de recompensas para niños que no se motivan solamente por las buenas calificaciones.

¿Cuáles son los pasos a seguir para establecer una buena rutina para las tareas?

Establece una buena rutina para las tareas con estos pasos: encuentra un lugar en la casa donde se realizarán las tareas, instala un centro para las tareas que incluya todos los materiales necesarios, establece un horario para las tareas, utiliza un planificador diario para que tus hijos tengan todo por escrito.

¿Qué herramientas pueden facilitar que la tarea se haga sin problemas?

Una herramienta que puede facilitar que la tarea se haga sin problemas es un planificador diario en el que se anote cada actividad, así como el tiempo que requerirá completarla y qué recompensas pueden obtener los niños por realizarlas.

This article was last reviewed or updated on 26 de febrero de 2025.