Ayuda para niños que se les dificulta el aprendizaje

Donde sea que haya un niño a quien se le dificulte la escuela, lo más probable es que haya padres batallando por averiguar cómo encontrar la ayuda más efectiva.

Hay niños que, a pesar de esforzarse mucho, se quedan atrás respecto de sus compañeros por la frustración que les causan sus trastornos del aprendizaje. Hay quienes se retrasan porque les cuesta concentrarse en el aprendizaje o hacer un esfuerzo organizado para completar la tarea.

En algunos casos, los niños con dificultades recibirán el apoyo que necesitan para progresar de parte de especialistas en la escuela, ya sea en el aula o en sesiones fuera de clases. Pero cada año, muchos, muchos padres se encuentran en la situación de buscar ayuda fuera de la escuela.

Ahí es donde las cosas se pueden volver confusas. ¿Estás buscando tutor, ayudante para las tareas o terapeuta educativo? En realidad, depende de lo que necesite tu hijo.

Si tu hijo va mal en una asignatura en particular, un tutor podría ser el camino a seguir. Es fácil entender qué es un tutor y qué hace: tiene conocimientos en un área específica y puede impulsar el progreso del niño en esa materia, al completar la información básica que tal vez tu hijo pasó por alto y ofrecer más explicaciones y prácticas para ayudar a que adquiera las habilidades necesarias.

Si el desafío de tu hijo no es en una materia en particular, sino que tiene problemas para ponerse a trabajar y abordar las tareas en sí mismas, un ayudante para las tareas podría ser lo que necesita. Un ayudante para las tareas hace exactamente eso: ayuda con las tareas al proporcionar estructura y apoyo. Muchos de los padres (si no es que todos) desempeñan ese papel para sus hijos, al estar presentes y brindar apoyo cuando los niños se confunden o se desconcentran.

Pero cuando los niños tienen una dificultad inusual con el trabajo, y la tarea se convierte en una importante área de conflicto, tener un ayudante para las tareas profesional puede ser un gran alivio tanto para los padres como para los niños. No es una forma de terapia, señala Matthew Cruger, PhD, director sénior del Centro para el aprendizaje y el desarrollo del Child Mind Institute, pero el resultado puede ser terapéutico: ayudar a un niño a tener éxito en la tarea sin involucrar a mamá o papá puede eliminar mucho estrés familiar por las noches.

Para un niño que tiene problemas de aprendizaje considerables, un terapeuta educativo se puede enfocar, no tanto en hacer la tarea, sino en fortalecer las habilidades necesarias para que se pueda mantener al día. Los terapeutas educativos pueden tener una variedad de antecedentes profesionales, desde educación especial hasta terapia del habla y el lenguaje o psicología. Lo que tienen en común es que llegan a comprender el estilo de aprendizaje de cada niño en particular, y luego le ayudan a desarrollar habilidades y estrategias que le permitirán desarrollar sus fortalezas y compensar sus deficiencias.

Para un niño con dislexia, por ejemplo, eso significaría ayuda para leer, así como estrategias para compensar esa dificultad con la lectura. Para un niño cuyo desafío se centra en el aprendizaje, el terapeuta le podría ayudar con estrategias para iniciar y organizar un proyecto, recordar información y practicar habilidades. Los terapeutas educativos reconocen que los niños que se han quedado atrás en la escuela a menudo sienten desánimo y ansiedad, por lo que su misión es desarrollar la confianza del niño al mismo tiempo que sus habilidades.