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Cómo ayudar a los hermanos a llevarse bien

Manejar los conflictos y fomentar vínculos fuertes.

Escrito por: Hannah Sheldon-Dean

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No es ningún secreto que las relaciones entre hermanos pueden ser complicadas. Desde compartir un espacio hasta competir por la atención de los padres, hay suficientes razones para que haya conflictos entre hermanos de vez en cuando.

Sin embargo, así como ocurre con los amigos más cercanos de muchos niños y con sus primeros compañeros de juego, los hermanos también pueden ser una fuente importante de apoyo y conexión. Estas son algunas estrategias para mantener la paz entre hermanos y fomentar lazos fuertes que se mantengan para el futuro.

Establecer reglas básicas

Cuando se trata de manejar el conflicto entre hermanos, es útil comprender cuál es la raíz del problema. “Muchas de las peleas entre hermanos se tratan de llamar la atención o de obtener algo tangible, como un juguete”, dice Meg Glick, LMSW, MSEd, trabajadora social clínica. “Los niños pelean por el acceso limitado a las cosas que quieren”.

Una de las mejores maneras de adelantarse a este tipo de conflictos es establecer horarios y sistemas claros, en un momento en que todos estén tranquilos. Por ejemplo, si sus hijos siempre pelean por quién elige qué ver en la televisión, pueden crear un horario juntos y colocarlo en un lugar donde todos puedan verlo. Tal vez los niños puedan intercambiar días entre ellos o espacios de media hora. Usted puede hacer lo mismo en lo que se refiere a compartir juguetes, elegir rutas en su caminata familiar o incluso decidir quién recibe el último beso de buenas noches de mamá o papá.

Lo mismo ocurre con los desafíos relacionados con compartir el espacio. Por ejemplo, si un niño tiene que estudiar a una hora determinada y no hay mucho espacio disponible, acuerde de antemano que esas horas son un momento tranquilo para todos. Saber qué esperar puede ayudar a los hermanos a mantener la calma y controlar la frustración cuando no pueden tener lo que quieren en el momento.

Sea específico y tome en cuenta la edad

Glick aconseja a los padres que usen herramientas concretas para que las reglas sean claras para todos. La manera exacta de hacer funcionar esto dependerá de la edad de sus hijos, así como de sus personalidades y estilos de aprendizaje.

  • Para los niños más pequeños, los temporizadores para tomar turnos o los horarios visuales claros funcionan bien, dice Glick. “La idea es que necesitan una forma de anticipar lo que sucederá después”.
  • Para los niños mayores, un contrato escrito con la colaboración de todos y que todos firman puede dar a los hermanos la oportunidad de trabajar juntos y acordar objetivos comunes.
  • Para los adolescentes, a menudo usted puede adoptar un enfoque de conversación para la resolución de problemas. Glick recomienda un lenguaje como: “Nos hemos dado cuenta de que tú y tu hermana están teniendo dificultades para compartir este espacio. ¿Cuáles son algunas soluciones que crees que serían productivas?”.

Proporcione (muchos) refuerzos positivos

Una vez que sus sistemas estén establecidos, puede que se requiera algo de tiempo para que los niños se acostumbren a seguirlos. Durante ese tiempo, es esencial reforzar el comportamiento deseado, y evitar centrarse demasiado en el comportamiento no deseado.

Glick llama a esta estrategia ‘ignorar activamente’. “En lugar de concentrarse en los lloriqueos y las quejas —dice— realmente nos estamos centrando en los momentos en que funciona: cuando pueden voltear el dispositivo con calma o dar espacio a sus padres para que tengan un momento a solas con su hermano”. Usted le puede recordar a su hijo las reglas o el horario cuando tenga problemas para cumplirlos, pero es mejor no perder mucho tiempo en regaños o discusiones.

El refuerzo positivo no tiene por qué ser complicado, agrega Glick. Puede ser una recompensa como tiempo extra frente a la pantalla o un bocadillo especial, pero también puede ser un choque de manos o un entusiasta “¡qué bien lo hiciste al dejar que tu hermano empezara su turno a la hora acordada!”. Especialmente para los niños más pequeños, incluso las más simples muestras de atención y afirmación de los padres pueden realmente ayudar a los hermanos a seguir las reglas.

Sea abierto acerca de las diferencias entre hermanos

Es normal que los niños de una misma familia tengan tensiones, responsabilidades y rutinas diarias muy diferentes. A menudo es fácil que los niños señalen a sus hermanos y digan: “¿Por qué ellos tienen reglas diferentes? ¡No es justo!”.

Lo primero que se debe hacer en situaciones como estas, dice Glick, es tener claro la diferencia entre “justo” e “igual”. “Trate de ser abierto al comunicar a sus hijos lo que podría ser diferente entre los hermanos y por qué”, dice Glick. Si un niño más pequeño está enojado porque su hermano mayor tiene más tiempo frente a la pantalla, puede ser de gran ayuda dejar en claro que el hermano mayor solamente está haciendo la tarea durante esa hora extra. No, las reglas pueden no ser las mismas para cada niño, pero eso no significa que las diferencias sean injustas.

Esto también puede ser una oportunidad para que los niños se adapten a la idea de que a veces la vida no es justa, tal vez el horario escolar de un niño es más largo que el del otro, y no hay nada que alguien de la familia pueda hacer para cambiar eso.

Aclare los roles y responsabilidades

Una diferencia particularmente complicada entre hermanos surge cuando los hijos mayores tienen más responsabilidades dentro de la familia. Ya sea que cuiden a los hermanos más pequeños o consigan un trabajo para ayudar con los gastos del hogar, estas presiones adicionales pueden ser estresantes para los hermanos mayores.

Si su familia se encuentra en esta situación, Glick recomienda algunas estrategias para asegurarse de que los arreglos satisfagan las necesidades de todos:

  • Defina los roles claramente. Tenga una conversación abierta con todos sobre lo que se espera de cada uno. Asegúrese de que los hermanos mayores sepan qué tipo de ayuda necesita usted de ellos (¡y lo agradecido que está!). Y que los hermanos menores entiendan lo que sus hermanos están haciendo.
  • Establezca límites apropiados para la edad de sus hijos. Glick enfatiza que si usted necesita confiar en un niño mayor, aun así debe quedar claro cuáles son los límites de esta nueva responsabilidad. “Usted querrá evitar que los niños sientan que toda la responsabilidad recae en ellos”, dice. “¿Cuándo deberían ellos pedirle que usted intervenga? ¿Qué deben manejar ellos mismos y cómo pueden obtener ayuda cuando la necesitan?”.
  • Hable con ellos a menudo. Especialmente porque los adolescentes y los jóvenes adultos están lidiando a menudo con mucho estrés sobre su propias vidas, asegúrese de mantener la conversación abierta y abra el espacio para que sus hijos mayores hablen con usted y obtengan el apoyo emocional que necesitan.

Finalmente, Glick señala que asumir responsabilidades adicionales en el hogar puede ser una ventaja para muchos niños, sin importar su edad. “Puede darles una verdadera sensación de confianza y dominio sobre su entorno”, dice. “Los ayuda a sentir que están haciendo algo para ayudar en una situación tan incierta”. Por lo tanto, no asuma que ayudar a los hermanos menores será una carga para los mayores: ellos podrían encontrar que es una fuente de fortaleza y propósito.

Aliente la conexión

“Los hermanos son realmente los primeros compañeros para muchos niños”, dice Glick. Tomar turnos, compartir, resolver conflictos: todas estas son habilidades en las que los hermanos están obteniendo oportunidades adicionales para practicar, lo cual puede ser de ayuda incluso para los mayores.

Glick recomienda las siguientes estrategias para los padres que buscan ayudar a los hermanos a apoyarse unos a otros y trabajar en equipo:

  • Elogie las interacciones positivas. Así como usted puede proporcionar un refuerzo positivo por el comportamiento de un niño en particular, también puede buscar oportunidades para elogiar a los hermanos juntos. Podría decir: “Me encanta cómo descubrieron las reglas de su juego juntos” o “es tan agradable que estén leyendo en silencio juntos”.
  • Promover experiencias compartidas. Cualquier experiencia positiva que sus hijos tengan juntos ahora puede crear un vínculo más fuerte en el futuro. Ya sea una noche de cine familiar o una caminata diaria compartida, cree actividades grupales que todos disfruten para promover sentimientos positivos entre hermanos.
  • Recompense el trabajo en equipo. Si sus hijos tienen un interés compartido particular o una actividad favorita, puede alentarlos a trabajar juntos para alcanzar sus metas. “Quizás haya una actividad de cocina, un proyecto de arte o algún otro privilegio especial por el que todos estén realmente entusiasmados”, dice Glick. Puede darles una tarea para completar juntos que les permita trabajar hacia esa recompensa, de manera que tanto el trabajo como la celebración se conviertan en experiencias compartidas.

Recuerde, dice Glick, los niños que viven con hermanos tienen suerte de tener a alguien en quién apoyarse, aunque no siempre lo sientan así. Tomar esto en cuenta puede ayudar a sus hijos (¡y a usted!) a disfrutar de una relación más armoniosa en casa.

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedo ayudar a que los hermanos se lleven bien?

Usted puede ayudar a los hermanos a llevarse bien, estableciendo reglas básicas concretas y haciéndolas cumplir de forma apropiada para su edad. Es mejor enfocarse en cuándo se portan bien y siguen las reglas que en cuándo no lo hacen. Resultan útiles tanto el refuerzo positivo, como el fomento del trabajo en equipo y la colaboración. También es útil reconocer las diferencias entre hermanos. La edad, las responsabilidades en el hogar y la cantidad de deberes escolares pueden hacer que las reglas sean diferentes para cada niño.

La última revisión de este artículo se realizó el 20 de febrero de 2023.