Precauciones adicionales y reglas claras dan resultados en jóvenes que tienen mayor riesgo de accidentes.
Clinical Expert: Dave Anderson, PhD
in EnglishAprender a conducir es un paso enorme y emocionante. Las llaves del coche significan libertad, responsabilidad y un nuevo tipo de independencia. Pero para algunos jóvenes los síntomas del TDAH (falta de atención, distracción y falta de juicio) pueden causar graves problemas a la hora de conducir. ¿Cómo pueden los padres ayudar a los jóvenes con TDAH a conducir con seguridad?
Empiece por tener una conversación sincera sobre los peligros, físicos y legales, asociados con la conducción. Hable de cómo el TDAH puede complicar las cosas. Por ejemplo: distraerse y perder la concentración en la carretera, u olvidar algunos pasos importantes como el uso de las señales intermitentes.
Establezca reglas básicas claras y fáciles de seguir. Por ejemplo, no utilizar el teléfono mientras se conduce. Llevar siempre puesto el cinturón de seguridad. No poner música a todo volumen. O no tener amigos en el coche hasta que su hijo se sienta más cómodo al volante. Los niños que toman medicación para el TDAH deben seguir tomándola cuando conduzcan.
Por último, haga saber a los niños que tener TDAH no significa que no puedan convertirse en grandes conductores, sólo significa que tienen que hacer las cosas de forma un poco diferente y ser más conscientes de sí mismos. Con un poco de práctica y una buena planificación, estarán preparados para conducir de forma segura en muy poco tiempo.
Aprender a manejar es un paso enorme y emocionante. Las llaves del auto significan libertad, responsabilidad y un nuevo tipo de independencia. Pero los síntomas del TDAH (falta de atención, distracción y mal juicio) pueden ocasionar serios problemas atrás del volante para algunos jóvenes.
Las investigaciones muestran que los jóvenes con TDAH tienen más probabilidades de recibir multas por exceso de velocidad e infracciones de tránsito, así como de involucrarse en accidentes de tránsito y de que se les revoque la licencia. ¿Cómo pueden los padres ayudar a los jóvenes con TDAH a desarrollar las herramientas necesarias para mantenerse seguros al conducir?
El primer paso para ayudar a los jóvenes a convertirse en conductores seguros ocurre fuera del auto. Las conversaciones sobre el TDAH y conducir un automóvil deben comenzar a temprana edad y realizarse con frecuencia.
“Una parte importante de facilitarles la adquisición de habilidades sólidas es anticipar el tipo de efecto que el TDAH puede tener en la conducción, mucho antes de que las llaves estén en la posición de arranque”, dice el psicólogo clínico David Anderson, PhD, experto en TDAH en el Child Mind Institute. “Muchas veces no empezamos a hablar de los peligros que puede tener el TDAH sino hasta que los jóvenes tienen una multa en la mano o tuvieron un pequeño accidente”.
Intervenir oportunamente es la mejor manera de evitar resultados negativos en el futuro.
Sea franco y abierto sobre los peligros físicos y legales asociados con la conducción y céntrese en algunas de las formas en que el TDAH puede complicar las cosas. Hablar sobre los posibles problemas que ocasiona el TDAH a los jóvenes conductores, desde el impulso por conducir a exceso de velocidad hasta distraerse por los otros jóvenes que viajan en el auto, los ayuda a estar conscientes de los puntos conflictivos antes de que se conviertan en un problema.
“Los jóvenes con TDAH son más propensos a distraerse en todos los ámbitos”, dice el Dr. Anderson. “Generalmente, los adolescentes están conscientes de cómo les afecta el TDAH en la escuela o en su vida social, así que tratamos de ayudarlos a que tengan el mismo grado de conciencia acerca de cómo las distracciones les pueden causar problemas al conducir”.
Hablar de situaciones potencialmente peligrosas es una buena manera de ayudar a que su hijo reflexione sobre el tema antes de subir al automóvil.
“Identifique sus preocupaciones, pero sea específico”, dice el psicólogo clínico del Child Mind Institute Matthew Rouse, PhD. “Las expectativas claras son más fáciles de recordar, sobre todo cuando están sucediendo muchas cosas al mismo tiempo”.
Discuta escenarios específicos que le preocupen y plantee soluciones razonables. Decir “me preocupa que conduzcas de forma segura” es cierto, pero no queda claro. En su lugar intente: “Enviar mensajes de texto mientras conduces es realmente peligroso, pero entiendo que sea difícil ignorar el teléfono cuando te llega un mensaje. ¿Podemos acordar que dejarás tu teléfono en la guantera hasta que llegues a donde vas?”.
“Entre más hable y planifique, dice el Dr. Anderson, más seguro estará usted de que, cuando su hijo está conduciendo, está pensando ante todo en su seguridad”.
Una vez que hayan hablado sobre las posibles dificultades, es importante que establezcan reglas claras, fáciles de seguir y que no entren por un oído y salgan por el otro. Para principiantes: “Pase lo que pase, usa siempre el cinturón”. Una forma de lograrlo es crear un contrato de manejo seguro.
“Puede ser muy útil tanto para los jóvenes como para los padres que las cosas estén por escrito y que se dedique un tiempo a repasarlas,” sugiere el Dr. Rouse. Los contratos pueden parecer cursis, asegura, pero si están bien hechos pueden ser muy efectivos. “Incluso si los jóvenes están reticentes al principio, los contratos funcionan. Escribir las cosas ayuda a que todos se pongan de acuerdo y recuerden cuál es un comportamiento seguro y cuál no”.
Monitor medication
Los medicamentos deben ser también parte de la conversación, dice el Dr. Anderson. “Los jóvenes que toman medicamentos cuando conducen hacia la escuela en la mañana, tal vez tengan que hacer las cosas de manera diferente en su camino a casa al término de la escuela, cuando el efecto de los medicamentos haya empezado a desaparecer”.
De igual forma, si su hijo normalmente no toma medicamentos los fines de semana, pero planea conducir durante esos días, podría ser momento de hablar sobre un cambio de horario en la toma de medicamentos. Cualquier plan de cambiar la medicación debe incluir una interrupción en el manejo, hasta que quede claro cómo reacciona su hijo al nuevo régimen.
Expresar confianza, no ansiedad
Finalmente, ofrezca apoyo y hable sobre otras situaciones que su hijo haya manejado bien en el pasado.
Recordarle sus logros centra nuevamente la conversación en sus habilidades, no en sus desafíos. “Hable con los jóvenes sobre el TDAH y sobre cómo este puede hacer que las cosas sean más difíciles desde el punto de vista del desarrollo, pero asegúrese de comunicarle confianza y preocupación” dice el Dr. Rouse.
Déjele saber que tener TDAH no significa que no pueda convertirse en un gran conductor, sólo significa que tendrá que hacer las cosas un poco diferente y estar más consciente.
“Recuerde a los jóvenes que ser inteligente y cuidadoso son las características de cualquier buen conductor”, dice el Dr. Anderson.
Es totalmente comprensible que usted sienta ansiedad cuando su hijo comienza a manejar: sólo tenga en cuenta la forma en la que expresa esa ansiedad. El objetivo final es ayudarlo a mantenerse a salvo y desarrollar confianza en sus capacidades.
“En última instancia, dice el Dr. Rouse, somos repartidores de esperanza. Queremos ser claros y realistas acerca de las dificultades, al tiempo que nos centramos en lo que es posible”.
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