Los días de descanso para la salud mental son importantes porque les dan a los niños tiempo en casa para reponer fuerzas. Tanto si tu hijo o hija se enfrentan a un desafío de salud mental como si simplemente han tenido una semana difícil, un día libre para recuperarse puede reducir el estrés y ayudarlos a volver a la normalidad. Actividades como pasar tiempo al aire libre, iniciativas creativas como hornear o dibujar, hacer mindfulness y ejercicio son todas formas útiles de pasar un día de descanso para la salud mental.
¿Deberían los niños tomar días de descanso para su salud mental?
Cuándo es útil tomarse un descanso (y cuándo no).
Expertos clínicos: Jerry Bubrick, PhD , Allison Dubinski, LCSW , Stephanie Ruggiero, PsyD
in EnglishLo que aprenderá
- ¿Qué son los días de descanso para la salud mental?
- ¿Cuándo deberían los niños tomarlos (y cuándo no)?
- ¿Cómo ayudar a los niños a aprovechar al máximo estos días de salud mental?
Lectura rápida
Un día de salud mental es un día de descanso de la escuela para reponer fuerzas. Dar a los niños la oportunidad de tomarlos (dentro de lo razonable) puede tener grandes beneficios. Estos son algunos consejos sobre cuándo sí, y cuándo no, permitir que los niños se tomen un día libre. Y consejos para ayudarlos a aprovechar ese día al máximo.
Cuando tu hijo o hija pidan quedarse en casa, habla con ellos sobre sus motivos. ¿Se sienten tristes? ¿Abrumados? ¿Ha ocurrido algo malo en la escuela? Cuando sepas más, podrás decidir si un día libre es la mejor solución.
Los días de salud mental no se deberían utilizar para evitar una tarea o un problema en la escuela. Saltarse los exámenes o evitar los conflictos acaba por hacer más grande el problema, no lo mejora. Y evitar las cosas que hacen que los niños estén ansiosos hace que la ansiedad empeore. Además, los niños (especialmente los más pequeños y quienes tienen TDAH o diferencias del aprendizaje) pueden necesitar el apoyo que proporciona la rutina escolar.
Por otro lado, un día de salud mental podría ser la opción adecuada para un niño que está emocionalmente afectado por una ruptura. Del mismo modo, los niños podrían necesitar un tiempo para recuperarse después de terminar un gran proyecto, o un examen que haya requerido mucho estudio. Los niños que se han esforzado mucho por superar la ansiedad o los problemas del aprendizaje pueden beneficiarse de los descansos.
Pero ten en cuenta que los días de salud mental deben ser un día de vez en cuando. Establece límites y deja claro cuándo pueden, y no pueden, tomarse un día libre.
Si acuerdas que tus hijos tengan un día de salud mental, asegúrate de que esté dedicado a hacer cosas que beneficien su salud mental. Por ejemplo, leer un libro relajante o dar un paseo. Los días de salud mental no deben servir para ponerse al día con las tareas pendientes o para perderse en las redes sociales. El objetivo es ayudar a los niños a aprender las habilidades necesarias para cuidar su bienestar mental.
“¡No quiero ir a la escuela!”. “Por favor, ¿me puedo quedar en casa? Por favor“.
La súplica “por favor, no me hagas ir” es un estribillo común de la infancia. Por eso, cuando los niños empiezan a pedir quedarse en casa o a toser con cierta esperanza, puede ser tentador poner los ojos en blanco, entregarles la mochila y señalarles la puerta de salida.
Pero, cuando tu hijo o hija te ruegan por quedarse en casa o piden un día libre, podrían estar tratando de decirte que lo que realmente necesitan es un día de salud mental.
¿Qué son los días de salud mental?
Permitir que un niño que no está físicamente enfermo se quede en casa, especialmente después de tantas interrupciones escolares y pérdida de clases, puede parecer una mala idea para la mayoría de los padres. Pero a raíz de la pandemia, un número sin precedente de niños y adolescentes está luchando con problemas de salud mental. Y cuidar el bienestar emocional de los niños es tan importante como cuidar su salud.
Tomar días de salud mental (es decir, tiempo en casa para descansar y recargarse) puede ser una herramienta importante para ayudar a proteger y manejar la salud mental. Y dar a los niños la oportunidad de tomarlos (dentro de lo razonable) puede tener grandes beneficios.
Pero puede ser difícil saber cuándo sí deberías permitir (y cuándo no) que tus hijos se tomen un día de descanso para su salud mental, y cómo ayudarlos a aprovechar al máximo ese día. Estos son algunos consejos de nuestros expertos.
Cómo decidir cuándo es buena idea un día de salud mental
Cuando los niños piden quedarse en casa, los padres deberían aprovecharlo como una oportunidad para conversar y hacer un poco de trabajo como detective. Hablar sobre los motivos de tu hijo o hija para pedir un descanso te ayudará a hacerte una mejor idea de lo que está pasando y te facilitará decidir si un día de salud mental es la mejor solución.
Por ejemplo:
- ¿Se sienten abrumados?
- ¿Pasó algo en la escuela que los haya molestado, como una pelea con un amigo o un momento vergonzoso en clase?
- ¿Les preocupan sus tareas escolares?
- ¿Acaban de terminar una tarea grande y difícil. Por ejemplo, un trabajo largo o un examen importante que ha requerido mucho estudio?
- ¿Se sienten ansiosos, tristes o estresados?
- ¿Está ocurriendo algo en casa que está aumentando el estrés, como la enfermedad o pérdida de un ser querido, la muerte de una mascota, una gran mudanza o un divorcio?
Una vez que conozcas más sobre cuáles son las necesidades de tus hijos, estarás en mejor posición para decidir si tomar un día libre es la opción correcta.
¿Cuándo no son buena idea los días de salud mental?
“Los días de salud mental pueden ser positivos para cualquier niño — dice Allison Dubinski, LCSW del Child Mind Institute— siempre que se realicen de una manera que no refuerce la evitación o la ansiedad“.
Queremos enseñar a los niños que es importante dar prioridad a nuestra salud mental y a cuidarnos, dice Dubinski, “pero si los niños piden un día libre porque intentan escapar de algo que les produce ansiedad, quedarse en casa puede acabar reforzando esa ansiedad“.
El doctor Jerry Bubrick, PhD, psicólogo clínico del Child Mind Institute, concuerda. “Soy un gran defensor de los días de salud mental“, dice. Pero los padres deben estar atentos a que los niños no los utilicen para evitar las tareas escolares. “No deben ser para conseguir una prórroga en un trabajo o saltarse un examen, si es así, entonces sólo es un día para aplazar las cosas“.
Sin mencionar que saltarse los exámenes, evitar las tareas escolares o esconderse de los conflictos a menudo acaba por hacer más grande el problema, no lo mejora. “El objetivo es dar a los niños las habilidades de afrontamiento que necesitarán para manejar la ansiedad, y a veces eso significa seguir adelante incluso cuando es difícil“, dice Dubinski. Asimismo, los niños (especialmente los más pequeños y quienes tienen TDAH o diferencias del aprendizaje) podrían necesitar realmente la constancia y el apoyo que proporciona la rutina escolar. O podrían acabar sintiéndose más ansiosos porque se han perdido algo importante en clase.
Un día de salud mental podría ser apropiado para algo específico como una ruptura, o para recuperarse de una larga y dura semana. Pero si los niños tienen problemas persistentes, como problemas con los amigos o ansiedad por la escuela, dice Stephanie Ruggerio, PsyD, psicóloga clínica del Child Mind Institute, un día libre de vez en cuando no es una solución. “Los días de salud mental son más un parche que una solución“.
¿Cuándo son una buena opción los días de salud mental?
Cuando un niño ha estado superando retos y se siente agotado, un descanso no sólo es una buena idea, sino que es necesario.
“La salud mental es la salud“, dice el Dr. Bubrick. “Piénsalo así: Si tú estuvieras agotado y te sintieras mal, probablemente sería una mala decisión presionarte a ti mismo para seguir adelante con el trabajo o la escuela“.
Los niños que luchan contra la depresión, la ansiedad u otros problemas de salud mental y del aprendizaje, o incluso los niños que acaban de tener una semana difícil (porque enfrentaron su miedo a leer delante de la clase, porque fueron a la escuela aunque tenían problemas con un amigo, o simplemente porque se enfrentaron a la ansiedad escolar cotidiana) podrían necesitar un tiempo para recuperarse y reponer fuerzas.
Hacer que un día de salud mental cuente
Si aceptas un día de descanso para la salud mental, especialmente en el caso de adolescentes y preadolescentes, ayúdalos a que sea significativo, dice la Dra. Ruggerio. “Esto significa que hagan cosas que benefician y protegen su salud mental“. Por ejemplo, explica, los niños no deberían utilizar el día para ponerse al corriente con las tareas pendientes o para perderse en las redes sociales.
Los demás expertos concuerdan. “Si nos tomamos un día para la salud mental, deberíamos pensar en ese día de una manera que beneficie la salud mental“, dice el Dr. Bubrick.
Algunas actividades del día de salud mental podrían ser:
- Dar un paseo al aire libre o pasar tiempo en la naturaleza.
- Cocinar, dibujar, pintar u otras actividades que tu hijo o hija encuentren calmantes.
- Tomarse un tiempo para practicar actividades de conciencia plena.
- Hacer ejercicio.
- Escuchar música o leer un libro (o escuchar un audiolibro).
Los padres pueden ayudar a los niños a utilizar su día de salud mental para descansar y cuidarse de manera intencional. Esto no significa programar en exceso ni presionar a los niños para que hablen de sus sentimientos. El objetivo es ayudar a tus hijos a aprender lo que necesitan para cuidar su bienestar mental.
Establecer límites
Es importante hacer saber a los niños que, aunque tú apoyas que se tomen días de descanso para la salud mental, no siempre son apropiados o están disponibles. Los días de salud mental deben ser sólo eso: un día. “No vamos a tener dos días de salud mental, no vamos a tener una semana de salud mental…“, dice el Dr. Bubrick. Establecer límites claros puede ayudar a evitar las súplicas de “¡sólo un día más!“.
Algunos ejemplos sobre establecer límites podrían ser:
- Acordar un número determinado de días de salud mental al año (y respetarlo). Por ejemplo, dos por semestre, o cinco por año escolar.
- Trabajar con tus hijos para planificar con antelación. Por ejemplo, si saben que tiene un gran proyecto por delante, acordar que se tomarán un día libre para relajarse cuando lo terminen.
- Decidir los días de descanso. Por ejemplo, si los lunes suelen estar cargados de información importante, o si los jueves tienen una clase en la que van atrasado, esos días no se pueden utilizar para un descanso.
Si los niños necesitan un descanso, pero tomarse un día completo parece demasiado, la Dra. Ruggerio sugiere ofrecer descansos más pequeños y específicos que puedan ayudar a los niños a recargarse sin quedarse rezagados. “Por ejemplo, darles la posibilidad de dormir hasta tarde o de tomarse la mitad del día. Altera menos la rutina, y seguirán teniendo tiempo para descansar“.
Qué hacer cuando los niños exigen más
Incluso con límites, algunos niños pueden seguir pidiendo más días libres de los que estás dispuesto a dar. Si tu hijo o hija piden quedarse en casa a menudo o fingen estar enfermos, aprovecha para hablar sobre la causa de su ansiedad o malestar. “Queremos que los niños sean sinceros“, dice la Dra. Ruggerio. “Hazles saber que tú te tomas su salud mental tan en serio como su salud física. No hay necesidad de recurrir a la mentira o a fingir“.
Cuando los niños mientan o se resistan, trata de mantener la calma y recuerda que lo que realmente intentan decir es que se sienten deprimidos, ansiosos, molestos o estresados. En lugar de enojarte o molestarte, invítalos a hablar contigo. Con los niños más pequeños podrías decir: “Sé que no estás enfermo de cuerpo, pero me doy cuenta de que te sientes mal. ¿Podemos hacer un espacio después de la escuela para hablar de lo que te pasa?“.
Por supuesto, es posible que los niños no quieran compartir lo que sienten o no sepan qué decir, y eso está bien. Hacer preguntas y modelar buenos hábitos sobre el cuidado de tu propia salud mental ayudará a los niños a saber que tú te tomas en serio sus sentimientos y que la puerta siempre está abierta para cuando ellos estén preparados para hablar.
Cuándo preocuparse
Los días de salud mental no son un sustituto del tratamiento ni una solución a largo plazo.
Si tu hijo o hija fingen estar enfermos, lloran o piden quedarse en casa con frecuencia, los descansos no llegarán al núcleo del problema. Puede haber un problema grave en la escuela, como bullying o un trastorno del aprendizaje no diagnosticado. O podrían estar luchando con un problema de salud mental como la depresión.
“Si los problemas son continuos, es hora de tener una conversación más amplia“, dice la Dra. Ruggerio. Hablar con el maestro de tus hijos, ponerse en contacto con el consejero escolar o acudir a un profesional de la salud mental los ayudará a obtener la atención y la ayuda que necesitan.
Preguntas frecuentes
No hay un número fijo de días de descanso para la salud mental que un niño debería tomar al año. Sin embargo, es útil acordar un límite en familia. Podrías escoger un número concreto, como cinco por ciclo escolar. O podrías acordar ciertos días en los que sería bueno tomarse un descanso, como después de un examen importante o de la fecha de entrega de un proyecto.