¿Qué es el trastorno de estrés postraumático?
El trastorno de estrés postraumático o TEPT es una condición de salud mental que puede afectar a los niños que han experimentado algo muy perturbador. Sienten una ansiedad extrema que les ocasiona problemas de sueño, enojarse con facilidad y sentimientos de desconexión de los demás.
Las experiencias que podrían ser traumáticas incluyen violencia, abuso, desastres naturales o accidentes graves. Es posible que los niños con TEPT hayan experimentado ellos mismos el suceso traumático. El TEPT también se puede desarrollar cuando los niños observan que algo perturbador le ocurrió a otra persona o se enteran que le ocurrió a una persona muy cercana. Es normal que los niños se sientan alterados cuando sucede algo traumático. La diferencia es que los niños con TEPT se siguen sintiendo muy ansiosos meses después.
El TEPT no es común en jóvenes, pero tanto niños como adolescentes pueden experimentarlo. Recibir mucho apoyo inmediatamente después del evento perturbador puede ayudarlos a evitar que se desarrolle el TEPT.
¿Cuáles son los síntomas del TEPT?
Las señales del TEPT pueden aparecer después de que los niños experimenten algo muy perturbador. A veces, no aparecen sino hasta meses o años después. El TEPT provoca cambios en el comportamiento que pueden incluir:
- Problemas para dormir.
- Muchas pesadillas sobre el evento.
- Sentirse aletargados o desconectados de otras personas.
- Enojarse con facilidad.
- Dificultades para concentrarse.
- Dolores de cabeza o de estómago.
- Reproducir o representar el suceso perturbador en juegos.
Los niños pequeños pueden volver a orinarse en la cama, dejar de hablar o tener miedo de alejarse de sus padres. Los adolescentes pueden sentirse culpables e intentar autolesionarse.
¿Cómo se diagnostica el TEPT?
Para ser diagnosticados con TEPT, los niños deben haber visto, oído o participado en un evento perturbador o peligroso. Luego, tienen que manifestar síntomas de ansiedad extrema. Estos síntomas se agrupan en tres categorías:
- Pensar, soñar o representar el suceso.
- Sentirse aletargados, tener problemas para concentrarse y dificultad para conectarse con las personas.
- Enojarse con facilidad, actuar con miedo o tener problemas para dormir.
Los síntomas deben continuar durante al menos algunos meses después del suceso. Esto se debe a que es normal que los niños se sientan alterado poco después de que algo malo haya ocurrido. Los síntomas también pueden empezar meses o años después.
¿Cómo se trata el TEPT?
El TEPT suele tratarse tanto con terapia como con medicación.
Los dos tipos de terapia más comunes para los niños con TEPT son la psicoterapia y la terapia cognitivo-conductual.
La psicoterapia ayuda a los niños a hablar, dibujar, jugar o escribir sobre el trauma. La terapia cognitivo-conductual o TCC enseña a los niños a manejar su temor. En la TCC, el niño no habla directamente del suceso perturbador, sino que aprende a manejar los sentimientos difíciles. La terapia para el TEPT casi siempre incluye a uno de sus padres o a otra persona que los cuide.
Los antidepresivos y ansiolíticos pueden ayudar a los niños con TEPT a sentir menos miedo y ansiedad. Un medicamento para la hipertensión llamado Prazosin también puede ayudar a los niños que tienen muchas pesadillas.