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Los beneficios del aburrimiento

Lo que los niños pueden aprender al tener que manejar más tiempo libre.

Escrito por: Gia Miller

Expertos clínicos: Stephanie A. Lee, PsyD , Jodi Musoff, MA, MEd

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A las dos semanas de las vacaciones de verano, decir “estoy aburrido” se vuelve una frase constante de nuestros hijos. Idear maneras para mantener a su hijo entretenido este verano puede ser un desafío. Y no ayuda que los medios sociales den a entender que todos los días deben parecerse a un tablero de Pinterest.

Pero la verdad es que está bien que los niños se aburran. De hecho, el aburrimiento los ayuda a desarrollar habilidades valiosas, dice Stephanie Lee, PsyD, directora del ADHD and Behavior Disorders Center en el Child Mind Institute. Para empezar, ayuda a los niños a desarrollar la tolerancia frente a experiencias poco ideales. “Puede que el aburrimiento no sea súper angustiante —explica— pero no es divertido. La vida nos pide que manejemos nuestras frustraciones y que regulemos nuestras emociones cuando las cosas no van como lo planeamos, y el aburrimiento es una gran manera de enseñar esa habilidad”.

El aburrimiento también ayuda a que los niños desarrollen estrategias de planificación, habilidades para resolver problemas, de flexibilidad y organizativas, habilidades clave de las que pueden carecer los niños cuyas vidas suelen estar muy estructuradas, añade Jodi Musoff, MA, MEd, especialista educativa en el Child Mind Institute.

No es el aburrimiento en sí mismo lo que ayuda a adquirir estas habilidades, sino lo que se hace con él. Generalmente, los niños no planean sus días, pero cuando trabajan en un proyecto para llenar su tiempo, tienen que crear un plan, organizar sus materiales y resolver problemas”, explica. “Desarrollar estas habilidades ayuda a los niños a manejar mejor una serie de tareas académicas, como la planificación de las tareas a largo plazo y la flexibilidad cuando trabajan en proyectos de grupo y habilidades sociales”.

Además, el aburrimiento fomenta la creatividad, la autoestima y el pensamiento original. “La clave es ayudar a que los niños aprendan cómo manejar su aburrimiento para que puedan desarrollar independencia y sientan el control sobre su propia felicidad y bienestar” aconseja la Dra. Lee.

¿Pero cómo pueden hacer eso los padres?

Combata el aburrimiento de forma proactiva

Cuando un niño dice “estoy aburrido” esto puede significar una cantidad de cosas diferentes. Puede que tengan hambre, quieran atención, sientan curiosidad por lo que usted está haciendo, o esté buscando en qué ocupar su tiempo.

Aunque es importante considerar de qué se están quejando realmente los niños (¡y alimentarlos si tienen hambre!) tenga cuidado de su reacción inmediata. Si usted deja todo porque el niño necesita atención, él no aprenderá a entretenerse. O si usted pasa el tiempo pensando en actividades cada vez que se lo pide, no le dará oportunidad de que salga con nuevas ideas propias. “En lugar de ser reactivo es mejor ser proactivo con sus hijos en cuanto a sus opciones” señala la Dra. Lee.

Para adelantarse a las demandas, la Dra. Lee sugiere reservar algún tiempo con su hijo para crear una lista de actividades que le gusten y algunos retos divertidos o proyectos a largo plazo. Lo ideal sería que fuera una mezcla de sus ideas y las de su hijo. Para poner en marcha el proyecto pueden hablar sobre lo que han disfrutado en el pasado, las cosas nuevas que les interesaría aprender y las formas de utilizar las cosas que ya hay en la casa. Use la lista para crear una tabla de actividades (incluya fotos, en el caso de niños más pequeños) a la que su hijo pueda referirse cuando esté aburrido, en lugar de acudir a usted.

“Utilice esta tabla con un programa diario”, recomienda Musoff. El tiempo libre sin estructura es incómodo para muchos niños, así que indíqueles cuáles son los planes diarios y el tiempo que se espera que dediquen a cada una de las actividades de su menú. Les asegurará que no están solos eternamente, los ayudará a concentrarse en la tarea y les proporcionará un ejemplo de cómo estructurar su tiempo para que puedan hacerlo de forma independiente”.

Para niños pequeños, la gráfica de actividades podría incluir:

  • Desayuno o picnic con el osito de peluche.
  • Caza de insectos o recolección de cosas de la naturaleza.
  • Construir y jugar en un fuerte.
  • Bloques u otros juguetes de construcción.
  • Rompecabezas.
  • Proyecto de colorear o de manualidades.
  • Llamada a un familiar.

Para niños mayores y adolescentes considere:

  • Juegos de mesa.
  • Dibujar u otros proyectos artísticos.
  • Leer el libro de una de sus series favoritas.
  • Iniciar un jardín u otro proyecto al aire libre.
  • Crear un podcast o sitio web, si tienen los medios.
  • Aprender un baile de TikTok.
  • Trabajar en habilidades deportivas.

Si hace el trabajo por adelantado, puede romper el ciclo de dedicar tiempo a resolver problemas cada vez que su hijo tenga tiempo libre. “Cuando le diga que está aburrido señálele el menú”, observa la Dra. Lee. “Con el tiempo, podrá apartarse del proceso y comenzar a gratificar y elogiar a su hijo cuando encuentre qué hacer de forma independiente”.

Cuidado con la búsqueda de atención

A menudo, cuando los niños rechazan todas las ideas, no es porque no les gusten sus opciones, es porque quieren llamar su atención. Entre más tiempo puedan involucrarlo en una discusión sobre qué hacer, mayor atención tendrán. Prestarle atención a su hijo suele funcionar como una compensación, de modo que tener una larga discusión fomenta que su hijo no tenga que lidiar con su propio aburrimiento: lo contrario de lo que usted busca.

Si su hijo se resiste a elegir una actividad por sí solo, puede que usted necesite pasar un poco más de tiempo redirigiéndolo, pero la Dra. Lee recomienda que la conversación sea corta y al grano. “Déle dos opciones y pídale que escoja una”, sugiere. “Y si no le gusta ninguna de ellas, sugiérale que escoja algo diferente. Pero, si no elige algo distinto en los próximos cinco minutos, entonces usted elegirá por ellos. Luego aclare cuándo estará disponible para prestarle atención y deje de responder a su pedido de una lista interminable de opciones”.

Fomente la creatividad

Pensar de manera creativa es clave para acabar con el aburrimiento, pero la incapacidad de planear y seguir adelante a veces se interpone en el camino. Por ejemplo, mientras que una caja de cartón puede inspirar la creatividad a cierta edad, Musoff dice que algunos niños pueden no saber ni cómo empezar. Si ese es el caso, usted necesitará enseñarle cómo planear cada paso y ayudarlo a desarrollar habilidades para resolver problemas. Otros niños pueden necesitar un pequeño empujón para empezar a pensar fuera de la caja.

Para niños pequeños que están atorados siempre jugando con los mismos juguetes de la misma manera, usted puede querer pasar algún tiempo mostrándole cómo pensar de manera diferente. En lugar de construir la misma torre, usted podría sacar los animales de la granja. Pedirle construir un zoológico designando un área para cada animal. ¿Algunos animales necesitan de espacios más grandes? ¿Pueden vivir juntos algunos animales? Usted puede hacer lo mismo con manualidades o ropa de vestir. Mezclar materiales que no suelen ir juntos es a menudo una gran manera de estimular la creatividad.

A los niños mayores déjeles tareas sin límite de tiempo (proyectos que pueden realizarse de múltiples maneras y que tienen más de un resultado posible), para ayudarlos a desarrollar habilidades de resolución de problemas. Por ejemplo, la búsqueda del tesoro implica desarrollar un tema, planificar una ruta, esconder objetos, escribir pistas y determinar un premio. Los niños con habilidades tecnológicas pueden indagar los diferentes pasos para la construcción de su propio sitio web o podcast. O bien, entrégueles una caja llena de ropa vieja, materiales sobrantes de proyectos de construcción o electrónicos descompuestos, y desafíelos a crear una historia usando los elementos, a construir algo útil, a reutilizar cada pieza, etc. Pueden toparse con una nueva pasión o fortalecer su autoestima resolviendo problemas que parecían imposibles.

Usted también puede alentar a los niños a volverse creativos con amigos a quienes no hayan podido ver en persona. Tal vez pueda negociar escribir páginas de una historia a través de un Google Doc o recibir un llamado para un video mientras trabaja en una manualidad o proyecto de cocina al mismo tiempo.

Sea realista

Sin importar qué tan proactivo sea usted, su menú de actividades no llenará el tiempo de su hijo para todo el día. Para saber cuánto tiempo puede esperar que jueguen de forma independiente, piense en el tiempo que su hijo puede estar sentado en un aula (la hora del círculo en el preescolar es de unos 15 minutos, mientras que en la clase de la escuela secundaria es de 50 minutos) y su nivel de actividad habitual. Los niños muy activos pueden necesitar un descanso cada 20 minutos para correr por el exterior, mientras que otros no tienen problemas para quedarse quietos durante dos horas.

“Es más difícil para niños con TDAH ocuparse durante largos períodos de tiempo porque su atención y concentración se ven comprometidos”, explica la Dra. Lee. “Además, las actividades pierden su novedad muy rápido, así que su entusiasmo por un menú de actividades no durará mucho”.

Eventualmente aprenderá cuánto tiempo su hijo es capaz de mantenerse ocupado por sí solo. Verifique antes de que termine ese tiempo y recompense el buen comportamiento para que se sienta orgulloso de lograr algo por sí mismo. Las recompensas pueden incluir elogios, la obtención de puntos para una actividad divertida juntos, una pelea con una pistola de agua o incluso tiempo de pantalla.

Aceptar el fracaso

Usted también necesita ayudar a su hijo a aceptar el fracaso, otro beneficio del aburrimiento. Inevitablemente, un proyecto no resultará como fue planeado, pero es extremadamente importante tener un acercamiento diferente cuando uno falla. El fracaso crea tolerancia a la frustración, perseverancia y valor”. Musoff dice: “Necesitamos ayudarlos a desestigmatizar el fracaso como algo terrible”.

Puede darle un giro positivo preguntando qué funcionó y qué no. Si su hijo necesita aprender a seguir con algo, anímelo a seguir intentando. Si necesita aprender cómo ser más flexible, ayúdelo a crear un proyecto diferente con sus materiales.

Responda al aburrimiento con entusiasmo

Ayudar a sus hijos a ver el aburrimiento como una oportunidad de hacer algo lo beneficiará tanto a usted como a ellos. Probarán actividades nuevas, desarrollarán una mejor tolerancia a la frustración, aprenderán a tomar la iniciativa y a entretenerse, adquirirán estrategias de planificación y habilidades de resolución de problemas, desarrollarán la perseverancia, aumentarán la confianza y se conocerán mejor a sí mismos. Además, usted tendrá menos quejas y más tiempo para usted. La próxima vez que su hijo diga “estoy aburrido” responda: “¡Maravilloso! Me muero de ganas de ver lo que harás”.

Preguntas frecuentes

¿Por qué aburrirse es bueno para los niños?

Aburrirse puede ser bueno para los niños porque los ayuda a desarrollar estrategias de planificación, habilidades para resolver problemas, flexibilidad y creatividad. También los ayuda a desarrollar tolerancia ante experiencias no tan divertidas, lo que los prepara para la vida.

La última revisión de este artículo se realizó el 30 de enero de 2024.