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Mi hijo trata de pegarnos cuando le decimos que no. ¿Qué podemos hacer?

Escrito por: Stephanie A. Lee, PsyD

Experto clínico: Stephanie A. Lee, PsyD

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Pregunta

Si le decimos a mi hijo de cinco años que no, su siguiente reacción inmediata es intentar lastimarnos, especialmente a mi esposa. A veces, cuando yo lo sujeto antes de que golpee a mi mujer, se pone más agresivo y me pide que la golpee de su parte. Pero siempre le digo que no, y lo sujeto hasta que se calme. Mi esposa está muy deprimida porque es la víctima la mayor parte del tiempo. Él dice incluso que no le importa que ella muera. Sin embargo, si mi esposa se aleja, él no deja de llorar pidiendo verla, porque cree que se iría a otra casa y dice que quiere que su mamá sea solamente para él. Hemos probado muchas opciones y nada parece funcionar. Por favor, díganos qué es lo que nos falta y cómo podemos solucionar esto.

Respuesta

Me parece que su familia se encuentra en una situación realmente angustiosa, así que me alegro de que esté buscando ayuda en este momento. Creo que su familia se podría beneficiar de la capacitación en el manejo del comportamiento para padres, que es un tipo de terapia que implica directamente a los padres en el tratamiento. La terapia de interacción padres-hijos ( PCIT, por sus siglas en inglés) es un ejemplo de este tipo de tratamiento, y su hijo está en el rango de edad perfecto para este tipo de servicios. La PCIT enseña a los padres a utilizar estrategias de disciplina basadas en evidencia y a reaccionar de manera consistente. También mejora la relación entre padres e hijos y enseña a los padres a utilizar sus nuevas habilidades con apoyo y práctica en vivo.

También puede ser de ayuda saber que, aunque la intensidad y la gravedad de los comportamientos de su hijo no son típicas, las conductas que está mostrando son “herramientas” comunes que los niños de su edad utilizan a veces. Por ejemplo, pueden decir cosas extremadamente hirientes porque así provocan una reacción fuerte. A menudo, como logran una reacción fuerte, seguirán haciéndolo. Es importante que no emparejemos inmediatamente las grandes emociones de los niños con las palabras de los niños pequeños. Así que en esta situación, puede ser útil prestar un poco menos de atención a lo que su hijo dice, como “no me importa si te mueres”, y más atención a lo que su hijo hace, como querer estar cerca de usted o acudir a usted cuando está herido o necesita consuelo. 

A veces, las familias pueden caer en una trampa donde todos, incluido el niño, desarrollan una especie de narrativa en la que el niño es un niño “malo”, y se comporta así porque eso es lo que se espera y así es como consigue atención. Sin embargo, la evidencia demuestran que los elogios y la atención positiva son nuestras herramientas más poderosas para cambiar el comportamiento. Aunque al principio resulte difícil e incómodo, sería un buen objetivo intentar proporcionar a su hijo una proporción de 3 a 1 o incluso de 5 a 1 entre elogios frente a críticas o exigencias. Para lograr esta proporción, a menudo los padres tienen que aprender a no hacerles caso a ciertas cosas de poca importancia y aumentar realmente la intensidad y el entusiasmo de los elogios en torno a los comportamientos deseados. Por ejemplo, aunque se espera que su hijo no golpee, si él logra realizar la rutina matutina sin ninguna agresión, hacer un elogio del tipo “qué bien que toda la mañana no ha habido ninguna agresión hijo! Te felicito!”, junto con un entusiasta chocar de manos, puede llegar muy lejos. Las recompensas también pueden ayudar en este caso. Al principio puede resultar extraño dar a su hijo una recompensa diaria por no pegarle a su madre, pero debe asegurarse de que la intensidad de la respuesta que obtiene por hacer algo positivo es tan fuerte, si no más, que la intensidad de la respuesta que obtiene por hacer algo negativo. Su profesional a cargo de la capacitación para padres puede ayudarlo a idear estrategias para elogiar y dar recompensas motivadoras adecuadas y/o restringir el acceso a las actividades preferidas para asegurarse de que siguen siendo motivadoras para su hijo. En cuanto a la moral de la familia, todos pueden beneficiarse de más elogios, así que anímense también entre ustedes.  La capacitación para padres es difícil, así que si ve que su esposa está tomando un descanso cuando lo necesita o se atiene a una de sus nuevas estrategias de capacitación para padres, asegúrese de brindarle también auténticos elogios y apoyo. 

Otra parte del cambio de enfoque del comportamiento negativo incluirá elegir solo unas pocas prioridades en las que centrarse a la vez, como no golpear o herir físicamente a otros. Esto es importante porque en este momento parece que va a ser muy difícil cumplir sistemáticamente con todas las reglas que usted quiere que su hijo siga. Elegir solo una o dos reglas para aplicarlas con la mayor consistencia posible e ignorar (por ahora) los comportamientos menores disminuye la cantidad de comentarios negativos que su hijo estaría recibiendo y, en cambio, ayuda a todos en la familia a mantenerse centrados en los comportamientos específicos que usted sí quiere ver. 

Por último, parece que su esposa está experimentando mucho estrés y tensión en este momento. Trabajar con un terapeuta propio podría darle un apoyo adicional y una salida importante. En la capacitación para padres les pedimos que den lo mejor de sí mismos y puede ser difícil, sobre todo cuando uno ya está batallando. A menudo a los padres les resulta difícil priorizar estas situaciones, pero sabemos que una de las formas más importantes en que los padres pueden ayudar a sus hijos es cuidándose a sí mismos

La última revisión de este artículo se realizó el 15 de mayo de 2024.