Preguntas a expertos
Nuestro hijo está siendo acosado pero no quiere que hablemos con la escuela. ¿Qué debemos hacer?
Experto clínico: Kimberly Alexander, PsyD
in English¿Qué debemos hacer si nuestro hijo de 12 años dice que está siendo acosado pero no quiere que hablemos con la escuela? Presenta señales nuevas e inusuales de ira y ansiedad. Nos da miedo no respetar sus deseos porque queremos que él sienta que tiene un espacio seguro con nosotros.
Básicamente, la clave aquí es abrir la comunicación con su hijo para que sienta que puede confiar en ustedes acerca de lo que le preocupa, y confiar además en que ustedes no se apresurarán a resolver el problema por él. En última instancia, cuanta más información tengan sobre la dinámica y gravedad de los incidentes de acoso, mejor será su capacidad para decidir si se justifica su participación como adultos, en qué momento y de qué manera.
La manera de construir esa comunicación comienza por escuchar, sin juzgar. Pueden decir cosas como: “Vemos que la escuela fue difícil para ti hoy y pareces desanimado. Cuéntanos más sobre lo que pasó. ¿Cómo te hizo sentir eso?”. Pero mientras él les esté compartiendo estas experiencias difíciles, ustedes deben hacer su mejor esfuerzo por “controlar sus propias emociones”.
Como padres, es difícil enterarse de que su hijo está siendo acosado. Pero si él los ve molestos o emocionalmente alterados, se podría preocupar más y disminuir la probabilidad de que siga compartiendo detalles. En su lugar, muéstrenle empatía. Háganle saber que escuchan lo que está diciendo, y anímenlo a compartir cómo ha manejado la situación en el pasado y cómo le gustaría manejar el problema en el futuro. Le pueden decir: “Cuéntanos más sobre cómo te gustaría actuar la próxima vez que veas al acosador. ¿Qué crees que pasaría si dijeras/hicieras esto? ¿Ventajas? ¿Desventajas?”. El objetivo es que su hijo sepa que ustedes confían en su capacidad de generar soluciones.
Una vez que se hayan sentado las bases para la comunicación y ustedes sepan más sobre la naturaleza de los incidentes de acoso, si la gravedad es tal que implica amenazas a la seguridad y la identidad individual de su hijo, será importante que tengan una conversación calmada, firme y directa con él sobre la necesidad de involucrar a adultos, y cómo debería ocurrir esto.
Atrás de la preocupación de su hijo por hablar con el personal de la escuela está el miedo a represalias, a que otros compañeros se enteren y a que la situación se agrave. Por lo tanto, deben ser muy claros sobre cómo planean abordarlo con la escuela de manera que disminuya (si es que no se elimina por completo) la probabilidad de que ocurran este tipo de cosas que le preocupan. Le pueden decir: “Creemos en tu capacidad de manejar los momentos en que tu compañero de clase te dice cosas desagradables”. Pero, dado que el acosador está haciendo amenazas mayores a tu seguridad , tendremos que hablar con alguien de la escuela para que te ayude a mantenerte a salvo. Dinos cómo te sientes al respecto. Analicemos esto juntos”.
Permitan que su hijo comparta sus emociones y cualquier pensamiento que le cause preocupación. Valídenlos al reconocer que escuchan sus preocupaciones y comprenden que no quieren que la situación empeore. Y luego, recuérdenle que una de las formas en que ustedes pueden ayudar es asegurándose de comportarse de la manera más discreta posible cuando se contacten con la escuela (por ejemplo, después de que los estudiantes se hayan ido a sus casas). Compartan con su hijo algo de lo que les gustaría decir al personal de la escuela, e invítenlo a que les diga qué tan cómodo se siente con lo que ustedes piensan decir. Si se altera emocionalmente y se resiste, reconozcan sus sentimientos, elógienlo por haber compartido cómo se siente y anímenlo a dedicar un tiempo a procesar sus emociones. Recuérdenle que ustedes continuarán la conversación con él más tarde, cuando se sienta menos alterado, porque preferirían su aportación antes de comunicarse con la escuela.
En última instancia, creo que lo más importante en los casos de acoso escolar es establecer una comunicación basada en la escucha que se construya sobre la base de la validación y la empatía, en la que los padres den el ejemplo. Después, ayuden a su hijo a sentirse más resiliente y eficaz en su capacidad de generar soluciones. En el caso del acoso escolar, la solución puede incluir que su hijo abogue por sí mismo a través de buscar ayuda y apoyo de otras personas para manejar los problemas de un mayor nivel de gravedad.