El trastorno de acumulación es una condición de salud mental que hace que los niños coleccionen cosas al azar como piedras, papeles e incluso comida. Los niños con trastorno de acumulación se apegan emocionalmente a sus cosas y se alteran mucho cuando se les pide que las tiren. Se preocupan tanto por sus cosas que esto les impide llevar una vida normal y causa conflictos con sus padres, especialmente si ellos intentan hacer una limpieza.
Los signos de que un niño puede tener un trastorno de acumulación incluyen:
A diferencia de un niño que recolecta objetos específicos, como tarjetas de béisbol, los niños con trastorno de acumulación coleccionan todo tipo de cosas, aparentemente al azar. Es habitual que los niños con trastorno de acumulación guarden sus posesiones coleccionadas en espacios contenidos, como un armario o debajo de la cama.
Para diagnosticar a un niño un trastorno de acumulación, un profesional de la salud mental busca tres cosas:
Dado que muchos niños son desordenados y desorganizados, la señal principal del trastorno de acumulación suele ser que se alteran mucho ante la idea de deshacerse de las posesiones.
El trastorno de acumulación tiende a ser hereditario. Aproximadamente la mitad de los niños que padecen el trastorno de acumulación tienen un pariente que también lo padece. La ansiedad, el estrés y los traumas también pueden aumentar el riesgo de presentar el trastorno de acumulación.
La terapia para el trastorno de acumulación depende de la edad del niño. Para los niños de ocho años o menores, los terapeutas trabajan con los padres para controlar el comportamiento del niño. El objetivo es ayudar a evitar que el niño coleccione más cosas y utilizar recompensas para que se deshaga poco a poco de algunos de los objetos.
Para los niños mayores, resulta útil la terapia cognitivo-conductual, o TCC, con un terapeuta formado en el tratamiento del acaparamiento. La TCC (CBT, por sus siglas en inglés) ayuda a los niños a entender por qué sienten la necesidad de acumular. La TCC también les enseña a tomar decisiones sobre qué cosas merece la pena conservar y cuáles deben tirarse.
A veces se utiliza la medicación junto con la terapia, normalmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). La medicación no siempre funciona para los niños que presentan el trastorno de acumulación.
Los niños y adolescentes con trastornos de acumulación suelen tener trastorno obsesivo-compulsivo, o TOC, otros tipos de trastornos de ansiedad o depresión.
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