Los niños con trastornos del sueño-vigilia no duermen bien. Duermen tan mal que eso perjudica su salud y su comportamiento. Todos los niños tienen una mala noche de vez en cuando, pero los niños con trastornos del sueño-vigilia tienen problemas graves para dormir de forma regular.
Los trastornos del sueño-vigilia constituyen un grupo de más de una docena de problemas específicos que pueden interferir con el sueño de los niños. El problema de sueño más común entre los niños y los adolescentes es el insomnio, que significa problemas para quedarse dormido y/o permanecer dormido.
Las señales de los trastornos del sueño-vigilia incluyen:
Un especialista del sueño puede diagnosticar los trastornos del sueño-vigilia mediante una conversación con el niño y su familia.
Le harán preguntas sobre los hábitos de sueño del niño. Pueden pedir a la familia que escriban los patrones de sueño del niño durante unos días o semanas.
También es posible que el especialista quiera examinar al niño durante una noche mientras duerme. En este caso, el niño pasará la noche en un laboratorio de sueño. Mientras que el niño esté durmiendo, el médico aplicará una prueba llamada polisomnograma para medir la actividad cerebral, los movimientos y la respiración del niño.
Algunas de las señales de los trastornos del sueño-vigilia se pueden parecer a las señales de otros trastornos mentales, como el trastorno depresivo mayor o el trastorno por consumo de sustancias. Por eso es importante que un médico averigüe cuál es la causa de los síntomas del niño.
Los trastornos del sueño-vigilia pueden ser causados por no haber aprendido a conciliar el sueño o a permanecer dormido sin los padres. El hecho de no haber tenido una hora de irse a dormir fija o una rutina regular también podrían ser un factor. A veces, la causa es algún trastorno mental o problema médico.
A menudo, los trastornos del sueño comienzan cuando el niño experimenta alguna situación difícil. Puede tratarse de una enfermedad o de la separación de uno de los padres. El estrés a lo largo del tiempo también puede causar trastornos del sueño-vigilia.
Los trastornos del sueño-vigilia se pueden tratar con terapia, con medicamentos o con ambos.
Hay dos tipos de terapia para los trastornos del sueño-vigilia:
También hay medicamentos que pueden ayudar a tratar los trastornos del sueño-vigilia. Los niños que toman medicamentos siempre deben ser supervisados por un médico.
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