Cómo encontrar el equilibrio en las actividades extraescolares
Ayudar a los niños a elegir actividades que les funcionen sin que les causen estrés.
Clinical Expert: Jerry Bubrick, PhD
in EnglishLo que aprenderá
- ¿Cómo las actividades extraescolares pueden beneficiar a los niños?
- ¿Cuáles son las desventajas más comunes?
- ¿Cómo lograr un buen equilibrio de actividades de para tu hijo?
Lectura rápida
Es bastante común que incluso niños pequeños participen en muchas actividades extraescolares diferentes. A medida que crecen, podrían estar participando en tantas que les queda poco tiempo libre. ¿Qué tanto deberían los padres animar a sus hijos a participar en este tipo de actividades?, y ¿cuánto es demasiado?
A los niños les suele ir bien cuando tienen estructura, y las actividades extraescolares son una manera excelente de conseguirla. Las actividades también pueden fomentar la socialización, el ejercicio y ayudar a que descarguen su energía adicional. Cuando un niño sobresale en algo fuera de la escuela, su autoestima también suele mejorar. Y participar regularmente en actividades también ayuda a los adolescentes a evitar comportamientos de riesgo y el consumo de sustancias.
Sin embargo, hacer demasiadas actividades tiene sus desventajas. Si los niños dispersan su atención en demasiadas cosas, es posible que no logren fortalecer mucho sus habilidades en una actividad específica, lo que puede afectar su confianza. Además, sin tiempo suficiente para hacer lo que quieren, los niños se podrían estresar y sentir ansiedad. Y puede que realizar muchas actividades ni siquiera impresione a las universidades, que a menudo buscan estudiantes que muestran un enfoque claro en algo, en lugar de simplemente poder hacer muchas cosas diferentes.
La clave para evitar la sobrecarga de actividades es asegurarse de que no interfieran en la vida de los niños. ¿Tienen tiempo suficiente para hacer sus tareas? ¿Para pasar tiempo con sus amistades y la familia? ¿Para dormir bien? Si la respuesta a alguna de estas preguntas es no, puede que las actividades sean demasiadas.
No hay un número perfecto de actividades. En algunos casos, incluso una actividad intensa como el deporte o el teatro podría resultar excesivo. Por otro lado, hay niños que pueden manejar muchas actividades sin estresarse. Habla con tu hijo para ver cómo se siente con respecto a su cantidad de actividades. La mayoría de los niños conocen sus límites y saben cuándo es demasiado.
La amplia variedad de actividades extracurriculares disponible para niños en edad escolar puede ser un dolor de cabeza tanto para los niños como para los padres. Las actividades después de la escuela pueden ayudar a desarrollar talentos y pasiones, y a su vez fomentar que los niños aprendan a esforzarse. Además, al momento de postular a la universidad queremos que los comités de admisión los vean como estudiantes integrales y que logran sus metas. Pero tampoco queremos que lleguen sin energía ni que se conviertan en robots estresados. Incluso los padres de niños pequeños, que aún no están pensando en la universidad, sienten la presión.
Las actividades extraescolares también han venido a suplantar el “tiempo libre” sin supervisión que ya no nos parece bien que tengan nuestros hijos, dice Rachel Cortese, una patóloga del habla y el lenguaje y exmaestra de una escuela en la ciudad de Nueva York. Y hay consenso acerca de que los niños deben tener la oportunidad de experimentar con una variedad de actividades en bloques bien delimitados: ”tiempo libre estructurado”, como se le conoce.
Pero, ¿cuánto deberían presionar los padres a sus hijos para participen? ¿Y qué tanto es demasiado?
Los beneficios
En general, dice Cortese, “a los niños les va muy bien cuando tienen estructura, y parte de esa estructura es tener un horario fuera de la escuela”. La especialista en educación y aprendizaje Ruth Lee también está de acuerdo en algunos beneficios bien conocidos de hacer que los niños tengan otras actividades fuera del aula, especialmente las de tipo físico. Estas actividades “ofrecen interacciones sociales a los niños”, dice. Y al mismo tiempo los ayudan a “utilizar algo de su energía para que puedan calmarse y volver a su trabajo” después de la escuela. Esto es particularmente importante, señala, ya que las escuelas están reduciendo cada vez más los recesos.
Para los niños mayores, las actividades extraescolares pueden ser muy importantes como protección contra actividades más peligrosas, dice la psicóloga clínica Dra. Mary Rooney, especialmente si los padres están ocupados en el trabajo o con otros niños. “Una vez que los niños entran a la middle school y la high school —dice— las primeras dos horas después de la escuela son el momento de mayor riesgo para los comportamientos peligrosos como el abuso de sustancias, porque suele ser el espacio más largo de tiempo en que los niños están sin vigilancia”.
Y, por supuesto, más actividades recreativas fuera de la escuela, ya sea algún deporte, baile, teatro, ciencia, brindan a los niños otro escenario en el que demostrar su capacidad y talento, lo cual es importante para su autoestima y el desarrollo de su identidad, especialmente para los niños que podrían tener dificultades en la escuela.
Las desventajas
Pero, ¿qué hay de la sobrecarga de actividades? No debe tomarse a la ligera, dice la Dra. Susan Newman, psicóloga social y autora de El pequeño libro del NO, entre otros.
Para empezar, Newman advierte que el talento podría verse afectado. “Si te estás dispersando demasiado, no podrás concentrarte y ser realmente bueno en una cosa”.
“Muchas personas ven una lista de todas las actividades extraordinarias que se ofrecen —dice Lee— y se inscriben en todo y luego se dan cuenta de que es poco realista, dadas las restricciones de tiempo y todo el trabajo escolar que tienen”. Eso no es bueno, señala Newman, no es divertido para los niños “tener tantas cosas que hacer que tienen que abandonar algunas”.
Una sobrecarga de actividades extracurriculares tampoco trae el beneficio que muchos padres e hijos buscan: una atractiva solicitud de admisión a la universidad. “Lo que están buscando realmente [las universidades] son candidatos que tengan un desarrollo integral y que estén bien enfocados en algo. Que se pueda ver que están persiguiendo una meta y que realmente les gusta lo que están haciendo”, dice Newman. “Y no solo probar un poco de esto y de aquello para que puedan llenar más líneas en la solicitud”.
El equilibrio de la vida escolar
¿Cuántas actividades son demasiadas? “Siete”, dice en broma el Dr. Jerry Bubrick, psicólogo clínico del Child Mind Institute. Pero, ya hablando en serio, demasiado es cuando las actividades extraescolares empiezan a interferir en la vida de un niño. Bubrick señala que en el caso de compromisos intensivos como el deporte o el teatro, incluso una sola actividad extraescolar puede ser demasiado.
Bubrick tiene un cálculo bastante simple para saber cuánto es demasiado. “¿Puedes seguir haciendo tus tareas? ¿Puedes dormir más de ocho horas cada noche? ¿Puedes seguir formando parte de tu familia? ¿Puedes seguir saliendo con tus amistades? Si la respuesta es ‘no’ a una o más de estas preguntas, entonces es demasiado”.
De vuelta a la escuela: ¿Qué deben hacer los padres?
- Conocer a tu hijo: “Los niños nacen con diferentes predisposiciones”, dice Cortese, por lo que la mejor actividad “depende de cada niño”. Y cuando se trata de programar, los niños responden mejor a diferentes tipos de estructura. “Un niño que tiene una agenda muy programada podría hacerlo muy bien y otro podría necesitar una reducción de actividades”, dice Cortese.
- Considerar otros tipos de actividades: Los padres no deben olvidar que los niños también pueden beneficiarse de actividades autodirigidas, aunque en periodos de tiempo estructurados. “A veces no se hace suficiente énfasis en la importancia del tiempo de trabajo independiente —dice Cortese— y en dar a los niños el tiempo y el lugar para pensar por su cuenta, desarrollar su creatividad y acceder a sus propios recursos internos”.
- Retroceder: “La mayoría de los niños encuentran su nivel y su interés si tienen el tiempo para hacerlo”, dice Newman. “Mi consejo a los padres es que siempre entiendan a su hijo y vean cuáles son sus límites”.