¿Cómo pueden las escuelas apoyar a estudiantes neurodiversos?
Ofrecer a los niños herramientas para prosperar académica y socialmente.
Experto clínico: Cynthia Martin, PsyD
in EnglishLo que aprenderá
- ¿Qué es la neurodiversidad?
- ¿En qué áreas necesitan ayuda los estudiantes neurodiversos en la escuela?
- ¿Cómo puedo apoyar la educación de mi hijo neurodiverso?
Lectura rápida
La neurodiversidad o neurodivergencia se refiere a la idea de que el cerebro de un niño funciona de manera distinta al de niños neurotípicos. Y esto se manifiesta de muchas formas, como trastornos del aprendizaje, TDAH, trastornos del espectro autista o problemas del procesamiento sensorial. Aunque los estudiantes neurodiversos pueden tener fortalezas únicas, como habilidades de memorización excepcionales o la capacidad de hiperenfocarse, suelen requerir apoyo adicional por parte de sus maestros y consejeros, así como del personal administrativo y del personal de apoyo para salir adelante en la escuela tanto en lo académico como en lo social. Hay tres áreas fundamentales en las que los estudiantes neurodivergentes suelen necesitar ayuda: problemas de comportamiento, desafíos sociales y funcionamiento ejecutivo.
Si un niño tiene problemas de comportamiento, lo mejor es validar sus sentimientos y ayudarlo a resolver esos comportamientos al hablar calmadamente sobre formas alternativas de expresarse. Poner en marcha apoyos que beneficien tanto a los estudiantes neurodivergentes como a los neurotípicos puede ayudar a prevenir problemas conductuales. Estos apoyos incluyen ayudas visuales, ejercicios de relajación, áreas especialmente diseñadas para relajarse y pausas para poner el cuerpo en movimiento.
Las habilidades del funcionamiento ejecutivo, que abarcan acciones como planificar, organizar, priorizar y comenzar las tareas, suelen ser un desafío para los estudiantes neurodivergentes. Para ayudar a estos estudiantes, los maestros pueden incorporar herramientas para apoyar el funcionamiento ejecutivo, como listas de verificación, carpetas específicas para cada asignatura, sistemas de recompensas, temporizadores, planificadores y calendarios. También existen diversos recursos y programas especializados en el funcionamiento ejecutivo.
Los estudiantes neurodivergentes también necesitan del apoyo social para sentirse felices y tener un buen desempeño en la escuela. A menudo enfrentan dificultades para hacer y mantener amistades debido a sus desafíos para captar las señales sociales e integrarse a dinámicas de juego. Crear un ambiente de aceptación en el aula y brindarles un marco de apoyo social fuera del aula, como programas de mentoría, grupos de integración a la hora del almuerzo y entrenamiento de niños que sean modelos de compañerismo, pueden ayudar a abordar este tipo de desafíos.
Los padres pueden apoyar a sus hijos neurodivergentes al compartir con los maestros una carta de presentación de su hijo, en la que describan sus fortalezas y principales desafíos, así como los indicadores de estrés y la forma en que prefieren que se acerquen a ellos en esos casos. Esta carta facilita la colaboración entre padres y maestros y abre un canal de comunicación constante para garantizar una atención individualizada para los estudiantes neurodivergentes.
La neurodiversidad, esta idea de que el cerebro de un niño funciona de forma distinta al de los niños “neurotípicos”, se puede presentar de muchas maneras. Esto incluye trastornos del aprendizaje, TDAH, trastornos del espectro autista y problemas del procesamiento sensorial. Algunos niños neurodivergentes tienen fortalezas que los niños neurotípicos no tienen, como habilidades de memorización o la capacidad de hiperenfocarse. Pero también hay áreas en las que los estudiantes neurodiversos suelen necesitar ayuda adicional en la escuela, de manera que puedan salir adelante tanto en lo académico como en lo social. Idealmente, todos los que forman parte del ecosistema escolar deberían proporcionar ese apoyo: maestros, consejeros, personal administrativo y personal de apoyo.
Cynthia Martin, PsyD, psicóloga clínica y directora del Centro para el autismo del Child Mind Institute, a menudo asesora a educadores y escuelas en torno a cómo pueden apoyar de mejor manera a sus estudiantes neurodivergentes. Aunque algunas cosas (como la forma de organizar el aula) pueden variar según la edad de los estudiantes, los conceptos básicos se pueden aplicar a todos los grados escolares. Con esto en mente, la Dra. Martin identifica tres áreas fundamentales en las que los estudiantes neurodivergentes de todas las edades suelen requerir apoyo. Estas son:
- Problemas conductuales
- Desafíos sociales
- Funcionamiento ejecutivo
Mirar más allá del comportamiento
Si hay algo que la Dra. Martin quiere inculcar en los maestros, educadores y personal escolar es que aprendan a mirar más allá del comportamiento de un niño. El “comportamiento —afirma— es sólo la punta del iceberg”. Esto es especialmente cierto cuando un niño se porta mal en la escuela. “Los niños neurodivergentes procesan la información de manera distinta a sus compañeros, lo que puede incluir lenguaje, estímulos sensoriales, emociones y cómo adaptarse al cambio”.
Por lo tanto, cuando un niño se porta mal, probablemente signifique que está teniendo problemas en una o más de estas áreas fundamentales. “Lo mejor que puede hacer un maestro por un niño neurodivergente —dice la Dra. Martin— es validar sus sentimientos y ayudarlo a resolver esos comportamientos”. Validar sus sentimientos significa darle la oportunidad de decir cómo se siente, escucharlo sin juicios y hacerle saber que usted se da cuenta de la intensidad de lo que siente. La resolución de problemas implica pensar en muchas otras formas, más efectivas, de manejar esos sentimientos intensos.
Validar los sentimientos de un niño y ayudarlo a resolver el problema también le otorga tiempo para tranquilizarse, afirma la Dra. Martin, de manera que pueda completar la tarea. Después, usted puede hablar con el niño de lo que es un comportamiento adecuado y lo que es uno inapropiado, así como de lo que puede hacer la próxima vez que se enfrente a un desafío similar.
Usted también lo puede ayudar a prevenir problemas de comportamiento al añadir apoyos adicionales en su programa de trabajo que beneficien tanto a los estudiantes neurotípicos como a los neurodivergentes. Esto apoyos adicionales incluyen cosas como:
- Apoyos visuales (por ejemplo, colocar el horario del día en un lugar visible para todos).
- Comenzar el día con un ejercicio de respiración/relajación para que los niños se enfoquen.
- Tener una “zona de relajación” en el salón, donde los niños se puedan colocar auriculares con cancelación de ruido cuando se sientan abrumados.
- Tener una persona “segura” a la que el niño sepa que puede acudir cuando se sienta agobiado, enojado o molesto (un maestro favorito, un consejero, una enfermera, etc.).
- Programar pausas para poner el cuerpo en movimiento, ya que puede ser difícil para los niños neurodivergentes quedarse sentados quietos durante mucho tiempo.
- Asientos preferenciales para niños neurodivergentes (por ejemplo, sentar a los niños con problemas de aprendizaje más cerca de donde está ocurriendo el aprendizaje, cerca de niños que sean buenos modelos de comportamiento y/o que los distraigan menos, y lejos de la puerta u otros distractores).
- Proporcionar cosas como asientos dinámicos (cojines inflables, diseñados para ayudar a niños divergentes a enfocarse mejor al poder moverse más libremente en sus asientos) o juguetes antiestrés para que, cuando los niños se sientan inquietos o con necesidad de moverse, puedan hacer algo adecuado con su energía sin distraer al resto de la clase.
Apoyar las habilidades del funcionamiento ejecutivo
Si un niño es neurodivergente, es probable que tenga dificultades con el funcionamiento ejecutivo. El funcionamiento ejecutivo incluye cosas como ser capaz de planificar, organizar, priorizar y comenzar tareas. “Incorporar apoyos para el funcionamiento ejecutivo en el plan de estudios puede ser muy útil”, afirma la Dra. Martin.
Algunas herramientas específicas para el funcionamiento ejecutivo que podrían utilizar los maestros son:
- Listas de verificación para todo, desde la rutina matutina hasta lo que los niños deben llevar todos los días en su mochila.
- Carpetas específicas para cada asignatura.
- Sistemas de recompensas para los niños más pequeños (como calcomanías o pegatinas o un cuadro de estrellas).
- Utilizar temporizadores para que los niños tengan una referencia visual para cada tarea que necesiten completar.
- Planificadores y calendarios que los niños puedan utilizar para dar seguimiento a sus proyectos a corto y largo plazo, y para ayudarlos a dividir las tareas en partes más manejables.
- Planificadores en línea como respaldo de los planificadores impresos.
Se han desarrollado diversos planes de estudio para apoyar el funcionamiento ejecutivo en el aula, que incluyen libros y cuadernos de actividades que tanto los niños como las familias pueden utilizar en casa. Por ejemplo, pueden practicar la división de tareas en partes más pequeñas y menos abrumadoras. La Dra. Martin recomienda:
- La colección Smart but Scattered (de la Dra. Peg Dawson y el Dr. Richard Guare) tiene varios libros para niños y adolescentes que los estudiantes pueden revisar para fortalecer sus habilidades del funcionamiento ejecutivo: https://www.smartbutscatteredkids.com/ (en inglés)
- El sitio web Unstuck and On Target (de Laura Cannon, Med y la Dra. Lauren Kenworthy) se enfoca en diversos tipos de habilidades del funcionamiento ejecutivo para niños en el espectro autista: https://www.unstuckandontarget.com/
Los niños neurodivergentes necesitan apoyo social tanto como apoyo académico para sentirse felices y tener un buen desempeño en la escuela. “Sabemos que a los niños neurodivergentes les cuesta más hacer amigos y mantener las relaciones”, dice la Dra. Martin. A veces tienen problemas para captar las señales sociales, se sienten excluidos de los grupos de amigos neurotípicos y/o no siempre saben cuál es la mejor manera de integrarse a una dinámica de juego. Esas cosas pueden hacer que los niños neurodivergentes sean más vulnerables a que se aprovechen de ellos, sean víctimas de bullying o simplemente se sientan solos.
Como resultado, las escuelas necesitan ser proactivas y crear un marco de apoyo social de múltiples niveles para apoyar a estos niños. “Esto empieza en el salón de clases al crear una comunidad en la que aceptemos las diferencias de todos”, afirma la Dra. Martin. “Cuando los maestros hablan de la diversidad, pueden incluir la neurodiversidad en esa conversación”.
Pero es fuera del aula donde los niños neurodiversos realmente necesitan apoyo social. La hora del recreo (una parte caótica del día) y otros momentos de juego pueden ser particularmente difíciles para los niños neurodivergentes. Los maestros y el personal escolar pueden ser proactivos y brindar apoyo social con recursos como:
- Programas de mentoría.
- Grupos de integración a la hora del almuerzo (en donde el personal escolar reúne a un pequeño grupo de niños con el fin de integrar a un niño socialmente vulnerable durante la comida).
- Elogiar a los niños por ser inclusivos.
- Entrenar a niños que pudieran ser buenos ejemplos de compañerismo.
Cómo los padres pueden apoyar a sus hijos neurodivergentes en la escuela
Una de las estrategias favoritas de la Dra. Martin para que los padres apoyen a sus hijos neurodivergentes es con una carta de presentación del niño. Puede ser de gran utilidad que los maestros pidan esta carta antes de comenzar la escuela, tanto a los padres de niños neurodivergentes como a todos los niños del salón.
Algunas cosas que podría incluir la carta:
- ¿En qué cosas es muy bueno su hijo (académicamente y en otras áreas)?
- ¿Qué cosas se le dificultan más?
- ¿Cómo expresa su hijo el estrés? ¿A qué comportamientos deberían prestar atención los maestros?
- Cuando su hijo está estresado o frustrado, ¿cuál es la mejor forma de acercarse?
- ¿Utiliza el niño un programa de apoyo conductual en casa? Por ejemplo, ¿cómo obtiene tiempo frente a pantallas?
Una carta de presentación es una excelente manera en que padres y maestros pueden comenzar a colaborar para ayudar a un estudiante neurodivergente a salir adelante. Una vez que se ha establecido el canal de comunicación, padres y maestros pueden mantener la conversación sobre lo que ocurre en la escuela y en la casa. Este tipo de comunicación continua garantiza que cada niño neurodivergente en el aula obtenga el tipo de atención individualizada que requiere para progresar en la escuela.