¿Cómo ayudar a tu adolescente ante un rompimiento amoroso?
La intensidad de las emociones y las redes sociales hacen que los rompimientos amorosos de los adolescentes sean más complicados que nunca.
Experto clínico: Dave Anderson, PhD
in EnglishLo que aprenderá
- ¿Cómo pueden los cuidadores apoyar a los adolescentes ante un rompimiento amoroso?
- ¿De qué manera las redes sociales complican los rompimientos amorosos de los adolescentes?
- ¿Cómo apoyarlos a lo largo de las distintas fases de la separación?
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Atravesar por un rompimiento amoroso es difícil, especialmente para los adolescentes en la era digital actual.
Las parejas adolescentes suelen estar en constante contacto a través de mensajes de texto y videollamadas. Cuando una relación termina, no se trata sólo de la pérdida de la persona, sino también del vacío que deja en su rutina diaria. Y las redes sociales lo hacen público. Las noticias de la separación se pueden extender rápidamente en línea. Y es poco el tiempo que tienen para procesarla, en especial cuando sus amigos empiezan a enviar mensajes apenas se enteran de la ruptura. Además, los adolescentes tienden a experimentar sus emociones de manera más intensa que los adultos (tanto a la alta como a la baja), lo que añade un desafío adicional.
En los primeros días después de la ruptura, es bueno que padres y cuidadores le ofrezcan apoyo a su hijo o hija adolescente, pero sin presionarlos a dar detalles. Dile que cuenta contigo, ya sea para conversar o simplemente para hacerle compañía. Y anímalo a pasar tiempo con sus amigos.
Evita opinar sobre su ex, pero con amabilidad desalienta la idea de intentar ser amigos de inmediato. Si tu adolescente está yendo a terapia por algún problema de salud mental, considera informarle al terapeuta acerca de la separación, para que tenga otro adulto de confianza a quien recurrir.
Después de los primeros días, podrías promover un espacio para la reflexión. Conversen acerca de qué ha sido útil para enfrentar la ruptura y qué no. Trata de que se mantenga ocupado con actividades y presta atención a señales de que le está dando demasiadas vueltas al asunto. Si habla constantemente del rompimiento con sus amigos, podrías promover que se distraiga con algunas actividades, pero no dejes de reforzar los límites en el tiempo de pantallas. Si tu adolescente continúa sintiendo tristeza o angustia durante más de dos semanas, o si su comportamiento te empieza a preocupar, considera consultar a un profesional de la salud mental.
Fomenta un enfoque en lo positivo. Recuérdale que aprender a manejar la angustia emocional es una habilidad valiosa para la vida, que ayudará a que en el futuro sienta más empatía y pueda apoyar a sus amigos en caso de que atraviesen por una ruptura amorosa.
Es probable que tú también recuerdes el dolor de una separación durante la adolescencia, sobre todo con alguna persona con la que saliste por un periodo largo y que quizá pensaste que sería “la persona indicada”. Pero cuando tu adolescente atraviesa por una experiencia similar, las palabras sabias no parecen venir a la mente de forma automática. “Fue difícil durante un par de semanas”, me dijo una amiga, refiriéndose a su hija, cuyo novio rompió con ella a través de un mensaje de texto. “Aunque podía entender cómo se sentía por haber perdido a alguien que era importante para ella, yo nunca tuve que pasar por una ruptura bajo el escrutinio de las redes sociales”.
Sin duda, la era digital hace que los rompimientos amorosos de los adolescentes sean más traumáticos y dramáticos. “Las parejas adolescentes a menudo están en contacto todo el día a través de mensajes de texto y de Facetime”, explica Lisa Damour, PhD, autora de The Emotional Lives of Teenagers. “Algunos incluso hacen la tarea juntos a través de Facetime. Mis pacientes adolescentes que están una relación amorosa están mucho más en contacto con sus parejas que mi esposo y yo. Por lo tanto, cuando esas relaciones terminan, sienten el dolor de la pérdida y también un enorme vacío en su día a día.”
Además, con las redes sociales, las noticias sobre la ruptura se extienden con rapidez entre el círculo de amigos. “¡Los amigos de mi hijo —me contó otra mamá amiga— le escribieron en menos de una hora después de que su novia rompió con él, porque ella lo publicó en Snapchat! Ni siquiera tuvo tiempo de procesarlo antes de que los mensajes empezaran a llegar”.
La presión de las redes sociales, la mayor cantidad de tiempo libre y el hecho de que los adolescentes sienten todo con mayor profundidad (tanto a la alta como a la baja) conspira para que la ruptura no sea el mejor de los escenarios. “La intensidad emocional durante la adolescencia es mayor que en otras etapas de la vida”, afirma Dave Anderson, PhD, psicólogo clínico sénior del Child Mind Institute.
“No podemos prevenir la angustia emocional en nuestros hijos, ni hacer nada para que pase tan rápido como quisiéramos, pero sí hay algunas cosas que definitivamente podemos hacer y decir para ayudarlos”, afirma la Dra. Damour.
Cómo manejar los primeros días
Estado de shock, tristeza, enojo: tu adolescente está atravesando por todo tipo de emociones intensas durante los primeros días de un rompimiento amoroso. Incluso si fue ella o él quien tomó la iniciativa de la separación, o si fue una decisión acordada, podría estar sintiéndose muy mal. “Como padres podemos caer en la trampa de tratar de ayudarlos a poner las cosas en perspectiva y apresurarnos a compartirles historias de nuestros propios rompimientos”, explica el Dr. Anderson. “Pero es un instinto que debemos tratar de limitar, al menos durante un tiempo”.
Guíalo con empatía. Trata de resistir la tentación de pedirle a tu adolescente más detalles de los que él o ella te quieran compartir, sugiere el Dr. Anderson. En su lugar, ofrécele alternativas y di algo como: “Sé que esto debe ser muy difícil para ti. Si quieres hablar conmigo al respecto, aquí estoy. Si sólo quieres que te acompañe mientras haces tu tarea o ves la tele, también cuenta conmigo”. Si tu hijo responde “estoy bien”, pero tú ves claramente que no es así, dale un día y retoma el tema con algo como: “Corazón, quiero que sepas que estoy preocupada por ti, y que estoy aquí para apoyarte”.
Recibe a sus amigos. Propónle a tu adolescente que invite a un par de amigos a ver una película por la noche y ofréceles helado. De hecho, es posible que sus amigos ya lo hayan sugerido. “Me conmueve la forma tan natural y creativa en que los amigos se ayudan entre sí”, afirma la Dra. Damour. “El apoyo de los amigos (y el consuelo del helado) es más que sólo una distracción alegre. Ayuda a tu adolescente a darse cuenta de que hay otras personas que quieren pasar tiempo con él o ella”.
Guarda para ti lo que opines sobre su ex. Tal vez siempre pensaste que no eran el uno para el otro y estés feliz de que la relación haya terminado. O quizá considerabas que era una maravilla y extrañarás su presencia. En cualquier caso, este no es el momento para compartir tus sentimientos con tu adolescente. Puedes compartirlo con tu pareja, con amigos o con un terapeuta.
Pero sí opina acerca del “quedemos como amigos”. Si tu adolescente te dice que tratará de mantener la amistad con su ex, desaliéntalo cariñosamente, al menos para el corto plazo. “Es muy difícil pasar directo de una relación romántica a la amistad”, explica la Dra. Damour. “Todavía hay mucha vulnerabilidad y es fácil salir lastimado”. Sugiere, en su lugar, decir algo como: “Puede que se vuelvan amigos en el futuro, pero es difícil transformar estos sentimientos tan intensos en una amistad de un momento a otro”.
Informa a su terapeuta. Si tu adolescente se encuentra en tratamiento para la depresión, la ansiedad o cualquier otro desafío de salud mental, informa a su terapeuta para que tenga a otro adulto de confianza con quien hablar sobre lo sucedido, y para que lo ayude a superarlo.
Cómo manejar la siguiente fase
Luego de unos cuantos días con el ánimo por los suelos es momento de regresar a la rutina. Estas son algunas ideas para ayudar a tu adolescente a retomar su vida:
Recuérdale que no está solo. ¿Tu adolescente sigue refugiado en su cuarto a puerta cerrada? Muestra empatía hacia lo que acaba de pasar, pero también ayúdalo a mirar hacia el futuro. El Dr. Anderson sugiere comenzar con algo como: “De verdad siento mucho por lo que estás pasando. Sé de qué se trata, todas las personas que conozco han pasado por algo así, no estás solo en esto”. Este puede ser un buen momento para compartirle alguna historia de separación cuando tenías su edad. Luego, busca la forma de avanzar en la conversación. Puedes decirle algo como: “No te pido que estés bien, ni que te recuperes o te olvides a esta persona de inmediato. Pero existe un punto medio entre dejar que los sentimientos se expresen y regresar a tus rutinas que te puede ayudar a sentirte mejor.
Ayúdalo a reflexionar. Es posible que haya cosas que lo hayan hecho sentir mejor durante los últimos días y otras que lo hayan hecho sentir peor, explica la Dra. Damour. Guía a tu adolescente para que identifique qué le ha ayudado y qué no, y a que sea muy honesto consigo mismo. “Muchos adolescentes dirán algo como: “Me hace bien seguir viendo las publicaciones de mi ex en las rede sociales, porque me ayuda a sentir que seguimos conectados”, afirma el Dr. Anderson. Si, por ejemplo, eso significa ver que la persona se está divirtiendo con sus amigos, pregúntale: “¿De qué manera te ayuda?”. Si no quiere bloquear el contacto en redes sociales por completo, sugiérele elegir la opción de dejar de ver sus publicaciones temporalmente, para que no le aparezcan en su muro. Por otro lado, motívalo a fortalecer más las estrategias que le hayan sido útiles, ya sea acurrucarse con su perro, hornear pasteles, volver a ver capítulos populares de sus series favoritas o salir a correr.
Manténlo ocupado. Aunque las rutinas son importantes, distraerse también lo es. Ofrécele llevarlo a algún lugar divertido. Elijan opciones interactivas (como un escape room, ir al boliche o una clase de cerámica) en vez de opciones pasivas en donde es más fácil evadirse. Por supuesto, evita los lugares que le recuerden a su ex.
Manténte alerta si ves que le da muchas vueltas al asunto. Por supuesto, ver a tu hijo hablar sobre la separación con sus mejores amigos es una buena señal. Pero seguir hablando del tema con distintos grupos de amigos una y otra vez durante días puede empeorar las cosas. Si notas que eso está sucediendo, es todavía más importante que le ofrezcas actividades que lo distraigan, como las que sugerimos antes. También podría ser bueno reforzar tus reglas sobre el tiempo de pantallas.
Busca ayuda profesional. Es normal e incluso saludable estar triste por una separación. Pero hay algunas señales de alerta que los padres deben tener en cuenta. “Si luego de unos días tu adolescente se trata mal a sí mismo y a otros, podría necesitar apoyo profesional para desarrollar mecanismos de afrontamiento”, explica la Dra. Damour. El Dr. Anderson añade que a la mayoría de los adolescentes les toma alrededor de dos semanas empezar a tener sentimientos menos intensos sobre el rompimiento amoroso y comenzar el camino hacia la normalidad. Si no ves señales de esto, programa una sesión con un profesional de la salud. Las separaciones pueden provocar un episodio depresivo en los adolescentes.
Trata de encontrar el lado positivo de las cosas. Aunque sea difícil ver a tu hijo tan alterado y no ser capaz de “arreglarlo”, “ten presente que manejar bien el malestar psicológico tiene un enorme valor en el caso de los adolescentes”, afirma la Dra. Damour. “Les demuestra que tienen la habilidad de manejar emociones dolorosas y encontrar la forma de superarlas”. Añade que la experiencia también fomentará en ellos la empatía: “Cuando a uno de sus amigos cercanos le rompan el corazón, alguien que haya pasado por eso podrá ofrecer mucho mejor apoyo que otro adolescente que no ha estado en sus zapatos”.