Planifica las salidas y actividades para maximizar la diversión y minimizar las crisis.
in EnglishEn el caso de niños con problemas del procesamiento sensorial suele ser un desafío ir a lugares. Las multitudes, el ruido, las luces brillantes y otras cosas pueden dificultar las salidas comunes. E incluso un plan apto para niños (como una visita a la heladería) se puede convertir en una crisis sin una cuidadosa preparación. La planificación y la preparación son la clave para ir a lugares con niños que tienen dificultades sensoriales. Estos son algunos consejos para que toda la familia se divierta.
Los cambios inesperados, como ir de un lugar a otro, pueden ser difíciles. Saber qué esperar, prepara a los niños y reduce su estrés. Puede ser útil tener una ruta clara y avisarles con mucha antelación sobre los cambios que se aproximan.
Cuando hagas el programa, pídele a tu hijo que participe. Cuando los niños ayudan, les resulta más fácil recordar lo que está en el plan, ¡e incluso puede que tengan sus propias ideas! Después de elaborar el plan, dedique un momento a repasarlo. Así tu hijo podrá ver qué es lo que hará y cuándo sucederá.
Cuando vayan a salir, ten un plan para saber qué hacer si tu hijo se agobia y necesita calmarse. Esto podría ser sentarse en el auto, dar un paseo o simplemente ponerse los auriculares durante un rato.
También puede ayudar llevar un kit sensorial. Empaca una bolsa con cosas que ayuden a tu hijo a calmarse. Algunas ideas son auriculares con cancelación de ruido, lentes de sol, juguetes para que se entretenga o su peluche favorito. Cualquier cosa que los ayude a sentirse más en calma y con menos estrés.
Incluso con la mejor planificación, los niños se podrían agobiar a veces. Si ves que tu hijo está llegando a un punto de quiebre, no retrases la partida. Irse antes de que llegue a su punto de quiebre, y no después, ayudará a que tanto tú como tu hijo sientan más confianza cuando vuelvan a salir.
Uno de los desafíos de criar niños con problemas del procesamiento sensorial es que las excursiones, incluso las que prometen mucha diversión, pueden convertirse fácilmente en catástrofes si los niños se encuentran en situaciones inesperadas o agobiantes.
Un niño que es hipersensible a la estimulación puede sentir demasiado agobio en un supermercado o restaurante a causa del ruido, la luz brillante o las multitudes. Pero incluso una excursión apta para niños (una visita a la heladería) puede conducir a una crisis si el niño no ha tenido tiempo de adaptarse a la idea.
Por eso la planificación y la preparación son fundamentales para salir con niños que tienen desafíos sensoriales. Estos son algunos consejos (¡probados por especialistas y madres!) para ayudarte a emprender la aventura y permitir que toda la familia pase un buen rato.
Las transiciones inesperadas y los nuevos entornos sensoriales pueden provocar que las salidas se conviertan en campos minados de crisis para niños con problemas del procesamiento sensorial.
¿Por qué estos niños se molestan tan fácilmente por los cambios en la rutina? Lindsey Biel, terapeuta ocupacional infantil especializada en desafíos de procesamiento sensorial, explica que los niños que no reciben información óptima y fiable a través de sus sentidos a menudo sienten incomodidad y tienen la sensación de pérdida de control. La previsibilidad permite que sientan una mayor seguridad. Los cambios en la rutina amenazan esa sensación de seguridad y pueden desencadenar las crisis.
Para facilitar las salidas, empieza con la creación de un programa claro y fiable, que ayude a toda la familia a saber qué esperar y cuándo.
La advertencia anticipada brinda a los niños una estructura fiable y cómoda. También te permite a ti disponer de tiempo suficiente para preparar a tus hijos y planificar las actividades nuevas que sean sensorialmente amigables.
“Realmente ayuda brindar información de antemano sobre a dónde vamos y qué va a pasar cuando lleguemos allí”, dice Erin, una mamá cuyo blog Putting Socks On Chicken se centra en su experiencia de criar a un hijo con problemas del procesamiento sensorial. “Durante mucho tiempo, le informaba cada mañana qué esperar del día, pero no era suficiente advertencia para él”.
Hacer y seguir un programa mensual ha hecho una gran diferencia en el comportamiento de su hijo, dice. “Ahora usamos el plan como una manera de avisarle con la mayor anticipación posible, para que todos estén mejor preparados y las salidas sean mucho más fáciles”.
Algunos consejos sobre el plan:
Es importante designar un espacio seguro para que un niño pueda ir allí si está pasando por un momento difícil. Cuando se preparen para una actividad, traten de hacer esto parte del plan.
“A menudo un niño que se sobreestimula con facilidad estará bien si puede alejarse un poco cada media hora más o menos”, dice Biel, cuyo libro más reciente es Sensory Processing Challenges: Effective Clinical Work with Kids & Teens (en inglés). Dependiendo de la edad y el nivel de conciencia sensorial que tengan, los niños podrían tener que adoptar diferentes métodos para los descansos.
Al llenar una mochila con cosas preestablecidas que sean tranquilizantes y útiles, los niños tienen acceso fácil a las herramientas que contribuyen a que sientan una mayor comodidad. Los kits sensoriales no tienen por qué ser complicados, dice Biel, quien recomienda llevar “cualquier cosa que ayude al niño a calmarse y reorganizarse”. Hacer un kit sensorial puede ser una actividad divertida que puedes hacer con tu hijo y que le da más control sobre su experiencia sensorial durante el viaje. Algunas ideas para hacer un kit de viaje incluyen:
Para facilitar el acceso de tu hijo a su kit, intenta poner todo en una mochila o bolsa para que pueda llevarla cómodamente.
A veces, no importa cuántas estrategias tengas implementadas, las cosas se pueden volver demasiado abrumadoras para los niños con problemas sensoriales. Cuando eso suceda, será el momento de irse. “No esperes a que tu hijo esté al borde de una crisis”, dice Biel. “Ten una estrategia de salida razonable y prepárate para usarla si llega el momento”.
Si tienes dos hijos con necesidades diferentes, recuerda considerar las necesidades de cada quien. Un niño puede estar bien en una fiesta durante horas, pero el otro podría necesitar irse después de una hora. Cuando sea posible, haz lo que puedas para preparar algo con antelación, de modo que tus dos hijos puedan tener una experiencia positiva.
Pregunta a otro padre o madre si podría llevar a uno de tus hijos a casa para que tú puedas irte antes si fuera necesario.
Si no hay forma de organizar un medio de transporte alternativo, habla con tus hijos con anticipación y acuerden una hora de salida. Esto ayudará a evitar sorpresas a la hora de irse.
Una vez que hayas establecido estrategias que funcionen para ti y para tus hijos, puedes empezar a añadir más actividades divertidas al programa. Cada vez más museos, parques temáticos, cines y otras instituciones ofrecen eventos y espectáculos sensoriales. A menudo, estos eventos tienen niveles reducidos de ruido, menos luz y reglas de no aplauso. Si estás considerando llevar a tus hijos al cine o a un espectáculo, haz una búsqueda en línea de eventos sensorialmente adecuados en tu área.
Notifications