Hablar con tu adolescente sobre las borracheras

Cada otoño, después de que los estudiantes regresan a la high school y a la universidad, hay historias trágicas sobre las personas que mueren debido a una intoxicación por alcohol. Si los adolescentes estuvieran mejor preparados para pedir ayuda, a menudo estas tragedias se podrían evitar.

Cuando hablamos con los adolescentes en nuestros talleres de prevención, suelen expresar su preocupación acerca de qué hacer en las fiestas cuando sus compañeros han bebido demasiado alcohol. Sin embargo, al mismo tiempo que expresan su preocupación por sus amistades, también expresan temores de que si llaman a alguna persona adulta para obtener ayuda, se meterán en problemas, o si llaman al 911 para pedir una ambulancia, podrían terminar en la cárcel. Otra preocupación común es que el amigo intoxicado se enojará con ellos al día siguiente por “meterlo en problemas”.

Estos temores pueden ser abrumadores y dificultan que los adolescentes busquen ayuda en momentos críticos. Es vital que los adultos expresen un mensaje claro a los jóvenes: la intoxicación por alcohol es una emergencia médica seria que requiere atención médica inmediata. Aunque el consumo de alcohol entre menores de edad no es tolerado, si ellos o alguien cercano está necesitando atención médica, deben llamar al 911 e involucrar a personas adultas sin temor al castigo.

La intoxicación por alcohol sucede cuando la cantidad de alcohol en la sangre es tan alta que amenaza la respiración. La intoxicación por alcohol es mayor en adolescentes que en adultos, porque metabolizan el alcohol de manera menos eficiente. Los adolescentes se emborrachan con mayor rapidez y permanecen en estado de ebriedad durante más tiempo, aún cuando hayan ingerido menos alcohol.

La ebriedad (definida como 4 a 5 bebidas en una sola ocasión) y jugar juegos que involucran beber, ambos comunes entre adolescentes, hacen que el contenido de alcohol en la sangre aumente a niveles peligrosos en un corto período de tiempo. El hígado no tiene tiempo para recuperarse, lo que crea una acumulación de alcohol en el torrente sanguíneo. También es importante señalar que beber después de haber consumido cualquier tipo de medicamento, ya sea con prescripción médica o de forma ilícita, puede aumentar los riesgos de intoxicación por alcohol.

Todas las personas deberían estar conscientes de las señales de advertencia que indican que alguien está sufriendo una intoxicación por alcohol. Por lo general, el primer síntoma de intoxicación por alcohol es el vómito. Este es el intento del cuerpo de protegerse a sí mismo al impedir que el alcohol que permanece en el estómago sea absorbido por el torrente sanguíneo. Otras señales son:

• Ser incapaz de levantarse o permanecer de pie sin ayuda.
• No responder si le hablan o gritan.
• Tener la piel húmeda o fría, o de color azulado a violácea que parece muy enrojecida.
• No responder a ningún contacto físico, por ejemplo, golpeteos, pellizcos, apretones.
• Permanecer en estado desmayado, sobre todo si no responde a ningún intento porque se despierte.
• Vomitar mientras se está desmayado y no despertar es una alerta roja adicional.
• Tener una respiración irregular lenta, pulso irregular o una frecuencia de pulso inferior a 40 latidos por minuto.

Exhortamos a los adolescentes a toarse estos síntomas a la ligera. La única solución ante una intoxicación por alcohol es llamar al 911 y permanecer con la persona en necesidad hasta que llegue la ambulancia. Además, los adolescentes no deberían esperar a que alguien se desmaye y no responda: podría ser demasiado tarde.

Una de las preguntas que suelen hacer los adolescentes es si habrá alguna repercusión legal si llaman al 911. En nuestra experiencia, nunca ha habido un caso de arresto por consumo de alcohol bajo estas circunstancias. También señalamos que en una emergencia médica, salvar la vida de alguien supera cualquier acción legal que se pueda tomar, y que cualquier posible consecuencia legal podría ser mucho peor si la intoxicación por alcohol finalmente resulta en muerte.

A menudo otra de las preocupaciones es: “Pero ¿qué pasará con mis padres? ¡Me meteré en tantos problemas!”. Aquí es donde la participación de padres y cuidadores en la prevención es fundamental. Como consejeros del Freedom Institute, alentamos a los padres a comunicarles a sus hijos, especialmente cuando entran en la middle school y la high school, qué esperan con respecto al consumo de alcohol y drogas y también en cuanto a pedir ayuda.

Por ejemplo: “Espero que no bebas. Pero, siempre quiero que me llames si estás en una situación de riesgo. Si estás en circunstancias que involucran alcohol y alguien necesita ayuda, debes llamar al 911, a mí o a cualquier otra persona adulta de confianza. Preferiría que te preocuparas más por pedir ayuda que por el castigo. Es posible que tengas que enfrentar alguna consecuencia si has tomado decisiones poco saludables, pero mi primera preocupación es tu seguridad. Al final, mi respuesta a la situación será mucho más difícil si no pides ayuda cuando se necesita”.

También recomendamos que los padres repasen las señales de alerta de intoxicación por alcohol con sus hijos adolescentes.

Una y otra vez, los adolescentes han compartido con los consejeros del Independent School Program sus dificultades para actuar responsablemente en momentos críticos. Como adultos, es imprescindible dar a nuestros adolescentes un mensaje claro que promueva un comportamiento saludable, los prepare para responder de forma adecuada ante una situación peligrosa y al mismo tiempo les transmita que cuentan con tu apoyo.

Este artículo fue publicado originalmente en el sitio web del Freedom Institute, un centro de tratamiento ambulatorio para el abuso de sustancias que ofrece talleres de prevención y asesoramiento para adolescentes, padres y maestros en las escuelas independientes de la ciudad de Nueva York.