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Nuestra hija de tres años no escucha y se porta mal en la escuela. ¿Cómo podemos mejorar su comportamiento?

Escrito por: Laura Phillips, PsyD, ABPdN

Experto clínico: Laura Phillips, PsyD, ABPdN

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P Nuestra hija de tres años no hace caso a casi nada de lo que le pedimos que haga. No hace caso ni siquiera a una petición tan simple como: "Ven aquí, por favor". Aunque en casa se porta relativamente bien la mayor parte del tiempo, en la escuela no escucha a la maestra, no presta atención en clase, arroja su mochila y libros, etc. ¿Cómo podemos mejorar su comportamiento?

Lo primero que debemos hacer es entender cuál es la causa de su comportamiento. Quizá no escucha porque le cuesta entender lo que le dicen. O podría tener algo que ver con su motivación para seguir las instrucciones.

El hecho de que este comportamiento se produzca en todos los entornos es una señal de que podría estar ocurriendo algo con la comprensión del lenguaje. Asegúrese de que su hija no tiene dificultad para entender el lenguaje. Usted podría empezar con una evaluación del habla y del lenguaje para asegurarse de que el funcionamiento del lenguaje está intacto.

Si no hay ningún problema con el lenguaje, lo siguiente que hay que considerar es la motivación. Los niños pequeños son muy conscientes de que son seres independientes. Al negarse a seguir instrucciones, es posible que su hija esté tratando de ejercitar su autonomía, por lo que tendrá que pensar en cómo motivarla para que las cumpla.

En primer lugar, es importante que su forma de dar instrucciones sea lo más clara posible. A mí me pasa todo el tiempo con mis hijos. Les digo: “¿Recojamos los juguetes ahora? Un niño entenderá eso como una opción más que como una instrucción, y si no quiere hacerlo, no lo hará. Por lo tanto, hay que ser muy específico con las instrucciones. Ayuda ponerse a su altura, mirarlos a los ojos y decirles claramente: “Es hora de guardar los juguetes”.

Después, es bueno darles la oportunidad de responder. Y si responden adecuadamente, entonces necesitamos reforzarlo. La idea es “atraparlos portándose bien”. En cuanto su hija responda de la forma que usted quiere, aunque no haya seguido la instrucción exactamente, elógiela con entusiasmo y de forma específica: “¡Me encanta cómo me miras a los ojos mientras te hablo!”. Prestar una atención positiva a los comportamientos deseables y prestar menos atención a los que no quiere ver hará que sea más probable que repita esos comportamientos positivos.

Otra estrategia que puede probar es decirle a su hija lo que debe hacer en lugar de lo que no debe hacer. A menudo suponemos que si le decimos a un niño que no haga algo, sabrá lo que debe hacer en su lugar. Pero no es así. Así que decir algo como “por favor, pon tu libro en la estantería” puede ser mucho más útil que decir: “No dejes tu libro en el suelo”.

En el caso de los niños que tienen una gran dificultad para seguir el. comportamiento esperado, puede ser útil trabajar con un terapeuta conductual. Ellos pueden ayudar a los padres con una serie de intervenciones denominadas capacitación en el manejo del comportamiento para padres. Aprenderá a definir claramente las conductas que desea cambiar y a reforzarlas de forma adecuada y sistemática. Por lo general, esto implica la creación de una tabla de comportamiento formal que le permite dar una señal de manera consistente para obtener una respuesta adecuada ante una instrucción.

Una perspectiva externa realmente ayuda. Si un terapeuta del comportamiento le resulta demasiado caro o inaccesible, un trabajador social de la escuela de su hija puede ayudar en la definición de los comportamientos, el desarrollo de un plan y el cumplimiento del mismo.

La última revisión de este artículo se realizó el 19 de junio de 2023.