¿Qué es el aprendizaje social y emocional?
Cómo los programas de aprendizaje social y emocional (SEL, por sus siglas en inglés) ayudan a los niños a salir adelante en la escuela.
Expertos clínicos: LaKisha Hoffman , Caroline Mendel, PsyD
in EnglishLo que aprenderá
- ¿Qué es el SEL?
- ¿Cuáles son los componentes básicos del SEL?
- ¿Por qué es beneficioso el SEL para los niños?
Lectura rápida
El aprendizaje social y emocional (SEL, por sus siglas en inglés) es un término que designa la forma en que los niños adquieren habilidades sociales y emocionales. Incluye cosas como manejar las emociones difíciles, tomar decisiones responsables, lidiar con el estrés, establecer objetivos y construir relaciones saludables.
Cuando los niños no cuentan con las habilidades necesarias para manejar sus emociones y tomar buenas decisiones, se suelen meter en problemas en la escuela. Por eso muchas escuelas enseñan SEL. Los estudios demuestran que el SEL tiene un efecto positivo en el éxito académico y personal de los estudiantes.
El SEL comprende cinco habilidades principales: autoconciencia, conciencia social, toma de decisiones responsable, autocontrol y habilidades interpersonales. Los temas específicos que las escuelas suelen enseñar incluyen, entre otros, identificar sentimientos, considerar la perspectiva de los demás, así como lluvia de ideas para encontrar soluciones a los problemas.
El SEL en la escuela suele incluir tanto lecciones sobre estas habilidades como mucha práctica diaria. Por ejemplo, un maestro puede impartir una lección sobre resolución de conflictos. Luego, cuando surge un conflicto entre estudiantes, el maestro los ayuda a superarlo utilizando las habilidades aprendidas durante la lección.
Los padres también pueden ayudar a los niños a desarrollar habilidades SEL en casa, al ayudarlos a identificar sus sentimientos y aprender a manejarlos. Si un niño tiene dificultades con las habilidades socioemocionales, el apoyo individualizado en la escuela lo puede ayudar. Si tiene un problema de salud mental subyacente, podría ser necesario un tratamiento profesional.
El aprendizaje social y emocional (SEL, por sus siglas en inglés) es un término para designar la manera en que los niños adquieren habilidades sociales y emocionales. Incluye cosas como manejar emociones difíciles, tomar decisiones responsables, lidiar con el estrés, establecer objetivos y construir relaciones saludables.
Se supone que el aprendizaje social y emocional suele ocurrir de forma natural en el transcurso del desarrollo de un niño, sin necesidad de enseñarlo. Pero cuando los niños no dominan estas habilidades, a menudo desarrollan problemas de comportamiento, los cuales a su vez pueden interferir con su funcionamiento en la escuela y con su capacidad de aprendizaje.
Por esto, los programas que enseñan habilidades sociales y emocionales se imparten ahora en muchas escuelas, desde preescolar hasta high school.
“Cuando los niños no saben matemáticas, les enseñamos matemáticas: no los castigamos por no saber matemáticas”, explica LaKisha Hoffman, MSW, trabajadora social y directora sénior de los Programas para escuelas y comunidades del Child Mind Institute. “Pero cuando los niños no saben cómo autorregularse, los castigamos por mal comportamiento”.
En lugar de eso, dice, queremos enseñar a los niños las habilidades que les hacen falta: llenar esas lagunas para que puedan manejar sus emociones, llevarse bien con otros niños y progresar en la escuela.
“No son cosas que los humanos sepan de forma natural”, añade Caroline Mendel, PsyD, psicóloga clínica y directora sénior de servicios clínicos y programas comunitarios del Child Mind Institute. “Necesitan una instrucción explícita determinada, y luego un refuerzo continuo”.
Un marco ampliamente utilizado para el SEL es el marco CASEL, llamado así por una organización que introdujo el término SEL hace más de dos décadas (CASEL son las siglas en inglés de Colaboración para el aprendizaje académico, social y emocional).
Según el marco CASEL, hay cinco áreas de competencia interrelacionadas que conforman el SEL:
- Autoconciencia: La capacidad de identificar y reconocer las propias emociones y pensamientos, así como de comprender de qué manera afectan el comportamiento.
- Conciencia social: Tener empatía y respeto por los demás y la capacidad de ver las cosas desde diferentes perspectivas.
- Toma de decisiones responsable: La capacidad de tomar decisiones éticas y constructivas en relación con el comportamiento personal y las interacciones sociales.
- Autocontrol: Ser capaz de manejar las propias emociones e impulsos, controlar el estrés y establecer metas personales.
- 5. Habilidades interpersonales: Tener la capacidad de establecer y mantener relaciones saludables y de apoyo.
¿Por qué el SEL es beneficioso para los niños?
Está demostrado que el SEL puede ayudar a los niños a sentirse más seguros y felices en el aula, así como en la vida en general. Investigaciones muestran (en inglés) que el SEL tiene efectos positivos continuos en el éxito de los estudiantes, desde su rendimiento académico y su comportamiento, hasta su capacidad para controlar el estrés.
Otras investigaciones (en inglés) han mostrado que estos beneficios a largo plazo son consistentes en todos los grupos demográficos, lo que significa que la instrucción SEL puede apoyar el desarrollo positivo de niños de diversos orígenes y lugares geográficos.
También hay pruebas de que el SEL favorece la equidad educativa (en inglés) y la inclusión en el salón de clases. “Cuando hablo con padres y directores de centros educativos —añade Hoffman— es claro que otro beneficio que observan con la participación de los estudiantes en SEL es un sentido de pertenencia”.
¿Cómo luce el SEL en el aula?
Los educadores suelen integrar el SEL en sus planes de estudios a través de la enseñanza explícita de las aptitudes y, lo que es igualmente importante, a través del refuerzo continuo de estas habilidades.
La enseñanza explícita de SEL puede incluir lecciones sobre cómo identificar y etiquetar sus sentimientos, construir un vocabulario emocional, considerar las perspectivas y experiencias de otras personas y aportar soluciones a los problemas.
Pero la clave para enseñar eficazmente las aptitudes SEL es reforzar estas lecciones todos los días en el aula. “No se trata de una actividad aislada”, explica la Dra. Mendel. “Se trata de tener una cultura escolar comprometida con el aprendizaje socioemocional, que se transmite todos los días, con la repetición de las lecciones y las aptitudes”.
Por ejemplo, aunque enseñar a los niños una lección sobre resolución de conflictos es importante, también lo es enseñarles a resolverlos cuando se producen en tiempo real, reforzando esas habilidades y ofreciéndoles un espacio seguro para practicarlas.
“No siempre se basa en actividades”, dice Hoffman. “Se trata de pensar qué habilidades necesitan conocer y cómo entablar conversaciones sobre ellas. Cuando hacen cosas que lastiman a otras personas, se practica ‘¿cómo hizo sentir eso a la otra persona?’, para desarrollar la empatía. Se trata de tomar las veces que no hacen las cosas bien como momentos de enseñanza”.
Los programas SEL en las escuelas suelen estar estructurados en tres niveles, según las necesidades de los niños. El nivel uno es el programa estándar, que se imparte a todos los estudiantes con el objetivo de ayudarlos a desarrollar las aptitudes y prevenir la aparición de problemas de comportamiento o emocionales. El nivel dos es para los niños que no han respondido al nivel uno y muestran algunas señales de riesgo, como problemas de comportamiento, dificultades sociales o problemas académicos. El nivel tres es para estudiantes que requieren un apoyo más intensivo, potencialmente a través de asesoramiento individualizado o un plan de intervención del comportamiento.
Para los padres interesados en conocer más detalles sobre cómo los programas escolares basados en evidencia utilizan los resultados de las investigaciones, pueden encontrar mucha información sobre SEL en el aula (en inglés) en el sitio web de CASEL.
¿Cómo pueden los padres ayudar a sus hijos con el SEL en casa?
Los padres son los primeros maestros de sus hijos, y la forma en que modelan y refuerzan las aptitudes SEL en casa es esencial para el desarrollo socioemocional de los niños. Y si las familias y las escuelas trabajan en colaboración, pueden aprender unos de otros sobre lo que funciona mejor para cada niño.
“Creo que la colaboración entre padres y escuelas es realmente importante”, afirma Hoffman. “Hay habilidades que los estudiantes están aprendiendo en la escuela que pueden aplicar en casa, y hay cosas en casa que funcionan muy bien para los padres (y que tal vez ni siquiera reconozcan como una habilidad SEL) que podrían comunicar a los maestros”.
Por ejemplo, un padre podría compartir con el maestro que dedicar un momento a meditar o concentrarse en la respiración profunda ayuda a su hijo a manejar las emociones en casa, y ver si hay una manera de integrar esa práctica en el aula cuando sea necesario.
“Tenemos que valorar realmente la experiencia del hogar, así como la de la escuela”, concluye Hoffman.
La página web Confident Parents Confident Kids (en inglés) ofrece muchos libros, juegos y otros recursos útiles para fomentar el desarrollo socioemocional en casa.
Qué hacer si usted cree que su hijo necesita apoyo adicional en SEL
Si usted considera que su hijo tiene dificultades con las habilidades sociales y emocionales, el primer paso es iniciar una conversación con su maestro para analizar su progreso y considerar si necesita apoyo adicional en SEL.
“Es fantástico que todos los niños reciban instrucción en SEL: son habilidades que los ayudarán a tener éxito en la vida”, explica la Dra. Mendel. “Pero para saber si necesitan más de lo que están recibiendo, analizamos cómo están funcionando. ¿Cómo les va académicamente? ¿Hay un descenso en sus calificaciones? ¿Cómo se desenvuelven socialmente con sus compañeros? ¿Tienen conflictos frecuentes? ¿Pueden manejar la frustración, la tristeza o la ansiedad de forma que no se interpongan en su vida?”.
Si tienen problemas de comportamiento o académicos, puede ser útil que reciban asesoramiento en la escuela o que se establezca un plan de intervención del comportamiento. También es importante considerar si hay problemas subyacentes que estén afectando el comportamiento del niño, señala la Dra. Mendel. Por ejemplo, si un niño está deprimido y eso lo vuelve irritable, puede que agreda a otros niños, y su comportamiento se podría confundir con una simple falta de habilidades básicas para relacionarse. O si tiene TDAH, la impulsividad le podría dificultar mucho el manejo de sus emociones. Recibir tratamiento para estos desafíos de parte de un profesional de la salud mental puede ser lo que su hijo necesita para prosperar.
¿Y qué sucede si usted quisiera que la escuela de su hijo le diera más prioridad al SEL en general? Hay formas de abogar por ello dentro de la escuela.
“Creo que la mejor manera de abogar por ello en una escuela es mostrar la investigación y su vínculo con la mejora académica”, aconseja la Dra. Mendel. “Por desgracia, a veces las necesidades socioemocionales pueden quedar en segundo plano porque las escuelas se enfocan en los resultados académicos de los niños. Creo que mostrar cómo ambas cosas van de la mano, y cómo el SEL puede ser efectivo para ayudar a las escuelas en la tarea de la enseñanza, es una buena manera de hacer esa labor de abogacía”.
El sitio web de CASEL ofrece una gran cantidad de ayuda adicional sobre cómo abogar por SEL (en inglés).