La ansiedad social es un temor extremo a sentir vergüenza en situaciones sociales. Los niños con ansiedad social se preocupan tanto por cómo los percibirán o juzgarán las demás personas que evitan hacer cosas que necesitan o quieren hacer.
Cuando el miedo a lo que puedan pensar las demás personas se interpone en el camino.
Clinical Experts: Jerry Bubrick, PhD , Grace Berman, LCSW , Rachel Busman, PsyD, ABPP
in EnglishEs común que niños y adolescentes sientan ansiedad por lo que las demás personas puedan pensar de ellos. Algunos niños sienten tanta ansiedad que desarrollan algo llamado trastorno de ansiedad social. Esto es cuando se preocupan tanto por lo que piensan otras personas acerca de ellos que dejan de hacer cosas que necesitan (y quieren) hacer por temor a avergonzarse.
La ansiedad social en niños comienza entre los 8 y los 15 años. Por lo general, al principio pueden ocultar sus sentimientos, y es posible que padres y maestros no se den cuenta de que algo va mal.
La ansiedad social significa que incluso cosas pequeñas, como responder a una pregunta en clase o comer con sus amistades en la cafetería, pueden causar mucho temor. Esto se debe a que a los niños les preocupa que sin querer puedan hacer algo vergonzoso u ofensivo, y que eso cambie lo que las personas piensan de ellos.
El tipo de situaciones que pueden causar ansiedad social en niños varía de una persona a otra. Un niño puede ver a sus amigos hablando y riéndose, y pensar que se están riendo de él. Otro niño puede querer hacerle una pregunta al maestro pero no la hace porque tiene miedo de que suene estúpida.
Los niños con trastorno de ansiedad social suelen pensar que todo el mundo percibe su ansiedad, y eso es otra cosa que les preocupa y los avergüenza. Cuando sienten ansiedad extrema, pueden ocultar sus sentimientos. O algunos niños reaccionan bruscamente, con lo cual parecen enojados o agresivos.
El trastorno de ansiedad social en niños puede hacer que eviten las cosas que les preocupan. Aunque esto puede funcionar para calmar su ansiedad a corto plazo, esconderse de la ansiedad en realidad solo hace que empeore. También puede convertirse en un hábito. Puede que sea difícil pedir ayuda, pero es realmente importante.
Cuando eres adolescente comienzas a estar más consciente de lo que piensan otras personas. Parece haber algo “correcto” que ponerse o decir o hacer. También parecen estar las cosas que no se deben hacer, cosas que podrían ser vergonzosas o que te harán perder puntos con tus amistades. Esto puede causar ansiedad.
La idea de que las personas pudieran estar prestando especial atención a lo que hacen, hace sentir ansiosos a muchos niños. Algunos niños sienten tanta ansiedad que desarrollan algo que se llama trastorno de ansiedad social, la cual es diagnosticada cuando la preocupación por la manera en que te ves frente a otras personas es tan alta que dejas de hacer las cosas que necesitas (y deseas hacer) por miedo a quedar en vergüenza.
La mayoría de las personas con el trastorno comienza a notar esta ansiedad cuando tienen entre 8 y 15 años. Durante un tiempo, los niños generalmente pueden ocultarlo. Sus padres y maestros podrían no notar que algo está mal, principalmente porque a los niños les suele avergonzar admitir su ansiedad acerca de cosas que a los demás parecen no importarles.
En el Child Mind Institute hemos visto a muchas personas preguntarse si tal vez tengan un trastorno de ansiedad social, y cómo se lo podrían decir a sus padres. Esta es una explicación sobre cómo se manifiesta y qué hacer si piensas que tú (o tu hijo) podrían estar pasando por esto.
Los niños con trastorno de ansiedad social no sienten nerviosismo únicamente cuando están en fiestas o dando una presentación frente a la clase. “No es una fobia de estar en situaciones sociales, es sentirse aterrorizados acerca de cómo los van a percibir las personas”, explica Jerry Bubrick, PhD, psicólogo clínico del Child Mind Institute.
Incluso las pequeñas interacciones, como responder una pregunta en clase o comer con sus amistades en la cafetería, pueden sentirse extremadamente atemorizantes para los niños con trastorno de ansiedad social. Eso se debe a que temen hacer algo embarazoso u ofensivo de manera accidental, que pueda hacer que las demás personas los juzguen o, incluso, los rechacen.
Y si bien los niños que simplemente son tímidos se van acostumbrando a las personas y situaciones nuevas con el tiempo, no ocurre lo mismo en el caso de los niños con ansiedad social. Rachel Busman, PsyD, psicóloga del Child Mind Institute que se especializa en ansiedad, explica: “Puede que la timidez les impida hacer cosas hasta cierto punto, pero no afectará de manera significativa su capacidad de hacer su trabajo como adolescentes, el cual consiste en funcionar en la escuela, funcionar en la familia y tener amistades y ser parte de una comunidad de pares”. Pero la ansiedad social sí afecta esas áreas.
Los tipos de situaciones que provocan ansiedad pueden variar mucho dependiendo de la persona. Algunos niños con ansiedad social tienen miedo principalmente de tener que hacer presentaciones en frente de las personas, mientras que otros sienten ansiedad en muchas situaciones: hablar con un vendedor, pedir ayuda, comer o beber frente a otros. Estos son algunos ejemplos de cómo se podría manifestar la ansiedad social:
Cuando tienes un trastorno de ansiedad social, lo más probables es que piensen que tu ansiedad es evidente y que todos la ven: de hecho parecer ansioso es otra cosa a la que temen los niños con ansiedad social. Pero otras personas podrían no reconocerla. Eso es porque muchos de los síntomas de ansiedad están sucediendo bajo la superficie. Podrías estar experimentando pensamientos de pánico y algunos de los síntomas físicos de la ansiedad, como aceleración del ritmo cardiaco o malestar estomacal, pero otras personas probablemente no se darán cuenta de eso. Las señales más visibles, como sonrojarse, pueden darles alguna idea. Pero incluso sonrojarse tiende a ser algo a lo que las personas le prestan más atención cuando les sucede a ellas.
Debido a que los niños con ansiedad social tienen miedo de hacer cualquier cosa que sea embarazosa, agrega la Dra. Busman, pueden ser expertos en ocultar cómo se sienten en realidad. “Una de las niñas con la que trabajé tenía ataques de pánico y estaba altamente ansiosa. Como la conozco muy bien, yo sabía que si miraba hacia el piso y se quedaba quieta significaba que se estaba sintiendo ansiosa. Pero otras personas no notan eso, y solo pueden hacer suposiciones según lo que ven”.
A otros niños, la ansiedad les puede hacer parecer estar enojados o agresivos, como un niño con el que trabajó el Dr. Bubrick. “Una persona vino hacia él de manera aleatoria y le dijo, ‘escuché que quieres ver una foto de Sara en bikini’. El niño estuvo mortificado y “se puso furioso”, dijo el Dr. Bubrick. “Tiró papeles, golpeó al director. La escuela pensó que estaba teniendo comportamientos negativistas, pero debajo de todo eso había un miedo horroroso a quedar en vergüenza”.
Una de las cosas que los niños aprenden a hacer cuando sienten ansiedad es evitar las cosas que les preocupan. Buscar excusas para quedarse en casa y no ir a la escuela, o saltarse fiestas o eventos sociales. A pesar de que esto puede funcionar para calmar la ansiedad a corto plazo, los expertos advierten que ocultarte de tu propia ansiedad solo la empeora. Además, debes aprender cómo hacer esas cosas en algún punto y, de hecho, practicarlas es útil.
Otra cosa peligrosa acerca de evitar los miedos es que se puede convertir en un hábito, por lo que te puedes retraer cada vez más y más. Tu ansiedad empeora y las demás personas no comprenden por qué te retraes. Esto puede exacerbar tu sensación de aislamiento.
Tener ansiedad social puede evitar que hagas cosas que quieres hacer y alejarte de las personas a las que te gustaría acercarte. También puede aumentar la probabilidad de que desarrolles depresión. Puede que pedir ayuda sea difícil, pero es realmente importante.
Para la Dra. Busman es importante que los niños sepan que no son las únicas personas que pasan por esto. “Muchos adolescentes experimentan trastornos de ansiedad. Ser valientes y decirle a alguien cómo te sientes puede ser atemorizante, pero si puedes atravesar esa barrera, alguien te querrá escuchar”.
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