Consejos y estrategias para ayudar a los niños a sentirse cómodos y permanecer enfocados.
in EnglishEl regreso a la escuela es un momento emocionante, pero para los niños con problemas del procesamiento sensorial puede ser abrumador. Aquí encontrará estrategias para ayudar a su hijo (¡y a usted!) a sentirse tranquilos, cómodos y seguros durante este año escolar.
Deles tiempo a los niños para que experimenten con los nuevos materiales escolares y vean qué les sienta bien y funciona mejor para ellos. De este modo, estarán cómodos y preparados para el primer día de escuela.
La ropa fácil de poner ayudará a los niños a ser más independientes a la hora de vestirse. El primer día de clases es un mal momento para estrenar un conjunto nuevo en el caso de los niños con problemas sensoriales. Más bien, escoja ropa cómoda y familiar que usted sepa que les gusta usar. Si los niños tienen que ponerse algo nuevo (como un uniforme) deles tiempo para que se acostumbren. Si sigue siendo incómodo, pruebe poniéndoles ropa suave y cómoda debajo.
Los autobuses escolares, los comedores, los pasillos e incluso las aulas pueden ser espacios ruidosos. Los tapones para oídos o los auriculares con cancelación de ruido pueden ser una buena (y no demasiado llamativa) forma de ayudar a los niños a controlar el volumen. A nadie le gusta cuando la iluminación es mala, pero para los niños con problemas del procesamiento sensorial esas luces brillantes de la escuela pueden llegar a ser incluso dolorosas. Si su hijo es sensible a la luz, unas bonitas y cómodas gafas de sol pueden ayudar.
Los kits sensoriales pueden ayudar a los niños a mantenerse tranquilos durante el día. Cada niño necesita un kit diferente, pero algunas cosas que pueden ayudar incluyen: agua en un vaso familiar, tentempiés o goma de mascar, así como algo relajante (y silencioso) con lo que pueda jugar durante la clase, como una pelota antiestrés o plastilina.
Informar a los maestros sobre las necesidades sensoriales de su hijo los ayudará a saber cómo apoyarlo durante la clase. Los niños también pueden acordar una señal secreta con sus maestros que puedan utilizar si necesitan un descanso.
Los niños con problemas sensoriales se desenvuelven mejor cuando saben qué esperar. Las rutinas los ayudan a sentirse más cómodos y menos abrumados. Usted también podría pedirles a los maestros que le avisen si hay un cambio en los horarios escolares, para que pueda ayudar a su hijo a prepararse.
El regreso a clases es un momento emocionante, pero puede ser abrumador para los niños que tienen problemas del procesamiento sensorial. Estas son algunas estrategias y consejos para ayudar a su hijo (¡y a usted!) a sentirse tranquilos, cómodos y seguros durante este año escolar.
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