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Y qué pueden hacer padres y maestros para ayudarles en el salón de clases.
in EnglishLos problemas del procesamiento sensorial pueden ocasionar dificultades a los niños en casa y en la escuela. Los problemas del procesamiento sensorial se producen cuando los niños tienen dificultad para manejar la información que reciben a través de sus sentidos. Los niños también pueden tener problemas para ser conscientes de su cuerpo o batallar con el equilibrio y la coordinación. Los problemas sensoriales afectan a cada niño de manera diferente. Algunos pueden ser muy sensibles a la estimulación sensorial. Otros pueden ser mucho menos sensibles que sus pares.
Los problemas del procesamiento sensorial pueden obstaculizar el éxito escolar de los niños. Por ejemplo, los niños sensibles se pueden abrumar con las luces brillantes o los ruidos fuertes, como los gritos de los niños en el recreo. O pueden tener problemas para prestar atención porque su ropa les resulta incómoda. Los niños poco sensibles pueden sentir nerviosismo y tener dificultad para permanecer sin moverse. Podrían meterse en problemas porque quieren recibir estimulación sensorial al chocar contra las cosas, saltar o estrellarse contra otros niños.
Muchos de los comportamientos de los niños con problemas sensoriales coinciden con los síntomas del TDAH. Los niños pueden tener dificultad para permanecer en su asiento o para concentrarse. O pueden tener una crisis nerviosa durante las transiciones de una actividad a otra. Algunos niños con TDAH, pero no todos, también tienen problemas sensoriales.
No existe ningún medicamento para tratar los problemas del procesamiento sensorial. Pero hay tratamientos y cambios prácticos que puedes hacer en la escuela y en casa que podrían ayudar. Los terapeutas ocupacionales u OT son especialistas que trabajan con niños que tienen problemas sensoriales. Ellos hacen que los niños realicen actividades físicas que les ayuden a controlar la recepción sensorial. Puedes solicitar a la escuela que un terapeuta ocupacional trabaje con tu hijo en la escuela, o encontrar uno de manera privada.
Hablar con el maestro de tu hijo también puede ayudar. Habla sobre los ajustes que podrían ayudar, como dejar que tu hijo se mueva cuando tenga que estar en su asiento durante mucho tiempo. O permitirle usar auriculares con bloqueo de sonido cuando haya mucho ruido. Las pausas por motivos sensoriales, como poder caminar en círculos o saltar en un minitrampolín, pueden ayudar a los niños hiposensibles a obtener los estímulos que necesitan.
Con el apoyo adecuado, tu hijo con desafíos del procesamiento sensorial puede salir adelante en clase, en el recreo y en casa.
La maestra de segundo grado de tu hija te llama para decirte que está preocupada por algunos de sus comportamientos en la escuela:
Tú ya habías comenzado a notar este tipo de comportamiento cuando tu hija era pequeña, pero ahora está afectando su progreso en la escuela. Te has estado preguntando si podría tener trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH. Pero la maestra cree que tu hija podría tener problemas del procesamiento sensorial.
Hay niños que parecen tener problemas para manejar la información que reciben a través de sus sentidos: cosas como sonido, tacto, gusto, vista y olor. También hay otros dos sentidos menos conocidos que se pueden ver afectados: el primero es un sentido de conciencia corporal, mientras que el segundo implica movimiento, equilibrio y coordinación. Además, quienes tienen dificultades sensoriales pueden ser hipersensibles a los estímulos, hiposensibles o ambos.
Si bien los problemas del procesamiento sensorial no son un trastorno del aprendizaje o un diagnóstico oficial, pueden obstaculizar el progreso académico. Por ejemplo, los niños demasiado sensibles (hipersensibles) responden con facilidad a los estímulos sensoriales y puede que les parezcan abrumadores. Es posible que:
Por otro lado, los niños poco sensibles (hiposensibles) buscan más estimulación sensorial. Es posible que:
Seguramente notas que estos comportamientos se podrían confundir fácilmente con el comportamiento de niños de primaria que muestran poca sensibilidad y que tienen “comportamientos negativos”, incluyendo lo que podría parecer hiperactividad, cuando en realidad lo que están buscando es la estimulación sensorial. Y, de hecho, muchos de los comportamientos de niños con problemas sensoriales se superponen con los síntomas del TDAH, desde tener dificultad para quedarse en su asiento tranquilamente o para concentrarse, hasta hacer berrinches cuando se espera que hagan una transición de una actividad (especialmente una que están disfrutando) a otra.
Esta es una razón por la que es importante que los niños no reciban un diagnóstico de TDAH después de una visita rápida al consultorio del pediatra, sin la aplicación cuidadosa de entrevistas y escalas de calificación para obtener una idea detallada de su comportamiento. Algunos niños con TDAH también tienen problemas sensoriales.
Un estudio de 2009 (en inglés) encontró que 1 de cada 6 niños tienen problemas sensoriales que les dificultan el aprendizaje, así como su funcionamiento en la escuela. Aunque los problemas del procesamiento sensorial se ven a menudo en niños autistas, también se pueden encontrar en aquellos con TDAH, trastorno obsesivo-compulsivo o TOC y otros retrasos del desarrollo, y también en niños que no tienen ningún diagnóstico en absoluto.
No hay medicamentos para tratar los problemas del procesamiento sensorial, pero sí hay terapias, así como cambios prácticos que puedes hacer en la escuela y el hogar para ayudar a tu hijo a sentirse mejor.
Los terapeutas ocupacionales u OT son especialistas que trabajan con niños que tienen problemas sensoriales. La mayoría de los OT trabajan en las escuelas, aunque también se pueden encontrar en la práctica privada. Hacen que los niños participen en actividades físicas que están diseñadas para regular su estimulación sensorial.
Tú y el maestro de tu hijo pueden discutir los cambios que pueden hacer para aumentar su sensación de confianza, seguridad y para que se pueda concentrar mejor en el aula. Por ejemplo:
Con el apoyo y las adaptaciones de maestros comprensivos, y tal vez trabajando con un OT, tu hijo con problemas del procesamiento sensorial podrá salir adelante en las clases, en el patio de recreo y con sus amistades.
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