Please upgrade to Microsoft Edge, Google Chrome, or Firefox.
Lo sentimos, la página que buscas no tiene versión en español. Puedes hacer una nueva búsqueda o visitar la página de Temas populares.
El apoyo y la rutina son fundamentales para los niños.
in EnglishCuando una tragedia golpea a una comunidad escolar, ya sea una muerte en la escuela de tu hijo o una pérdida de vidas tan terrible que nos afecta a todos, como los tiroteos en Newtown, Connecticut, pensar en enviar a los niños de regreso a la escuela puede ser algo abrumador. Pero es un hito importante, porque es esencial que los niños vuelvan a las rutinas normales después de escuchar noticias inquietantes y aterradoras. Los niños encuentran consuelo en lo familiar, y volver a la escuela y a cualquier actividad extracurricular ayuda a formar niños sanos y resistentes.
Pero después de un evento como un tiroteo en la escuela, algunos niños podrían estar reticentes a regresar. Estos son algunos consejos para ayudar a los niños que están inquietos respecto a la perspectiva de volver a la escuela:
Anima a tu hijo a que te cuente cómo se siente acerca de regresar a la escuela. No hagas preguntas dirigidas: “¿Te preocupa volver a la escuela?”. Pero sí bríndale la oportunidad de expresar lo que está en su mente. Suponiendo que hayan hablado sobre lo sucedido, le podrías preguntar si espera que lo discutan en clases o si espera que haya alguna actividad escolar relacionada con el evento.
Cuando los niños pueden expresar lo que les preocupa, se tranquilizan y eso los ayuda a disminuir las fantasías aterradoras. Si tu hijo piensa que es posible que su salón de clases ya no sea (o no se sienta) seguro, es bueno escuchar esos temores.
Puedes decirle a tu hijo que entiendes por qué podría estar preocupado. Y luego pueden tener una conversación objetiva sobre lo inusuales que son los tiroteos en las escuelas. También puedes asegurarle que cuando ocurren, se investigan con detenimiento, para identificar las causas y ayudar a evitar que vuelvan a suceder. Saber que aprendemos de las experiencias negativas, genera confianza en los niños.
Recuérdale a tu hijo que su escuela es un lugar seguro, lleno de maestros y otros adultos que aman a los niños y que han dedicado sus vidas a ayudarlos. Habla de nuevo de los simulacros y las políticas que ya existen para mantener seguros a los estudiantes.
No te sorprenda si tu hijo está mucho más apegado a ti o tiene la necesidad de atención, y prepárete para bajar la velocidad a tus rutinas matutinas para poder darle más afecto y calidez.
Presta atención a las señales no verbales que indiquen ansiedad. Un niño de 8 años que no te ha preguntado sobre el evento pero que ha visto las imágenes y cuyos hábitos de sueño y alimentación han cambiado después de la tragedia, es posible que necesite tener una conversación, incluso si no está preguntando con palabras.
Los maestros y consejeros escolares estarán preparados para ayudar a los niños con cualquier inquietud que puedan tener mientras están en la escuela. Anima a tu hijo a hablar con ellos si se siente abrumado el primer día de regreso a clases o más adelante en la semana. Dile que está bien que vuelva a plantear el tema contigo o con cualquier otra persona si tiene preguntas o sentimientos que quiera compartir más tarde.
Finalmente, si crees que uno de tus hijos pudiera estar seriamente afectado, busca la ayuda de un profesional de la salud mental.
"*" indicates required fields
Notifications