¿Qué es el trastorno de pánico?
El trastorno de pánico es un tipo específico de trastorno de ansiedad. Los niños con trastorno de pánico tienen ataques repentinos de ansiedad que vienen acompañados de sentimientos intensos de temor y síntomas físicos que se pueden sentir como un ataque cardiaco. Estos episodios se conocen como ataques de pánico. A veces, durante un ataque de pánico, los niños pueden tener la sensación de estar muriendo.
Los ataques de pánico también provocan un fuerte deseo de huir de la situación. El miedo de tener otro ataque de pánico puede desencadenar un nuevo ataque. Los niños con trastorno de pánico suelen evitar los lugares donde han tenido un ataque.
El trastorno de pánico no es frecuente en niños pequeños, sino que a menudo comienza durante la adolescencia.
¿Cuáles son los síntomas del trastorno de pánico?
Las señales de que un niño o adolescente pudiera tener trastorno de pánico incluyen:
- Ataques de ansiedad que vienen acompañados de síntomas físicos intensos, como ritmo cardíaco acelerado, dolores en el pecho, problemas para respirar, mareos, náuseas y sudoración.
- Un miedo repentino y terrible a la muerte o a perder el control.
- Una sensación de que el mundo no es real.
- Un fuerte deseo de escapar de donde quiera que estén.
- Repetidos ataques de ansiedad que aparecen rápidamente y alcanzan su punto máximo en unos diez minutos.
- Un temor intenso a experimentar más ataques.
- Evitar los lugares donde han tenido ataques de pánico en el pasado o lugares de los que sería difícil escapar, como multitudes o espacios cerrados.
¿Cómo se diagnostica el trastorno de pánico?
Para recibir un diagnóstico de trastorno de pánico, es necesario que un experto descarte otras posibles causas de los ataques de pánico. Estas otras causas podrían ser médicas o podrían ser trastornos psiquiátricos que comparten algunos síntomas con el trastorno de pánico, como el trastorno de estrés postraumático (TEPT) o el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
Una vez descartadas otras causas, el profesional diagnosticará el trastorno de pánico en caso de que el niño:
- haya experimentado varios ataques de pánico,
- se preocupa mucho por tener más ataques,
- tenga miedo de lo que le pudiera pasar si tiene otro ataque, incluyendo sentimientos de estar muriendo o “enloqueciendo”,
- experimenta un gran cambio, como evitar los lugares donde ha tenido ataques de pánico o incluso los lugares que le recuerdan los ataques de pánico.
¿Cómo se trata el trastorno de pánico?
Existen tratamientos muy eficaces para niños con trastorno de pánico. El tratamiento suele consistir en una combinación de terapia y medicación.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) tiene como objetivo disminuir el miedo que hace que los niños eviten las situaciones que les recuerdan los ataques de pánico. Con el tiempo, cambiar ese comportamiento puede aliviar su ansiedad.
Otro tratamiento común se llama terapia de exposición y prevención de respuesta. Esta terapia ayuda a disminuir la ansiedad al exponer suave y gradualmente a los niños a situaciones que les recuerdan los ataques de pánico.
Los medicamentos llamados antidepresivos han demostrado prevenir con éxito los ataques de pánico en algunos niños. Si no funcionan, a veces se prescriben en su lugar ansiolíticos como el Xanax.