¿Qué es el trastorno límite de la personalidad?
El trastorno límite de la personalidad o TLP (BPD, por sus siglas en inglés) es una condición de salud mental que involucra emociones extremas, desafíos profundos con la autoestima y una dificultad para formar relaciones sólidas y estables con los demás. Los adolescentes con TLP (también conocido como borderline) a menudo están enojados, son impulsivos y se apresuran a pensar que los demás les han hecho daño.
Es frecuente que los jóvenes con TLP se autolesionen, y en general tienen un alto riesgo de suicidio. Los síntomas del TLP suelen aparecer en la adolescencia. El tratamiento temprano puede ayudar a las personas con TLP a controlar mejor el trastorno.
¿Cuáles son los síntomas del TLP?
Los síntomas del TLP incluyen:
- Sentido de sí mismos poco realista o inestable.
- Creer que no valen nada.
- Sentirse enojados, vacíos o desesperanzados muy a menudo.
- Cambios de humor.
- Dificultades con el control de las emociones, especialmente la ira.
- Períodos breves e intensos de ansiedad o depresión.
- Miedo a ser abandonado e intentos desesperados por evitarlo.
- Pensamientos paranoicos.
- Pasar rápida y repentinamente del amor o la admiración por alguien a rechazar o criticar a esa persona.
- Comportamientos impulsivos, como conducir de manera arriesgada, tener relaciones sexuales sin protección o abusar del alcohol y las sustancias.
- Autolesiones/automutilaciones.
- Intentos de suicidio.
¿Cómo se diagnostica el TLP?
El TLP debe ser diagnosticado por un profesional de la salud mental. Para que el TLP sea diagnosticado, una persona debe presentar al menos cinco de los síntomas mencionados anteriormente al llegar a la edad adulta.
¿Cuáles son los factores de riesgo del TLP?
Los niños tienen más probabilidades de tener TLP si tienen un padre o un hermano que también lo presenta.
Los expertos consideran que el TLP es una combinación de dos grandes factores. El primero es una tendencia natural a alterarse con mucha facilidad. El segundo es crecer en un hogar que no ayuda a los niños a aprender a dominar las emociones intensas. Sin apoyo cuando son niños, los jóvenes que experimentan emociones especialmente fuertes pueden desarrollar maneras de afrontamiento poco saludables.
¿Cómo se trata el TLP?
La mejor terapia para el TLP es la terapia dialéctico-conductual (DBT, por sus siglas en inglés). La DBT enseña a los pacientes habilidades para manejar sus emociones y dejar de lastimarse. Incluye la palabra “dialéctico” porque se trata de aprender a equilibrar dos conceptos que parecen opuestos: la necesidad de aceptación y la necesidad de cambiar. Los estudios a largo plazo muestran que la DBT funciona bien para el TLP.
No hay medicamentos para tratar el TLP. Sin embargo, a veces la medicación puede ayudar a síntomas específicos del TLP, como la depresión, el comportamiento impulsivo y la ansiedad.
Los adolescentes con TLP que están en peligro de suicidio a veces son hospitalizados para recibir tratamiento.
Riesgo de otros trastornos
Es frecuente que las personas con TLP tengan otros trastornos mentales al mismo tiempo. Los trastornos que suelen coexistir con el TLP son la depresión, el trastorno bipolar, el trastorno por consumo de sustancias y los trastornos alimentarios.
Las personas con TLP también tienen riesgo de suicidio. Si cree que su hijo o adolescente tiene tendencias suicidas, puede llamar a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 988 (donde lo atenderán en español o en inglés, según su preferencia) o llamar al 911 si se trata de una emergencia. No espere, el riesgo de suicidio en niños y adolescentes es muy real.