Saltar al menú principal Saltar al contenido Saltar al pie de página

Lo sentimos, la página que buscas no tiene versión en español. Puedes hacer una nueva búsqueda o visitar la página de Temas populares.

Actividades de verano para niños con trastornos del aprendizaje

Cómo mantener a los niños activos y ocupados.

Escrito por: Laura Phillips, PsyD, ABPdN

Experto clínico: Laura Phillips, PsyD, ABPdN

in English

A medida que avanzamos hacia el verano, muchas familias (especialmente aquellas que tienen niños con trastornos del aprendizaje) se preguntan cómo ayudarlos a aprovechar al máximo todo este tiempo libre. Si tus hijos no van a campamentos o hacen otras otras actividades típicas del verano, ¿cómo pueden continuar aprendiendo, creciendo y preparándose para el regreso a la escuela en el otoño?

Los niños que tienen problemas de aprendizaje, TDAH o dificultades de lenguaje son particularmente vulnerables a lo que se conoce como “summer slide” (regresión durante el verano). Se refiere a la pérdida de habilidades que tiene una gran cantidad de niños durante los meses de verano, especialmente en lectura y matemáticas. Es por esto que es muy importante ayudarlos a mantener y desarrollar sus habilidades durante esta temporada.

El verano es definitivamente un tiempo para que todos se relajen un poco, pero eso no impide que al mismo tiempo los padres utilicen algunas de las siguientes estrategias para ayudar a sus hijos a mantenerse bien encaminados en lo académico, emocional y social.

1.Mantén lo académico en el menú de actividades

El trabajo académico no tiene que parecerse al trabajo tradicional en el salón de clases. Recuerda que puedes incorporar lo académico y el aprendizaje en muchas otras actividades, como verás más adelante.

Lo que hagas este verano puede variar, dependiendo de la edad, habilidades y personalidad de tus hijos. Con los niños más pequeños, un buen punto de partida es dedicar 15 a 20 minutos varios días a la semana a la lectura y los ejercicios matemáticos. Para niños mayores que ya están en primaria podrían ser 20 a 30 minutos de lectura, escritura y matemáticas. Pero de nuevo, esto no significa necesariamente que tus hijos tengan que sentarse frente a un escritorio con un libro de trabajo todo el tiempo. La idea es simplemente asegurarte de que la práctica de estas habilidades se incorpore a sus rutinas diarias de una manera o de otra.

Ahora bien, los niños a los que se les ha diagnosticado una discapacidad del aprendizaje pueden necesitar una enseñanza formal más frecuente. Para tener una idea de lo que es mejor para tus hijos, ponte en contacto con los maestros y especialistas en aprendizaje para ver qué puedes hacer para reforzar sus habilidades durante el verano. Podrías preguntarles:

  • ¿Hay algún libro de ejercicios específico que recomiende?
  • ¿Tiene una lista de lecturas recomendadas que podamos usar?
  • ¿Qué actividades educativas en línea se ajustan a lo que mi hijo o hija está aprendiendo en la escuela?
  • ¿Qué habilidades específicas le vendrían bien a mi hijo o hija para practicar durante el verano?

Nosotros también tenemos una amplia lista de materiales educativos para la casa disponible en nuestro sitio web.

2. Mantén una rutina

Especialmente para los niños con trastornos de atención y del aprendizaje, seguir rutinas consistentes es una parte esencial del éxito académico. Es más, tener una rutina permite a los niños saber qué esperar de cada día y reduce su ansiedad, lo cual es especialmente importante cuando se enfrentan a muchos cambios e incertidumbres. La estructura y previsibilidad permiten que los niños se sientan seguros, estables y hasta cierto punto en control.

Desde luego, las rutinas de verano pueden ser diferentes de las rutinas escolares. Dependiendo de la edad de los niños, suele ser de gran ayuda que se involucren en el proceso de establecer una rutina y crear un horario para el día. Es más probable que se ajusten a un horario que ellos hayan ayudado a crear, porque tienen un poco más participación y porque seguramente elegirán las cosas que disfrutan. Haz una lista de actividades divertidas y permite que los niños elijan cuáles quieren realizar y en qué orden.

También es importante que las horas de acostarse y de comer se mantengan lo más regulares que se pueda, para que tengan una estructura clara a la cual apegarse. Esta podría ser una buena oportunidad para crear nuevas tradiciones. Por ejemplo, tal vez los domingos en la mañana puedan convertirse durante el verano en días para desayunar panqueques, y después de desayunar, la familia salga a dar una larga caminata o un paseo en bicicleta. Este tipo de cosas no sólo proporcionan previsibilidad, sino que también ofrecen a los niños algo que esperar.

3. Prioriza el tiempo al aire libre

Es muy importante tanto para la salud física como mental que los niños pasen tiempo al aire libre.

Mantenerse físicamente activos es clave para poder concentrarse mentalmente. Esto es especialmente cierto para los niños que necesitan gastar energía. Además, pasar tiempo al aire libre es una excelente manera de que aprendan sobre el mundo que los rodea y mantengan despiertas sus habilidades académicas de una manera activa y divertida.

Lo que haga tu familia dependerá, por supuesto, del tipo de espacios exteriores a los que tengas acceso, pero algunas opciones a considerar incluyen:

  • Búsqueda del tesoro y carreras de obstáculos.
  • Paseos familiares, caminatas, paseos en bicicleta o monopatín.
  • Jardinería, que puede ser especialmente buena para practicar las habilidades matemáticas: “¿Cuántas semillas plantaremos? ¿A qué distancia entre ellas deberíamos plantarlas?”.
  • Pasar tiempo en playas, lagos o piscinas. Si cuentas con un jardín o una terraza podrías instalar una piscina inflable o una colchoneta para hacer juegos de agua.
  • Salir a observar las plantas y animales cerca de tu casa. Podrías conseguir un alimentador para pájaros o animar a tu hijo o hija a identificar las flores que encuentran en sus paseos.

Si tus hijos suelen practicar deportes en la escuela, también puedes ayudarlos a recrear algo de esa estructura en casa. Por ejemplo, si tu hijo juega futbol y cuentan con un jardín o un espacio dentro de la casa que podría funcionar, coloca una portería, aunque sólo sea un par de conos para marcar el espacio. Los niños pueden utilizar el verano para aprender nuevas habilidades, practicar una nueva posición, o enfocarse en la resistencia, la fuerza o la flexibilidad. Sea cual sea tu elección, establecer metas y trabajar para alcanzarlas puede ayudar a tus hijos a mantenerse ocupados y concentrados mientras no están en la escuela.

4. Sé ingenioso con el tiempo de pantallas

Durante el verano es bastante común que los niños pasen más tiempo que lo usual frente a pantallas. En especial si tú estás trabajando durante las vacaciones escolares, permitir que tus hijos pasen un tiempo frente a pantallas puede ser la única manera de tener el tiempo necesario para hacer todo.

El truco está en ser creativo en el uso del tiempo de pantalla, y encontrar alternativas. Dependiendo de lo que sea factible para tu familia en este momento, podrías proponer más actividades no relacionadas con la pantalla a medida que comienza el verano. Además de las actividades al aire libre, considera:

  • Actividades artísticas. Tal vez tus hijos se interesen en aprender un nuevo tipo de arte o en hacer un collage o una escultura con materiales disponibles en la casa.
  • Proyectos complejos. Por ejemplo, si a tus hijos les gusta construir con bloques, podrías proponerles el reto de construir algo nuevo todos los días y tomar fotografías diarias, para que puedan ver su progreso al final del verano.
  • Habilidades del hogar. Cocinar, lavar la ropa, organizar los armarios: todas estas son habilidades que los niños pueden aprender, y que disfrutan por la sensación de poder que se obtiene al hacer algo que es útil para los demás. Además, si practican con cosas como medir y seguir instrucciones, esto puede traducirse en habilidades académicas, ¡y podrías incluso obtener un poco más de tiempo para lo que tú tienes que hacer!

Por supuesto que una cierta cantidad de tiempo de pantalla es inevitable. Pero las pantallas tienen mucho más que ofrecer a tus hijos que solamente videojuegos y redes sociales. Hay muchos recursos en línea de alta calidad a los que los niños pueden acceder durante el verano, y muchos son gratuitos o muy baratos (la mayoría sólo están disponibles en inglés):

  • Khan Academy, ABC Mouse y OutSchool ofrecen cursos en línea para una amplia gama de grupos de edad.
  • Mystery Science, Sawyer y Activity Hero tienen mucho contenido, desde lecciones de música hasta cuentos y yoga.
  • Las oficinas locales de parques y espacios de recreación públicos suelen tener opciones de clases virtuales, actividades e incluso campamentos diurnos. Averigua cuáles están disponibles en tu zona, o ve si hay otras instituciones con programas a los que pueden unirse niños de diferentes áreas.

A través de opciones como estas, puedes incorporar algo más de estructura y material académico en la jornada diaria de tus hijos, sin establecer reglas rígidas acerca del tiempo de pantallas.

5. Mantenerse conectados

Es importante que los niños mantengan las conexiones con los amigos o la familia durante el verano.

Puedes programar citas con amigos para que jueguen en línea o en persona, o visitar a los amigos o la familia. Si vives cerca de una playa o un parque, también podrías considerar organizar una reunión familiar para pasar el día al aire libre.

La idea es brindar a tus hijos distintas oportunidades de practicar habilidades sociales y conectarse con sus seres queridos, para que cuando regresen a la escuela se sientan seguros y apoyados.

La última revisión de este artículo se realizó el 12 de julio de 2024.