Consejos para reconocer trastornos del aprendizaje en el salón de clases
Características de las discapacidades del aprendizaje que pueden ocultarse a simple vista.
in EnglishLo que aprenderá
- ¿Por qué algunos trastornos del aprendizaje son difíciles de detectar?
- ¿Cómo afectan los trastornos del aprendizaje a los niños en la escuela?
- ¿A qué señales deben estar atentos los maestros?
Lectura rápida
Los maestros suelen ser los primeros en darse cuenta de que un niño tiene un trastorno del aprendizaje. A veces las señales son fáciles de detectar, como cuando un estudiante va muy retrasado en la lectura. O un niño que a pesar de sus esfuerzos sigue reprobando en los exámenes. Pero otras veces las señales son más difíciles de detectar. Y eso puede significar que los niños que necesitan ayuda no la reciban.
Los niños con trastornos del aprendizaje suelen mostrar una brecha entre lo que se supone que deberían poder hacer y lo que realmente pueden hacer. Por ejemplo, un estudiante que escribe ensayos asombrosos pero que apenas puede completar tareas básicas de matemáticas. O un niño que da grandes respuestas en clase pero no puede plasmar sus ideas en papel. Estas brechas a menudo hacen que los niños con trastornos del aprendizaje sean etiquetados como flojos, o que se les diga que simplemente se tienen que esforzar más, lo que puede dañar su autoestima. Saber a qué estar atentos puede ayudar a padres y maestros a obtener la ayuda que los niños necesitan.
Los estudiantes que necesitan constantes recordatorios de qué es lo siguiente que deben hacer podrían estar teniendo problemas con una habilidad llamada memoria funcional, que se refiere a la tarea de recordar y procesar información nueva: un problema común para los niños con trastornos del aprendizaje. También pueden tener problemas con el manejo del tiempo. Y pueden tener problemas con las transiciones o parecer desorganizados.
Otras señales comunes de las diferencias de aprendizaje incluyen dificultad para seguir instrucciones, problemas de atención y el hecho de no poder hacer las tareas a tiempo, o simplemente no hacerlas. Reprobar los exámenes, especialmente aquellos para los cuales usted sabe que han estudiado, también es una señal.
Si un estudiante parece tímido (no habla en clase o se sienta en la última fila), puede estar tratando de ocultar un problema de aprendizaje. Otros niños pueden hacer lo contrario, actuar de forma inapropiada para desviar la atención de sus dificultades o fingir que no les importa la escuela. Los niños pueden incluso faltar a una clase en particular, faltar a la escuela en general o estar “enfermos” más a menudo que lo habitual.
Ayudar a los estudiantes con problemas de aprendizaje a obtener la ayuda que necesitan puede suponer una gran diferencia tanto en la escuela como fuera de ella, y a lo largo de mucho tiempo.
Los maestros suelen ser los primeros en darse cuenta de que un niño podría tener un trastorno del aprendizaje. A veces, las señales son fáciles de detectar, por ejemplo, cuando un estudiante no avanza en lectura. O un niño, quien a pesar del esfuerzo evidente que hace, parece que no puede dominar las tablas de multiplicar. Pero las señales no siempre son tan claras, y muchos niños, avergonzados por tener dificultades para hacer cosas que parecen fáciles para otros niños, hacen grandes esfuerzos por ocultar sus dificultades.
Estas son algunas señales menos evidentes de trastornos del aprendizaje a los que estar atentos en el salón de clase.
No estar a la altura de su potencial
Si usted nota que a un estudiante, al que debería estar yéndole bien (ya sea en una materia específica o en su desempeño escolar general), no le está yendo bien, eso podría ser una señal de que tiene un trastorno del aprendizaje.
Esto suele describirse como una discrepancia entre la habilidad y la capacidad, es decir, una brecha entre lo que el estudiante debería poder hacer y lo que realmente puede hacer.
Algunos ejemplos de cómo se puede manifestar esta brecha en el salón de clase incluyen:
- Un estudiante que escribe ensayos fantásticos, pero que tiene serias dificultades para completar tareas básicas de matemáticas, o viceversa.
- Una niña que es excelente respondiendo preguntas en clase, pero que no puede plantear sus ideas por escrito.
- Un estudiante cuya inteligencia es evidente en persona, pero esto no se refleja en su boleta de calificaciones.
No esforzarse lo suficiente
Los niños a los que no les va tan bien en la escuela como se espera pueden parecer flojos o que simplemente no se esfuerzan, cuando en realidad puede que estén luchando con un trastorno del aprendizaje. Los adultos que tienen problemas de aprendizaje recuerdan las muchas veces que les dijeron, antes de ser diagnosticados, que no se estaban esforzando lo suficiente. Los niños que parecen no estar esforzándose puede que en realidad estén haciendo un enorme esfuerzo, pero sin éxito, o tal vez estén tratando de ocultar una deficiencia que les resulta vergonzosa.
Desviarse del camino
Si a un estudiante se le tiene que estar recordando constantemente qué es lo siguiente que debe hacer, tal vez usted piense que no está prestando atención, pero podría ser una señal de que está teniendo dificultades con lo que se llama “memoria funcional”: retener, procesar y utilizar la información nueva. Este es un problema común en los niños que tienen trastornos del aprendizaje.
Otras señales a tener en cuenta incluyen:
- Dificultad para seguir instrucciones, especialmente si el estudiante está escuchando la información por primera vez o si hay varios pasos que recordar.
- Soñar despierto.
- Dificultad para copiar del pizarrón.
- Dificultad para recordar las tareas y hacerlas de forma correcta.
Ocultar sus dificultades
Los estudiantes que tienen trastornos del aprendizaje a menudo tratan de ocultar sus dificultades a sus maestros y compañeros. Incluso si se las están arreglando para mantenerse al día con el trabajo escolar, con esfuerzo adicional, esto puede afectar mucho su autoestima. Si un estudiante se muestra excesivamente tímido durante la clase (está retraído en proyectos grupales, se sienta en la fila de atrás o hace todo lo posible por evitar que lo llamen al frente o le hagan una pregunta en clases) puede que esté tratando de esconder un problema de aprendizaje.
Portarse mal
También es importante recordar que esconderse no siempre es lo que parece. De hecho, en algunos casos puede parecer todo lo contrario. Mientras que algunos estudiantes se encogen, esperando pasar desapercibidos, otros se portan mal, alejando la atención de sus deficiencias, al volverse el payaso de la clase, comportarse de manera desafiante o pretender ser “demasiado geniales” como para que les importe su desempeño escolar.
Perder la tarea
Los estudiantes con trastornos del aprendizaje suelen tener dificultades para terminar la tarea a tiempo, o definitivamente no la hacen. Los problemas con las tareas escolares ocurren por varias razones:
- A un niño podría darle vergüenza entregar un trabajo incorrecto o sin terminar.
- Desastre total: Los niños que batallan con la memoria y la organización simplemente pueden haber olvidado por completo que había una tarea pendiente.
- ¡Perdida!: Incluso cuando logran hacer la tarea, esta tiene que viajar segura desde la casa a la escuela.
Todos los niños pueden perder alguna tarea de vez en cuando, pero si un estudiante no entrega su tarea de manera recurrente, es el momento de prestar más atención a lo que está sucediendo.
Problemas con el manejo del tiempo
Los niños que tienen discapacidades del aprendizaje a menudo tienen problemas con el manejo del tiempo, las transiciones y la organización. Estos problemas pueden causar dificultades tanto en la escuela como en casa. Las señales reveladoras a las que estar atentos incluyen:
- Un niño que siempre parece tardar “mucho” en completar tareas (desde los deberes escolares hasta volver a ponerse los zapatos después de alguna clase de deportes).
- Un estudiante que según informan sus padres se queda hasta altas horas de la noche para finalizar su tarea.
- Un niño que repetidamente llega tarde a la escuela (perdí el autobús, ¡de nuevo!), o que siempre parece estar corriendo de una clase a otra.
Estrés por los exámenes
La mayoría de los niños sienten ansiedad ante los exámenes de vez en cuando, pero si un estudiante parece tener más problemas de lo esperado, puede ser un indicio de que tiene un trastorno del aprendizaje. Algunas cosas a las que estar atentos:
- Un estudiante que siempre acaba desesperado por completar sus exámenes a tiempo, o que de manera habitual se excede del límite de tiempo, independientemente de los recordatorios.
- Un niño que siempre es el último en seguir trabajando en una tarea con límite de tiempo.
- Escritura muy desordenada.
- Ansiedad severa antes de un examen.
- Un estudiante que reprueba muchos exámenes a pesar de haber estudiado.
Excesivamente emocional
La escuela puede ser un campo minado emocional para los estudiantes con trastornos del aprendizaje. Desde tener que esforzarse por mantener el ritmo de sus compañeros hasta retrasarse en los trabajos escolares, las oportunidades para sentirse mal acerca de sí mismos pueden ser abrumadoras.
- Los niños que tienen trastornos del aprendizaje suelen luchar contra sentimientos de vergüenza, remordimientos y baja autoestima. Si un niño parece estar a menudo abatido, deprimido o frustrado en la escuela, puede que la causa sea un trastorno del aprendizaje no diagnosticado.
- Los niños que tienen trastornos del aprendizaje pueden desarrollar una ansiedad grave relacionada con la escuela. Especialmente antes de que les sea diagnosticada, cuando no entienden el porqué de esto, si ellos están siguiendo el ritmo de sus compañeros.
- Además, los niños que tienen trastornos del aprendizaje suelen tener problemas con la “autorregulación”, lo que significa que carecen de las herramientas para manejar y procesar las emociones y se sienten abrumados con facilidad, lo cual puede conducir a arrebatos. Por ejemplo, un niño que se sale de sus casillas cuando se le pide quedarse en su asiento, o estalla en llanto cuando se le pide intentar una tarea complicada.
Evitación
Los estudiantes que tienen trastornos del aprendizaje suelen hacer todo lo posible por evitar situaciones escolares que les causan ansiedad o estrés. Algunas señales de evitación a las que estar atento incluyen:
- Ausencias excesivas.
- Quedarse “enfermo” en casa los días que hay exámenes y otras tareas importantes.
- Negarse a participar en actividades que son un desafío para ellos.
- Ir con frecuencia al baño o pedir ir a la enfermería al enfrentarse a exámenes o pruebas estresantes.
- Faltar a clase o ausentarse por completo de la escuela.
Ayudar a los estudiantes con discapacidades del aprendizaje a obtener la atención y el apoyo que necesitan para desempeñarse bien y sentirse mejor los beneficiará en el futuro, tanto en la escuela como fuera de ella.