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Depresión a diferentes edades

Cómo la depresión se puede manifestar de manera diferente en niños y adolescentes.

Escrito por: Stephanie Cornwell

Experto clínico: David Friedlander, PsyD

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La depresión puede afectar a personas de cualquier edad, pero podría confundir porque a menudo luce diferente en niños, adolescentes y adultos. Además, tomando en cuenta que los adolescentes de por sí son propensos al mal humor, puede ser especialmente difícil darse cuenta si están experimentando depresión.

Conocer las señales de depresión, y cómo difieren entre los diferentes rangos de edad, lo puede ayudar a estar mejor preparado para obtener ayuda para su hijo, en caso de que sea necesario.

Síntomas de depresión

Cuando una persona de cualquier edad tiene sentimientos de tristeza, vacío y desesperanza la mayor parte del día, casi todos los días, por lo general será diagnosticada con depresión. Otros síntomas comunes incluyen disminución del interés en actividades que antes disfrutaban, comer más o menos de lo normal, no dormir lo suficiente o demasiado, alejarse de amigos y familiares y tener pensamientos suicidas.

Sin embargo, en el caso de niños y adolescentes la irritabilidad puede reemplazar a la tristeza. Si su hijo está inusualmente irritable sin ningún motivo, eso podría ser una señal de depresión. Pero se trata más de cambios en su comportamiento que de los síntomas en sí.

Depresión en niños pequeños y preadolescentes

La clave para detectar la depresión en niños pequeños es buscar un cambio en su comportamiento, explica David Friedlander, PsyD, psicólogo clínico del Child Mind Institute. No se trata solamente de que el niño esté de mal humor o deprimido, sino de que esos comportamientos no sean típicos en él.

Supongamos que su hijo solía guardar su tarea de manera ordenada en una carpeta dentro su mochila, y ahora está arrugada como una bola en el fondo de la mochila. Quizá de pronto se pelea o rompe las reglas en la escuela, cuando nunca antes lo había hecho. También puede ser una señal de depresión si muestra una mayor sensibilidad a los errores o las críticas, como ponerse a llorar por no haber respondido correctamente, cuando antes nada más se encogía de hombros.

Una señal reveladora de depresión es que los niños se retiren de las actividades que solían disfrutar. Los niños pequeños dependen en gran medida de sus padres para que los lleven hacia y desde las actividades. Por lo tanto, este retiro de las actividades se puede manifestar en niños pequeños como repetidas peticiones a sus padres de que les permitan faltar a la clase de baile o de que ya no los inscriban en deportes.

Si los niños dicen con frecuencia algo como “no quiero” o “no puedo”, podría significar que están luchando contra la depresión, “especialmente si se trata de un niño que solía disfrutar las actividades propias de su edad”, dice el Dr. Friedlander.

Otra señal de depresión son las quejas físicas repentinas y frecuentes que antes no existían, como dolores de estómago y de cabeza. Los dolores de estómago generalmente no significan que su hijo esté deprimido, pero el hecho de que de manera repentina tenga muchos dolores de estómago cuando antes no los tenía sí podría ser una señal de advertencia.

Si su hijo está inusualmente irritable sin motivo, aunque no se sienta triste, eso podría ser un signo de depresión. Sin embargo, también existe un trastorno del estado de ánimo relacionado que a veces se diagnostica en niños extremadamente irritables llamado trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo, que se presenta como rabietas extremas combinadas con irritabilidad.

Depresión en adolescentes

Los adolescentes suelen ser notoriamente malhumorados y, a menudo, sus cambios de humor no son motivo de preocupación. Pero si su hijo adolescente está mucho más irritable que antes podría ser una señal de depresión. “Ese es realmente el diferenciador clave”, dice el Dr. Friedlander. “Los adolescentes estarán irritables a veces, pero si están irritables la mayor parte del día, casi todos los días, ese es uno de los criterios para la depresión”.

Al igual que en los niños más pequeños, el aislamiento social es un signo importante de depresión en adolescentes. El aislamiento social y los intentos de retraerse pueden ser más que quedarse en su habitación. Si solían estar con sus amigos después de la escuela pero de repente empiezan a volver a casa justo después, vale la pena hablar con ellos al respecto. Si bien no es inusual que los adolescentes tengan problemas con los amigos, si su hijo dice: “Ya no soy amigo de fulano de tal”, es posible que usted quiera preguntar al respecto.

Otro cambio en el comportamiento que se debe buscar en los adolescentes es el rendimiento escolar. Si de repente obtienen D y F cuando solían obtener buenas calificaciones, y culpan a la fatiga o a la incapacidad para concentrarse, podría ser un signo de depresión.

Otra cosa a la que estar atento en el caso de adolescentes son las autolesiones. La forma más común son los cortes. Puede que los adolescentes se corten porque están muy angustiados, y los cortes hacen que dejen de pensar en lo que les molesta.

Lo más grave a lo que estar atento es si su hijo está pensando o intentando suicidarse. Si escucha a su hijo hablar sobre morir, desear poder desaparecer o lastimarse, es importante que se lo tome en serio y tenga una conversación abierta y honesta sobre lo que está sucediendo. Aunque los padres a menudo se preocupan de que hablar sobre suicidio empeore el problema, de hecho, la evidencia es clara de que ayuda a los niños a expresar sus sentimientos. Además, le brinda a usted una oportunidad importante para evaluar si su hijo corre el riesgo de lastimarse y por lo tanto debería llevarlo a emergencias.

El abuso de sustancias también puede ser un síntoma de depresión en adolescentes. El Dr. Friedlander señala que los padres tendrían que determinar el propósito del uso de la sustancia para averiguar si está relacionado con la depresión. ¿Qué intenta lograr su adolescente fumando o bebiendo? ¿Qué están tratando de evitar? “La anhedonia, la incapacidad de experimentar placer, es un síntoma de depresión”, explica el Dr. Friedlander. “Si estar drogado es la única forma en que el niño puede divertirse, es una señal de que puede estar deprimido”.

Cómo pueden ayudar los padres con el tratamiento

La depresión es tratable. El tratamiento más común para la depresión basado en evidencia es la terapia cognitivo-conductual (TCC), que enseña a los niños a notar y desafiar los patrones de pensamiento negativos y destructivos. Hay varias formas de TCC adaptadas para niños y adolescentes con depresión, incluidas la terapia dialéctico-conductual (DBT, por sus siglas en inglés) y la psicoterapia interpersonal (IPT, por sus siglas en inglés).

También se utilizan medicamentos, a veces en combinación con la terapia. Los medicamentos antidepresivos que se usan con más frecuencia incluyen los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina), como Zoloft, Prozac y Lexapro, y los IRSN (inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina), como Strattera y Cymbalta.

En el caso del tratamiento de niños más pequeños, los padres generalmente se deben involucrar más. Los padres de un niño de ocho años, por ejemplo, deberán ayudar a programar actividades, asegurarse de que el niño asista a ellas y brindar incentivos para continuar completando las actividades. Con los adolescentes, la participación de los padres en el tratamiento de su depresión varía. “Algunos están lo suficientemente motivados para seguir un régimen de tratamiento con un apoyo mínimo y prefieren la privacidad antes que involucrar a sus padres”, señala el Dr. Friedlander. Otros necesitan más apoyo o incentivos.

Si usted cree que su niño o adolescente tiene tendencias suicidas, puede llamar a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 1-800-273-8255 o al 911 si se trata de una emergencia. No espere, el riesgo de suicidio en niños y adolescentes es muy real.

La última revisión de este artículo se realizó el 17 de julio de 2023.